6:00 hrs. Octubre 06 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-711

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

VISITA LA UNAM EL DESTACADO ARQUITECTO ALEMÁN THOMAS HERZOG

 

·        Demostró que ecología, estética, técnica y belleza no se contradicen entre sí

·        Cuando se habla del manejo de energía en las edificaciones, o arquitectura bioclimática, no se trata de prescindir del “confort agradable”, afirmó en la FA

·        En comparación con arquitectos de su mismo rango, Herzog ha edificado poco, aunque siempre se haya tratado de algo que hasta el momento y en esa forma no se había hecho: Felipe Leal

 

 

 

Estoy en contra de la importación arquitectónica, pero a favor de aquella comprometida con el saber, comunicación y estrategias”, afirmó durante su visita a la UNAM el destacado especialista alemán Thomas Herzog, uno de los precursores de la arquitectura ecologista, quien ha demostrado que la preservación del entorno, la estética, técnica y belleza no se contradicen entre sí, sino que se condicionan y compenetran recíprocamente.

 

En la conferencia “Thomas Herzog: arquitectura y tecnología”, organizada por la Facultad de Arquitectura, opinó que los problemas urbanísticos de cada sitio siempre deben resolverse a escala local y regional, porque se relacionan con la situación económica, social, cultural y climática del lugar en cuestión.

 

Dijo sentirse escéptico acerca del llamado estilo internacional. “No se pueden importar soluciones hechas. No puede ser que edificios de Detroit, Estados Unidos, se transfieran a Riad, Arabia Saudita, para luego refrigerarlos, cuando de haberse construido de otro modo no lo necesitarían”.

 

Expuso que cuando se habla del manejo de energía en las edificaciones o arquitectura bioclimática, no se trata de prescindir de un “confort agradable”. Los nexos entre clima y construcción se refieren, ante todo, a la protección contra efectos naturales. Se erige, recalcó, “contra el exceso de sol, viento, lluvias, nieve y, a veces, contra luz natural en demasía”.

 

En el interior de las obras se regulan los elementos necesarios para obtener la atmósfera deseada, mediante sistemas técnicos que ofrecen determinada luminosidad, temperatura, movimientos de aire, entre otras características.

 

Sin embargo, ello implica agregados de energía mediante el uso de combustibles fósiles. En el centro de Europa, refirió Herzog, alrededor del 40 por ciento de ella se consume en la puesta y operación de edificios.

 

“Esa es la razón por la que difícilmente otra profesión tiene tanto vínculo con ese tema como la arquitectura, la cual asume una tarea y responsabilidad central cuando se alzan las ciudades”, puntualizó.

 

En breve podría suscitarse un enorme consumo de hidrocarburos que conduciría a consecuencias intolerables para el planeta, agregó.

 

“En la mayoría de los países la forma ‘deseable’ de vivir, consistente en tener un terreno propio y una casa independiente requiere gran cantidad de infraestructura, calles, abastecimiento de agua y gas, con altos costos de inversión y mantenimiento”. A ello se suma el transporte individual; en las urbes, para el movimiento de personas se utiliza “el medio equivocado: el auto, el aparato que implique más espacio”, advirtió.

 

El uso de energías alternativas, aunque aún incipiente, reconoció, aumentará el aprovechamiento de eólico, solar y geotérmico, junto con nuevos tipos de bioconversión. La alternativa son edificaciones cuya masa ocupe menor dimensión, mediante una relación más eficiente entre volumen y superficie. Se deben, dijo, “afrontar estos criterios cuando nos abocamos al tema de la sustentabilidad y la administración de los recursos del planeta”.

 

De ese modo, abundó Thomas Herzog, uno de los tópicos es el aprovechamiento de la luz natural y llevarla al interior de los edificios, pero sin aumentar la temperatura. Además, no debe pensarse que el manejo de energías ambientales se aplica sólo en construcciones pequeñas.

 

El logro de la llamada activación térmica no es cuestión de costos, sino de ingeniería y diseño. Por esa razón, el punto más costoso es la planeación, pues requiere de mucha reflexión y los arquitectos necesitan mayor cooperación de los científicos e ingenieros, apuntó.

 

Pero el resultado físico no sólo no tiene diferencias frente a las construcciones tradicionales, sino que puede resultar más barato. A la larga, finalizó, requerirán menor consumo energético.

 

Al presentar al ponente, el director de la FA, Felipe Leal, dijo que nació en Munich, Alemania, donde estudió la carrera de arquitectura. Obtuvo el doctorado en Roma, Italia, con una tesis sobre construcciones neumáticas.

 

Trabajó en el desarrollo de fachadas con sistemas novedosos y el diseño experimental con energía solar, así como en la optimización constructiva con miras a una disciplina sustentable.

 

Construyó diversos complejos de viviendas en su ciudad natal y sus alrededores. Asimismo realizó el Centro de Diseño de la ciudad austríaca de Linz, cuya estructura es de un material plástico que refleja la luz solar en láminas de cristal, dejando pasar radiación luminosa difusa para la luminosidad pero sin sobrecalentarse.

 

La creatividad de sus diseños y el carácter innovador de sus sistemas de edificación le han merecido un gran número de premios nacionales e internacionales en su campo, la cultura y la innovación científica, como el Mies van der Rohe.

 

Desde 1993, añadió Leal, Herzog es profesor titular de proyectos y construcciones arquitectónicas en la Universidad Técnica de Munich, cátedra dedicada a estudiar los problemas ocasionados por efectos ecológicos desastrosos, derivados de una política urbanística que obliga a las familias a asentarse en las regiones suburbanas, provocando un gran desperdicio de energía.

 

En sus construcciones “inventa envolturas que funcionan de manera tan inteligente como la piel humana. En comparación con colegas de su mismo rango, Herzog ha edificado poco, aunque siempre con algo que hasta el momento y en esa forma no se había hecho nunca”.

 

Toma en cuenta aspectos simples como la orientación geográfica, el ángulo de incidencia de la luz solar, el impulso natural del aire para su óptima circulación y la correspondiente distribución de los espacios interiores, logrando una reducción importante en el consumo de energía, tanto en la iluminación como en la calefacción.

 

Así, concluyó Leal, propone una arquitectura que ofrece soluciones a problemas socio demográfico y ambientales sin afectar al entorno natural.

--o0o—

 

FOTO J 01

Felipe Leal y Thomas Herzog durante la visita que este último realizó a la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Ahí, el destacado especialista alemán habló sobre su desarrollo profesional.

 

FOTO J 04

En la conferencia “Thomas Herzog: arquitectura y tecnología”, organizada por la Facultad de Arquitectura, el destacado experto alemán dijo estar en contra de las soluciones importadas.