16:00 hrs. Octubre 04 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-705

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

LUGAR FUNDAMENTAL EN LA HISTORIA POLÍTICA Y JURÍDICA DEL PAÍS, LA PRIMERA CONSTITUCIÓN DE 1824

 

·        El director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Diego Valadés, dijo que en los primeros tres años de vida independiente se avanzó más rápido que en los otros 180

·        Inauguró, junto con juristas, historiadores, filósofos, politólogos y legisladores, el Seminario “A 180 años de la Constitución de 1824. Examen retrospectivo del sistema constitucional mexicano”

 

La primera Constitución mexicana, la de 1824, tiene un lugar fundamental en la historia política y jurídica de México, aseguró el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, Diego Valadés, quien resaltó que en algunos aspectos los tiempos históricos caminaron más rápido en los tres primeros años de la vida independiente nacional que en los siguientes 180.

 

Si bien se han consolidado muchas de las instituciones que caracterizan al país, argumentó, en otras todavía se presentan rezagos que se remontan al siglo antepasado.

 

Al inaugurar el Seminario A 180 años de la Constitución de 1824. Examen retrospectivo del sistema constitucional mexicano, el titular del IIJ subrayó que el 4 de octubre de 1824 entró en funcionamiento la primera Constitución del México independiente y ahí fueron fundadas las instituciones que en la actualidad todavía están en vigor. Es decir, los sistemas presidencial, federal, republicano y judicial con la primera Suprema Corte de Justicia del país.

Entre 1821 y 1824, explicó, México se transformó de una monarquía en una república; de un sistema unitario a uno federal; de uno de justicia concentrada en las manos del que también ocupaba el Poder Ejecutivo a otro en el que se procuraba la independencia, autonomía, y separación entre los órganos del poder.

 

Asimismo, cambio de un sistema en el que no existía separación de funciones o división de poderes a uno en el que los órganos del gobierno estaban diferenciados. Esta, recalcó, es una de las características de los regímenes constitucionales.

 

Luego, Diego Valadés detalló el contenido del Seminario. Informó que está dedicado al estudio de la Constitución de 1824, al proceso evolutivo que ha tenido para concluir con una valoración de la forma en que funcionan las instituciones fundadas hace 180 años.

 

Este ciclo de mesas redondas, en el que participarán juristas, historiadores, filósofos, politólogos y legisladores, abundó, permitirá identificar cada una de las figuras que surgieron en 1824 y el proceso seguido en su desarrollo a lo largo de 18 décadas.

 

En el auditorio Guillermo Floris Margadant, el historiador Ernesto de la Torre Villar, precisó que esa Constitución tuvo un sentido y una estructura más político y jurídica que social.

 

Al ofrecer la conferencia magistral sobre el tema, manifestó que se ocupó más de la organización política de la república que de atender la situación social de su población. El pensamiento liberal individualista la hace ser, al igual que las de 1836, 1842 y 1857, constituciones que no incorporaron garantías ni proclamaron un criterio de ese tipo social a favor de las clases depauperadas.

 

En cambio, acotó, la Carta Magna de 1917, producto también de una revolución como la de la insurgencia, sí tiene amplio sentido social, mediante el cual trató de aliviar males postulados en la de 1814. Sin embargo, fueron olvidados por el criterio liberal individualista que se impuso durante un siglo.

 

 

 

 

El especialista consideró paradójico que esta Constitución, con tanta influencia de los modelos norteamericanos, repleta de ideas y realidades derivados del mundo anglosajón, haya sido el pretexto para que al invalidarse por la adopción de formas centralistas, sirviera de pretexto para que un grupo numeroso de colonos proclamara su separación de la república mexicana, lo que originó el grave conflicto de la guerra de Texas iniciándose la desintegración de nuestro territorio.

 

En la primera mesa de trabajo sobre Sistema Federal, moderada por el secretario Académico del IIJ, José María Serna de la Garza, el director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), Fernando Pérez Correa, indicó que la propuesta de descentralización hacia las entidades federativas, no es un problema administrativo y competencial sino político, porque tiene grandes probabilidades de ser bien sorteado, pues los estados han cobrado vida propia.

 

No puede haber autonomía en las entidades sin vida propia, y lo que se veía remoto todavía hace algunas décadas, ahora es una realidad, señaló. En el ámbito de la justicia federal se han descentralizado todas sus ramas y se ha llegado al extremo hacerlo con la función de la seguridad pública.

 

Luego de recordar los hechos históricos que dieron origen a la Constitución de 1824, y los sucesos posteriores, expuso que los pasos decisivos son: el reconocimiento de la personalidad jurídica plena de los municipios, como titulares de las controversias constitucionales, en 1991, como resultado de una diferencia entre un ayuntamiento y el gobierno de Baja California, lo cual fue obra del pluralismo.

 

En su intervención, el senador priista César Camacho Quiroz expresó la necesidad de impulsar un federalismo a la mexicana al proponer que finque la prosperidad del país en la potenciación y el equilibrio de su régimen; que sea asimétrico, que aspire a la igualdad, la cual nace del reconocimiento de las diversidades y de la conversión de éstas en retos y oportunidades.

 

 

 

Asimismo, propuso la conformación de un federalismo subsidiario, que confíe en la capacidad de los gobiernos locales para responder a las demandas sociales y cuando éstas superen las posibilidades de aquellos, los apoyen, sustituyan, encuentren alternativas que compense a quien lo necesite, considerando el atraso y la marginación causados por factores naturales y sociales.

 

Se trata, planteó, de un federalismo cooperativo en el que los estados y el gobierno nacional sean igualmente responsables del desarrollo con trabajo en armonía. Es decir, el propósito no es fusionar ni dividir sino articular. En concreto, recalcó, se trata de cambios en el ámbito federal, político, hacendario y de nueva distribución competencial.

 

A su vez, el senador panista Fauzi Hamdan Amad sostuvo que se requiere fortalecer la Federación para dotar a los órganos de gobierno en los tres niveles de las funciones y facultades coordinadas e integradoras para el desempeño de su responsabilidad. Los mecanismos de control serán de salvaguarda de la distribución del poder público entre estos tres órdenes.

 

Dijo que hay una enorme disposición del Senado de la República para recibir las propuestas de la sociedad en su conjunto para lograr estos cambios, parte de la reforma del Estado en su consideración más importante.

 

Aunque, expuso que también se necesita una Institución que tenga otra óptica y percepción, así como reflejar en esa estructura de organización coordinada entre la Federación y las entidades, las actividades de orden público total y absoluto.

 

En su oportunidad, Francisco José Paoli Bolio estableció que el sistema federal tiene que ser revaluado para que sea capaz de recoger lo diverso e integrarlo en un esquema político institucional, en los órganos de gobierno federal, estatal y municipal, manteniendo en el orden nacional las facultades unificadoras, promotoras del desarrollo y subsidiarias con las que se impulse la equiparación de las condiciones de vida y seguridad de las personas en las entidades que hoy forman la Unión.

 

A 180 años, anotó, se puede celebrar que los esquemas federales fundamentales, previstos en la primera Constitución mexicana, siguen vigentes. También se debe recuperar y profundizar el patrón autonómico sobre el régimen interior de las entidades de la Federación para alcanzar un sistema más auténtico.

 

Más adelante, comentó que las necesidades para descentralizar en este momento las entidades federativas, se advierten como el requerimiento fundamental de redistribución de competencias, aunque se trata de un asunto complejo por las obligaciones de los tres órdenes de gobierno.

 

 

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FOTO 01

Al participar en el Seminario A 180 años de la Constitución de 1824. Examen retrospectivo del sistema constitucional mexicano, que organizó el IIJ de la UNAM, Ernesto de la Torre Villar dijo que la Carta Magna de esa época tuvo un sentido y una estructura más política y jurídica que social.

 

 

FOTO 02

Diego Valadés, Fauzi Hadman, César Camacho Quiroz y José María Serna de la Garza participaron en el Seminario A 180 años de la Constitución de 1824. Examen retrospectivo del sistema constitucional mexicano, organizado por el IIJ de la UNAM

 

 

FOTO 03

El senador priísta César Camacho Quiroz manifestó en la UNAM la necesidad de impulsar un federalismo, al proponer que se finque la prosperidad del país en la potencialidad y el equilibrio del régimen. Participó en el Seminario A 180 años de la Constitución de 1824. Examen retrospectivo del sistema constitucional mexicano.

 

 

FOTO 04

Fernando Pérez Correa, director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, dijo que la propuesta de descentralización hacia las entidades federativas no es un problema administrativo y competencial sino político. Tomó parte en el Seminario A 180 años de la Constitución de 1824. Examen retrospectivo del sistema constitucional mexicano.