15:00 hrs. Septiembre 29 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-692

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín 

 

TIRÁNICO Y ENEMIGO DEL ARTISTA, EL PERIODISMO ES TAMBIÉN SU MÁS FIEL ALIADO: VICENTE QUIRARTE

 

·        El director del IIB dijo que la gimnasia del trabajo diario forma atletas de la página, que no obstante su quehacer rutinario, gracias a la disciplina logran la trascendencia de la inspiración

·        Participó en el encuentro “Comunicación, periodismo y literatura”, organizado por el IIB, la Universidad de la Ciudad de México y la AMIC

 

El periodismo es tiránico y enemigo del artista, pero también es su más fiel aliado. La gimnasia del trabajo diario forma atletas de la página, que no obstante su quehacer rutinario pero necesario, y gracias a la disciplina, logran la trascendencia de la inspiración, reconoció Vicente Quirarte Castañeda, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) de la UNAM.

 

Así lo demuestran -agregó- José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, “Chava” Flores y Gabriel Vargas. “De una u otra manera, en todos ellos, cronistas de este tiempo de canallas, la obligación del hombre de palabra es hacer el inventario de los males y prodigios del mundo y transformar la rebeldía de un particular en la de todos sus semejantes”, consideró.

 

Al participar en el encuentro “Comunicación, periodismo y literatura”, organizado por el IIB, la Universidad de la Ciudad de México (UCM) y la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC), Vicente Quirarte ofreció la conferencia La patria como oficio, el verbo como instrumento. Combates de Guillermo Prieto.

 

Al referirse a la importancia histórica de ese personaje, destacó su arraigo en el imaginario mexicano, su papel como símbolo del liberalismo radical y su transformación en mito político. Además, su fecunda existencia, que llena casi todo el siglo XIX, desde 1818 hasta 1897, es uno de los ejemplos más claros del cabal cumplimiento de ese triple oficio.

 

Dijo que es preciso buscar la vida y la obra de los escritores del siglo XIX en las páginas periódicas. Su popularidad durante la última parte de su vida, que fue la de la República Triunfante y la larga paz porfiriana, no es un fenómeno que se haya dado de manera inmediata, la forja de su mito exigió varios años y una forma de ser liberada.

 

En el Auditorio de la Unidad Bibliográfica, Quirarte Castañeda aseveró que en Guillermo Prieto confluyen las diversas facetas del héroe laico y civil, surgido en la lucha militar y política como en la cruzada cultural para consolidar la victoria mediante la educación.

 

Sus medallas eran numerosas y todas ganadas en buena lid. Inmaculado del Paso del Norte, pero rebelde a otra autoridad que no fuera la de la Constitución por la cual había luchado, poeta de la calle, romancero nacional, hombre de tribuna y fundador de la Academia de Letrán.

 

Guillermo Prieto no es el estanque modernista sino el río turbulento de los románticos, sus aguas van cargadas de lodo y ramas, de sudores de lépero y de pólvora, de palabrería de feria, y de voces rescatadas del arroyo. La precocidad de este escritor lo lleva, desde muy temprano, a incorporarse a la historia de su país, a acontecimientos y personajes decisivos.

 

Recordó que para el historiador José Ortiz Monasterio, nuestros hombres del XIX fueron como “navajas suizas”, múltiples eran sus habilidades, oficios, modos en que debían valerse de ellos para dar a México el significado que el significante merecía. Todos servían para todo, pero todos servían a la palabra, en ella y para ella.

 

Educados en principios religiosos, transformaron el verbo con idéntica energía, entrega y misticismo en instrumento laico de regeneración social, aseveró.

Cada uno de ellos tiene una virtud o un talento por los cuales más los recordamos, tan admirable es el genio político de Melchor Ocampo como la firme prudencia de José María Iglesias, el misticismo de Santos Degollado como la visión profética de Ponciano Arriaga, el verbo jacobino de Ignacio Manuel Altamirano como su transformación en los ensayos científicos de su maestro Ignacio Ramírez, enumeró.

 

“No podemos imaginar a un Guillermo Prieto novelista, concentrado en la arquitectura de aliento mayor. Sin embargo, hizo de su vida una novela, la más intensa y auténtica, como podemos leerla en Memoria de mis tiempos”, admitió Quirarte Castañeda.

 

En la inauguración, Vicente Castellanos, presidente de la AMIC, sostuvo que con este encuentro se busca fortalecer los ejes fundadores de los estudios de la comunicación, y reconstruir el puente que ha unido a los fenómenos de los medios masivos y el periodismo con la teoría y la creación literaria.

 

Además, expresó, “queremos iniciar una tradición donde se analicen las convergencias y las divergencias del cine, radio, televisión y prensa con la poesía, ensayo y narrativa”.

 

Están presentes las voces de todos aquellos que de alguna forma han sentido cercano el susurro del lenguaje, o bien que han gozado y reflexionado su práctica comunicativa a partir de una novela, un cuento o una mini sección, indicó.

 

En la inauguración del encuentro estuvieron Tanius Karam, de la Universidad de la Ciudad de México, y Roberto Sánchez, Investigador del IIB.

 

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Foto 1

La gimnasia del trabajo diario forma atletas de la página, que logran la trascendencia de la inspiración, reconoció Vicente Quirarte, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM.

 

Foto 2

En la Unidad Bibliográfica de la UNAM se realizó el encuentro “Comunicación, periodismo y literatura”, donde participaron Vicente Castellanos, Roberto Sánchez, Vicente Quirarte y Tanius Karam.