14:00 hrs. Septiembre 23 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-674

Ciudad Universitaria

Pies  de fotos al final del boletín

 

PARECIERA QUE AMÉRICA LATINA SE ENCUENTRA EN UN CALLEJÓN SIN SALIDA NI DESTINO

 

·        Luis Díaz Müller, del IIJ de la UNAM, dijo que estamos lejos del Estado social de derecho, y las transiciones a la democracia o no han sido tal o se han agotado

·        La aceptación de tesis y posiciones han dado a la UNAM el adjetivo de respetuosa del derecho a la libre manifestación de las ideas, Rosa María Álvarez de Lara

·        No es posible una auténtica democracia sin justicia social, pero tampoco una verdadera justicia social sin democracia: Carlos de la Torre, integrante del mismo instituto

 

Pareciera que América Latina se encuentra en un callejón sin salida ni destino en la actualidad. Así lo demuestra la caída de los ritmos de crecimiento y el incremento de la pobreza, como señala en sus informes la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), aseguró Luis Díaz Müller, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.

 

Al participar en la inauguración de las III Jornadas sobre globalización y derechos humanos. El mito del desarrollo y las transiciones a la democracia, reconoció que en la región “estamos lejos del Estado social de derecho, y las transiciones a la democracia o no han sido tal o se han agotado”.

 

Dijo que “tras el fin de la Guerra Fría y el equilibrio del terror, se tenía la esperanza de una nueva era para la humanidad, que tuviera como centro principal al hombre como sujeto de todo”. Pero no fue así, después de la caída del Muro de Berlín, presenciamos con incertidumbre cómo el mundo se sumergía en la ciénaga de una de las crisis más profundas de su historia”.

 

En el auditorio “Héctor Fix-Zamudio” del IIJ, sostuvo que no fueron suficientes Auschwitz ni los demás campos de concentración, el tribunal de Nuremberg ni la creación de la Corte Penal Internacional. El mundo, como un barco a la deriva, se complicó la vida en una compleja trama de conflictos desiguales, de intereses contradictorios en la oscura caverna de la globalización”.

 

Díaz Müller explicó que la mundialización consistió y consiste en un conjunto de interdependencias, complejas y transversales. El mercado, la “Macdolarización” del orbe, la revolución de las comunicaciones y tecnologías.

 

Consideró necesario enriquecer el pensamiento del siglo que inicia en torno a temas como la justicia social, derechos humanos, Estado de derecho, transiciones, desafíos del neoliberalismo, modelos políticos y sociales, y retos del medio ambiente.

 

Se pronunció por escuchar con atención y debatir con altura. “Lo contrario no es más que la mediocridad de los avaros. Concentremos la atención en que la Universidad tiene como misión insoslayable: la educación ética para la vida misma”.

 

Durante la reunión, Rosa María Álvarez de Lara, también del IIJ, opinó que la globalización es un tema tan atractivo como común; no obstante, todavía no ha sido analizado de manera suficiente.

 

Indicó que al hablar de este tema los grandes rubros que se deben analizar son: avances tecnológicos en comunicaciones, quiebra económica y financiera de la mayoría de los Estados modernos y la entrada de China al mercado de capital, acordes con el estudio que se debe hacer sobre la mundialización.

 

En este desconcierto de lucha, entre la verticalidad y la democracia parece haber indicios del fortalecimiento del Estado de derecho, por lo menos de la relación entre soberanía y derechos humanos, de ahí la importancia que cobra el análisis de la transición como una realidad, expresó.

 

Recordó que la sensatez y el equilibrio en las discusiones, el encuentro y la aceptación de tesis y posiciones, han dado a la UNAM el adjetivo de respetuosa del derecho a la libertad de expresión  y a la libre manifestación de las ideas.

Pero también la han calificado como la fuente del desarrollo de nuevas posiciones y de mecanismos en el alcance de la libertad y dignidad, binomio básico en la globalización, en la transición, pero sobre todo en la democracia, abundó.

 

En la primera ponencia, Carlos de la Torre, del mismo Instituto, aseveró que hoy no es posible una auténtica democracia sin justicia social, pero tampoco una verdadera justicia social sin democracia.

 

Refirió que hasta hace 25 años los grandes retos para la consolidación de este régimen en América Latina eran: transición de regímenes militares a gobiernos de civiles, elecciones libres y transparentes, lucha por las libertades ciudadanas, fortalecimiento de un sistema de partidos políticos, plural y equitativo, y reformas jurídicas para alcanzar una división y equilibrio de los poderes, así como la pacificación de los grupos guerrilleros.

 

Por fortuna tras más de tres décadas de lucha y sacrificio de muchos latinoamericanos, la población de casi toda la región vive hoy bajo administraciones más o menos democráticas. “Pese a las particularidades de cada proceso, por primera vez en su historia, la esta zona, por lo menos en su dimensión estrictamente electoral, vive bajo estructuras participativas”, aseguró.

 

Hoy día el derecho al voto es reconocido sin restricciones, se logró que el 89.3 por ciento de los habitantes con derecho al sufragio estén registrados en los padrones electorales de cada país, reveló.

 

Más allá de la desconfianza que los latinos sienten hacia la democracia, para hacer realidad los derechos civiles y políticos plasmados en las constituciones y en los tratados internacionales, el “talón de Aquiles” de su consolidación en AL lo constituye el rezago que hoy viven los derechos sociales y se refleja directamente en la situación económica y social en las naciones que la conforman, finalizó.

 

 

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Foto 01

La caída en el ritmo de crecimiento y el aumento de la pobreza en Latinoamérica parecerían llevar a la región a un callejón sin salida, aseguró Luis Díaz Müller (a la derecha), del IIJ de la UNAM. A su lado Carlos de la Torre.

 

 

Foto 02

Al participar en las III Jornadas sobre globalización y derechos humanos. El mito del desarrollo y las transiciones a la democracia, Rosa María Alvarez de Lara, del IIJ, opinó que la globalización no ha sido analizada de manera suficiente.