12:00 hrs. Septiembre 17 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-657

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

RECONSTRUIR LA NACIÓN MEXICANA, META DE LOS MOVIMIENTOS INDÍGENAS EN MÉXICO

 

·        Cuestionan y se oponen a la noción estatal impuesta por la elite criolla y mestiza: Ambrosio Velasco, director de la FFyL

·        La única solución a los problemas creados por la mundialización es socializar a los emporios en América Latina y el mundo: James D. Cockcroft

·        Los cambios y el movimiento endógeno de las etnias bolivianas forman un nuevo concepto nacional: Mario Miranda

 

Los movimientos indígenas de los últimos años pueden entenderse como cuestionamiento y oposición a la noción estatal impuesta por una elite criolla y mestiza, señaló Ambrosio Velasco, director de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM.

 

Durante la mesa redonda “Crisis de la nación en América Latina”, efectuada en el Aula Magna de esa dependencia, resaltó que estas corrientes no buscan imponer un gobierno étnico sobre otras poblaciones, sino reconstruir la nación mexicana, de manera que convivan los demás grupos, pueblos y grupos sociales que habitan en el territorio.

 

Ello se expresa en su lucha por la autonomía, basada en una revaloración y exigencia de reconocimiento de la pluralidad dentro del Estado. De ahí que la mesa de negociaciones sobre Derechos y cultura indígenas de 1996 haya dado origen a una formulación jurídica contenida en una iniciativa legislativa de reforma constitucional, agregó. 

En su oportunidad, James D. Cockcroft, de la Universidad Estatal de Nueva York, Estados Unidos, apuntó que la globalización y la anexión de América Latina (AL) mediante un acuerdo regional constituyen un nuevo imperialismo. El papel estatal es evidente, no puede aducirse su destrucción, advirtió, pues su pérdida de vigencia carece de sustento teórico o realista.  

 

Definió a este colonialismo como la expansión necesaria del capitalismo, en su etapa de dominación de las monopolios de las inversiones. “Estados Unidos controla más de la mitad de las mayores compañías y bancos en el mundo y es la razón económica de su gran poder”.

 

Para extender y garantizar este vasallaje es necesario el aumento militar y las guerras, y por eso nuestro vecino del norte tiene bases castrenses en más de 130 países, incluida casi la totalidad de AL, destacó el especialista.

 

La única solución a los problemas creados por la mundialización es la socialización de los emporios y sus sucursales en el continente y otras partes del orbe. Sólo alternativas bien pensadas, organizadas y democráticas, adelantó, así como las alianzas entre sociedades, pueden vencer tantos obstáculos.

 

A su vez, Marcelo Torres, de la Universidad de Colombia, manifestó que la nación es la forma progresiva del desarrollo económico social en la modernidad, es decir, del capitalismo, cuyas dimensiones claves han sido el Estado nacional, el mercado interno y la cultura propia; formas necesarias, indispensables y progresivas hasta cuando ese contenido alcance la madurez.

 

La globalización es la tendencia a integrar el planeta en una totalidad monetaria, política y cultural. Esta modalidad connatural al flujo de divisas es simultánea al movimiento proveniente de los siglos XV y XVI, que conformó la división geográfica actual.

 

Cumplió un papel progresivo, a pesar de operar con métodos propios de un sistema social que impone la esclavitud asalariada, en sus dos grandes momentos de expansión universal: el descubrimiento de América y la generalización del libre comercio británico del siglo XIX.

 

Todo ello en contraste con el papel que cumple la actual globalización imperialista, ruinosa y empobrecedora. No obstante, tiene un aspecto positivo, pues ha puesto en marcha un movimiento en su contra y ha organizado los cuestionamientos al modelo neoliberal.

 

Por su parte, Mario Miranda, de la Universidad de Bolivia, destacó que en ese país se creó primero el Estado y luego la nación. Este trastrocamiento de realidades históricas y políticas generó conflictos intermitentes en el deslindamiento de los espacios correspondientes. Su expresión más dramática se dio el año pasado.

 

Los cambios que provocó la internacionalización y el movimiento endógeno de las mayorías étnicas formaron un nuevo concepto nacional, relacionado con la estructura y funcionamiento de un nuevo tipo de administración. Esta cuestión toral tuvo expresión concreta en la exigencia de una nueva práctica política para buscar el reconocimiento formal e institucionalizado de las nacionalidades y etnias postergadas, lo cual implica la vigencia de una organización plurinacional y multiétnica.

 

Subrayó que las etnias bolivianas buscan una organización donde puedan construir una nueva práctica del modelo de democracia ética, en donde cada una de ellas –según su espacio demográfico, la irradiación de su cultura y su participación en la economía del país– puedan integrarse en una estructura estatal, sin exclusiones para nadie, concluyó.

 

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FOTO 01

El profesor norteamericano James D. Cockcroft señaló en la UNAM que el papel del Estado es evidente, no puede aducirse su destrucción, pues su pérdida de vigencia carece de sustento real.

 

FOTO 02

Ambrosio Velasco, director de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, dijo que los movimientos indígenas pueden entenderse como cuestionamientos a la noción impuesta por las elites.