17:00 hrs. Septiembre 9 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-640

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

INVERTIR EN CAPITAL HUMANO, LA MEJOR FORMA DE RESGUARDAR LA SEGURIDAD NACIONAL

 

·        Indispensable, que la Ley de Seguridad Nacional aborde la regulación de los procesos de producción de inteligencia para esta labor, aseveró la diputada Socorro Díaz

·         El director del CISAN, José Luis Valdés, consideró importante discutir las actividades que comprenderá la ley

·        María Marván Laborde, presidenta del IFAI, dijo que mientras más laxa y difusa sea la definición de este término más sencillo será abusar de ella

 

La mejor forma de resguardar la seguridad nacional mexicana es con consistentes inversiones en capital humano que permitan, a mediano y largo plazo, desarrollar nuevas tecnologías, así como garantizar a toda la población el acceso a la educación, aseguró la diputada perredista Socorro Díaz Palacios.

 

Así lo expresó al participar en la conferencia La Ley de Seguridad Nacional mexicana: ¿avance o retroceso?, organizada por los centros de Investigación sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM y de Estudios Internacionales (CEI) de El Colegio de México, celebrada en la sala “Alfonso Reyes” del Colmex.

 

Advirtió que una disposición en esta materia es algo más que un reglamento destinado a normar las funciones del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), que debió ser la primera institución de Estado modificada por la transición política.

 

Al referirse a la nueva Ley, el director del CISAN, José Luis Valdés Ugalde, consideró importante discutir qué actividades de inteligencia comprenderá, así como de qué forma involucraría a los actores que están o estarían participando o coadyuvando a la implementación de la misma.

 

Es necesario definir sus conceptos básicos, así como su carácter de emergencia, lo cual nos lleva a dirimir la diferencia entre amenaza y riesgo, como dos elementos temporales y espaciales distintos.

 

También hay que discutir la importancia de reglamentar el funcionamiento del CISEN y, de forma eventual, la creación de un Consejo de Seguridad Nacional que pudiera regular la actividad de dicho Centro.

 

Al respecto, Díaz Palacios aseguró que el CISEN aún se mantiene en muchos sentidos como un organismo del régimen, y la iniciativa legal, lejos de alejarlo de esa realidad, lo fortalece. “Una adecuada norma reglamentaria puede ubicarlo en el camino correcto, a fin de crear inteligencia estratégica para la seguridad del Estado”, subrayó.

 

La ex dirigente del ISSSTE consideró indispensable debatir una disposición que aborde con profundidad y de manera explícita temas como la regulación de los procesos de producción de datos para esa protección y redefinir los conceptos sobre un horizonte democrático de largo plazo.

 

Además, se deben incluir en la agenda los temas relacionados con  migraciones, producción de alimentos y energía, biodiversidad, ecología, sistema político y mercado de trabajo; además de los ámbitos tradicionales de las tareas del ejército y de la lucha institucional contra el crimen organizado.

 

Díaz Palacios apuntó que debería darse mayor nivel a esta propuesta y convertirla, sin pretensiones conceptuales y operativas sumamente riesgosas, en una sencilla pero necesaria ley reglamentaria del CISEN.

 

 

 

Al inaugurar la conferencia, María del Carmen Pardo, directora del CEI del Colmex, dijo que este tema es de la mayor trascendencia, por lo que es importante enriquecer el debate sobre una materia que tiene gran impacto en la vida del país.

 

En su oportunidad, Eduardo Medina, director general del CISEN, indicó que la Ley establece criterios sustantivos de identidad en la materia y permite catalizar el esfuerzo nacional y consagrar políticamente la voluntad de sumar esfuerzos particulares en un clima de respeto y colaboración institucional, orientado a alcanzar efectividad sin subordinaciones, protagonismos o confrontaciones.

 

Para la presidenta del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Gubernamental (IFAI), María Marván Laborde, la seguridad nacional es, sin lugar a dudas, un asunto de todos, y por tanto debe discutirse, conocerse y definirse.

 

“Mientras más laxa y difusa sea su definición más sencillo será abusar de ella, ya sea para clasificar la información o para justificar acciones de Estado que atenten contra los derechos humanos”, advirtió.

 

Refirió que a lo largo de la historia ha sido visible el mal uso que se ha hecho de ese concepto. “No fueron pocas las ocasiones en donde la secresía gubernamental enmascaró la incompetencia o sirvió de telón para ocultar decisiones irracionales o hasta errores en la toma de decisiones y, en no pocas ocasiones, actos de corrupción”.

 

La seguridad nacional no es un derecho sino un valor. Es más, se trata de la condición previa para el ejercicio de las demás garantías en una sociedad democrática, mientras que el acceso a la información gubernamental y la libertad de expresión están por encima de cualquier restricción por razones de Estado.

 

Marván Laborde resaltó que estamos en una era de corrupción, que representa una amenaza real y tangible. El peligro es que al invocar razones de esta índole se permita que este flagelo florezca. Por ello, debe hacerse un balance entre los derechos del ciudadano y el interés público para conocer la información y la legitimidad de ocultar otra en aras de protección.

Dijo que tras los sucesos del 11 de septiembre de 2001 las energías de los gobiernos del mundo se han enfocado más a combatir el terrorismo que a promover los derechos humanos. Pero la seguridad nacional también depende de la promoción de estos últimos.

 

Para el diputado panista Julián Angulo Góngora, esta iniciativa, representa un punto de inflexión en el tema. Resaltó que la falta de un marco normativo en materia de seguridad nacional permitió en el pasado una alta discrecionalidad en la toma de decisiones, una tendencia a sobredimensionar los riesgos y el predominio de intereses de grupo. Ello, junto con la ausencia de un marco normativo, provocó el surgimiento de la delincuencia organizada y la corrupción, cuyo desbordamiento quedó fuera del control del Estado.

 

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01

José Luis Valdés, Antonio García Torres, María Marván, María del Carmen Pardo, Eduardo Medina, Socorro Díaz, Julián Angulo y Sergio Aguayo en una conferencia organizada por la UNAM y el Colmex.

 

 

FOTO 02

María del Carmen Pardo, Eduardo Medina, Socorro Díaz, Julián Angulo y Sergio Aguayo participaron en la conferencia “La Ley de Seguridad Nacional mexicana: ¿avance o retroceso?”, organizada por la UNAM y el Colmex.