15:00 hrs. Septiembre 8 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-635

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

NECESARIO QUE MÉXICO DEFINA SU POLÍTICA EN MATERIA DE SEGURIDAD NACIONAL

 

 

Especialistas de la UNAM recomiendan que México defina su política exterior en materia de seguridad nacional para reducir al máximo la posibilidad de ser blanco de ataques terroristas. Aunque pidieron no caer en actitudes alarmistas, afirmaron que este flagelo se ha engrandecido en el orbe, en los últimos años, porque quienes lo ejecutan y coordinan saben que pueden encausar el destino al influir en la agenda política mundial.

 

Ante esta evidencia, propusieron el fortalecimiento de los grupos de inteligencia de cada país, los cuales deben trabajar de manera conjunta y horizontal, para eficientar su operación y, con ello, hacer frente a este grave problema internacional.

 

En el caso de México, señalaron la necesidad de llevar a cabo el monitoreo respecto a este flagelo y desarrollar acciones preventivas.

 

En conferencia de prensa, los profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), Cristina Rosas González, José Luis Orozco Alcántar y Linda Moscona Davidoff, hicieron un balance de los aspectos de seguridad nacional de Estados Unidos y México, la situación de Irak y la política de George W. Bush, así como las implicaciones de estos sucesos para nuestra nación a casi tres años de los atentados terroristas del 11 de septiembre en las Torres Gemelas de Nueva York y El Pentágono, en Estados Unidos.

 

La profesora Cristina Rosas González lamentó que en México se coloque al terrorismo como preocupación en materia de seguridad nacional, dado que todavía no se ha logrado definir del todo lo que es este rubro. Por ello, es posible que las incongruencias, inexactitudes y vacíos que tiene se cubran por agendas de otros países como nuestro vecino del norte.

 

Alertó que no se debe descuidar la atención  de los diversos problemas que enfrenta el país y que también son de seguridad nacional, como la pobreza y los recursos naturales,  por colocar a la lucha contra el terrorismo en un nivel de alta prioridad.

 

Incluso, dijo, hay un creciente intercambio de información e inteligencia en esta materia con Estados Unidos y Canadá, sin precisarse un concepto al respecto.

 

Las acciones antiterroristas del vecino país del norte, resaltó, han hecho crecer a este fenómeno, lo que ha propiciado que defina el destino y la política mundial. Ejemplificó con el caso de las pasadas elecciones de España y la situación actual de Australia.

 

Tras hacer un recuento de los acontecimientos que se presentaron en el ámbito internacional y la actitud que tomó el gobierno mexicano luego de los atentados del 11 de septiembre, expresó que México está en proceso de poner al día la legislación para luchar contra el terrorismo, a partir de la ley que tipifica como delito el financiamiento a estos grupos por parte de la Unidad de Inteligencia de la Secretaría de Hacienda.

Nuestro país, insistió la académica, responde a situaciones coyunturales sin un plan maestro, un proyecto nacional a largo plazo bien definido y el cual responde a las presiones y necesidades planteadas por Norteamérica, a fin de cumplir con compromisos políticos.

 

El problema, alertó, es la contradictoria postura mexicana sobre la guerra de Irak, porque por un lado se opuso al uso de la fuerza, pero por el otro aceptó dar capacitación electoral a funcionarios de esa nación. Este hecho y el incurrir en el paralelismo de la agenda nacional con la de la Unión Americana, ponen a nuestro país “en la mira de organizaciones terroristas”.

 

En su intervención, el académico José Luis Orozco Alcántar subrayó que en México la seguridad nacional no ha sido definida realmente. Aspectos como la conformación de grandes cuerpos policiacos requieren de otros elementos, pero no se puede tan pragmáticos como Estados Unidos si la situación no es igual.

 

Sobre el cambio del presidente estadounidense, indicó que no es trascendental, porque se trata de personas que provienen del mismo medio, universidad y fraternidades. El traslado de esa estafeta, agregó, sería más de persona que de partidos.

 

A esto se suma, recalcó, que la política exterior del vecino país es bipartidista, es decir, tanto los republicanos como los demócratas se han comprometido a que sea una sola, por lo que es un unipartidismo que difícilmente se puede romper, es como un priísmo.

 

Luego, señaló que los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, dieron un viraje impresionante a la vida de esa nación e implicó la profundización de sus tendencias, remontables a los comienzos de la república.

 

En política interna, argumentó, se generó un nuevo proceso de “miedo rojo”, que acompaña a la historia estadounidense casi desde sus inicios. Sin embargo, dijo, ningún país ha vivido sin la presencia de un enemigo permanente, trátese de quien sea, desde las poblaciones indígenas a los socialistas o comunistas.

 

Respecto a la política exterior, comentó, la aparente novedad es la “guerra preventiva” inventada por Bush para, al margen del derecho internacional, atacar a países distantes con el pretexto de que representan un peligro potencial para su nación.

 

Esta gran estrategia, recalcó, es parte de su historia, cuya estructura y vida llamada democrática o dadora de oportunidades materiales, se crea con la expansión y ocupación militar de otros terrenos.

 

Se trata, abundó, de la “tesis de la frontera” norteamericana, pues lo  que americaniza y democratiza a ese país es la expansión territorial y, luego, la bancaria y financiera.

 

La académica de la misma Facultad, Linda Moscona Davidoff, habló sobre la historia de Irak para comprender el violento caos que sufre. Sostuvo que se ha exacerbado la animadversión, al calificarse de perversos y enemigos a todos los extranjeros, sin importar su origen, y de terroristas a los habitantes de ese país.

 

Comentó que al parecer el caos total no terminará en poco tiempo, debido a que no hay instituciones, está dividido entre sí, y la nación está a merced de la situación extranjera.

 

A más de un año de la invasión a Irak, explicó, no se ha restablecido el orden porque cuando se derroca una dictadura es difícil substituirla de un día para otro sin la existencia de instituciones. Ello, propicia que la situación esté “empantanada”.

 

Los supuestos “libertadores”, añadió, no han sido recibidos como héroes, sino como invasores; las batallas, emboscadas y secuestros se realizan a diario; las condiciones de vida actuales corresponden a las de un país, ya de por sí dañado por un embargo anterior, y en una situación de guerra que no termina.

 

Los Chiitas que supuestamente se unirían a las fuerzas liberadoras, manifestó, se han rebelado contra los invasores y la violencia genera más agresiones. El hecho de haber capturado hace unos meses a Sadam Husein no ha variado la situación interna a pesar de unas seudoelecciones para encabezar el gobierno, finalizó.

 

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PIES DE FOTO

 

 

FOTO 01

 

Linda Moscona, Cristina Rosas y José Luis Orozco, profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, dijeron que México necesita definir su política en materia de seguridad nacional para reducir la posibilidad de ataques terroristas.

 

 

FOTO 02

 

Cristina Rosas González, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, señaló que México debe realizar un monitoreo sobre el terrorismo y desarrollar acciones preventivas para evitar su presencia.

 

 

FOTO 03

 

José Luis Orozco y Linda Moscona, profesores de la FCPyS de la UNAM, hicieron un balance sobre la situación actual de Irak y la política estadounidense de George W. Bush, a casi tres años de los atentados del 11 de septiembre en el vecino país del norte.