Boletín UNAM-DGCS-632
TIENE MÉXICO CLARIDAD EN SU IDENTIDAD NACIONAL
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Natividad Gutiérrez Chong, académica del
Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, dijo que ello es resultado
del esfuerzo institucional
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La educación estandarizada, los libros de
texto gratuitos y la permanencia del magisterio, en especial del femenino,
permiten que la población tenga semejanza en sus referentes
México es el país de América
Latina que tiene mayor claridad de su identidad nacional, resultado del
esfuerzo institucional, afirmó la académica del Instituto de Investigaciones
Sociales (IIS) de la UNAM, Natividad Gutiérrez Chong, al subrayar que la
educación estandarizada y unificada, los libros de texto gratuitos y la
permanencia del magisterio, sobre todo femenino, permiten que en este sentido
la población tenga semejanza en sus referentes.
La capacidad de los mexicanos
de verse a sí mismos y reconocer al otro con igual identidad, precisó, es parte
del mosaico social, pues los más de 100 millones de personas que conforman la
nación viven en el anonimato al no conocerse entre ellos.
A ello se suma, resaltó, la
existencia y continuidad de tradiciones, la inculcación cívica basada en los
mismos héroes y símbolos, así como el sentido de lealtad a la patria y la
soberanía, informaciones que configuran la autenticidad.
La socióloga, especialista en
nacionalismos, abundó que el sustento principal de esas informaciones ha sido
promovido por la escuela, en particular del nivel básico, mediante las
profesoras, libros de texto gratuito y rituales cívicos: las festividades con
la recreación del calendario académico y las celebraciones de los actos
heroicos.
No es sólo la percepción de lo
mexicano, pues este factor es elástico y sujeto a variaciones e
interpretaciones, argumentó. Pero hay un conjunto de referentes, conocidos como
arquetipos, que marcan la identidad.
La autora de “Mujeres y
nacionalismos en América Latina”, ejemplificó con el caso de los inmigrantes en
Estados Unidos, cuya pertenencia se mantiene porque permanecen los símbolos de
lo mexicano.
La investigadora del IIS
puntualizó que uno de sus papeles fundamentales, aunque no el único, es como
maestras en el desarrollo del nacionalismo, dado que son quienes enseñan la
educación cívica en las escuelas.
Otros aspectos destacados,
detalló, han sido sus contribuciones en las luchas de Independencia; en la
necesidad de defender lo que sienten es parte de su colectividad como el
territorio y su participación para construir, reinventar o refabricar sus
culturas e identidades.
Especificó como un elemento más el
escenario político, en el que empiezan a obtener lugares no sólo de
representatividad, sino también en la toma de decisiones.
Gutiérrez Chong se refirió a
sus investigaciones y dijo que casi no se sabe hasta qué punto la nación y las
mujeres se encuentran y se desencuentran.
Por lo general, explicó, se
piensa que el nacionalismo es un asunto de hombres, porque está relacionado con
la formación y la transformación, el desarrollo político del Estado, ámbitos
públicos donde el sexo femenino ha estado ausente o ha tenido poca
participación.
Por otra parte, agregó, está
asociada con la nación. De ahí que la socióloga identificó tres tipos de
conceptos: el de las gestas independentistas. Es decir, dejar la época colonial
y aspirar al derecho de autodeterminación y crear un Estado propio.
Aquí, precisó, se identifican
como las heroínas y se resalta su intervención en las diferentes luchas, pero
casi no se conocía su pensamiento ni ideas de patria reproducidas o creadas
intelectualmente por ellas, pues el gobierno era un ámbito público
preferentemente masculino.
Los nacionalismos, externó,
están relacionados con el alfabetismo. El número de mujeres que sabían leer y
escribir era reducido, ni siquiera las de elite, o lo hacían sin una
circulación de ideas importantes. Por ese motivo, su papel fue marginado y su
pensamiento político fue limitado.
El segundo concepto, dijo,
ocurre desde fines del siglo XIX, con una importante labor del Estado después
de 1920. Esto es, se crea a la nación por medio de la educación pública y de
las comunicaciones para conformar una comunidad homogénea en cultura y lengua.
En este rubro, para construir
al país se requirió de una fuerza importante que fueron las profesoras de
educación primaria. El esfuerzo institucional por llevar a cabo una formación
estandarizada fue un trabajo realizado por las maestras, quienes reproducen el
nacionalismo oficial con los libros de texto gratuito y los rituales cívicos. Desde
1960 es unificada, lo cual es un avance importante si se compara con otras
naciones.
El tercer tipo, que todavía
atestiguamos, es el referente a la capacidad contestataria de grupos como
indígenas y migrantes, que revierten y cuestionan el patriotismo basado en la
homogeneidad. Esto se entiende como la construcción de la nación multicultural
y de los reconocimientos por las identidades diferenciadas.
En este campo, se recuperan
ideas, pensamientos intelectuales reflejados en las diferentes formas de expresión
sobre la forma en que las mujeres piensan sobre la nación.
En la actualidad, sostuvo, las
indígenas trabajan de una manera más valiente en la defensa de sus saberes y
derechos, porque han estado excluidas del proceso de construcción nacional, lo
que inaugura una nueva época y horizonte de cómo la restitución de los pueblos
y la cultura se nutrirán con contenidos intelectuales y creadores del sexo
femenino.
En el proceso construcción del
país, a partir de los años 20, además de las maestras colaboraron las
enfermeras y telegrafistas. Hoy, lo hacen ambos sexos.
Sin embargo, consideró que
todavía hay un “largo camino por recorrer”, porque se requiere edificar las
bases para que haya una mayor redistribución financiera y una revaloración
cultural. Ambos elementos relevantes para lograr la equidad.
Dio como ejemplo el sector
femenil indígena, considerado el más pobre. Explicó que sin una redistribución
del ingreso este problema estructural y cíclico no tendrá un aliciente ni forma
de solución.
Natividad Gutiérrez expuso que
también es importante dar un mayor
impulso a la revaloración cultural del sexo femenino, debido a que en México
todavía están vistas como madres, sufridas e incapaces –hasta cierto punto– de
tomar decisiones. Además, hay temor por la falta del cambio en este sentido,
porque existen otras posibilidades en las que su participación es de
trascendencia.
Para lograr esta
transformación se requiere una estructura adecuada y organización del Estado.
Los distintos sectores de la sociedad civil pueden contribuir a esta
dignificación o revaloración por medio de la educación y de abrir oportunidades
en la estructura laboral.
Asimismo, relacionó el cambio
con un examen profundo de cómo se ve a México sin la colaboración creativa de
las mujeres en su desarrollo. Reflexionó que se estaría al margen de avances
importantes si el sexo femenino no lograra las oportunidades para participar en
forma conjunta. Hay prejuicios y falta de cultura política para reconocer su
valor, recalcó.
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PIES DE FOTO
FOTO 01
Natividad Gutiérrez Chong, del IIS de la
UNAM, destacó que las maestras han inculcado el nacionalismo en México, pues
son ellas quienes enseñan la educación cívica en las escuelas.
FOTO 02
Casi no se conoce el pensamiento político ni social de las mujeres, por ser el Estado un ámbito preferentemente masculino, reveló la investigadora de la UNAM Natividad Gutiérrez Chong.