06:00 hrs. Agosto 19 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-581

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

GENERA COMPRAVENTA INFORMAL DE TIERRA ASENTAMIENTOS IRREGULARES

 

 

La mayoría de los asentamientos irregulares en México se han generado por la compraventa en el mercado informal de predios y no por invasiones. Obedece a la demanda por adquirir un espacio donde las nuevas generaciones puedan vivir con calidad de vida, señaló Fernando Portilla Higareda, de la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra (Corett). 

 

Al dictar la conferencia La regularización de la tenencia de la tierra en México: Balance actual y opciones para el futuro, realizada en el Auditorio de la Coordinación de Humanidades de la UNAM, agregó que los “suelos de origen social” han sido, en las últimas décadas, el único recurso para las familias pobres.

 

Recordó que de 1917 a 1992 el reparto agrario permitió dotar a 30 mil ejidos y comunidades de aproximadamente 103 millones de hectáreas, las cuales conformaron más de la mitad del territorio nacional, beneficiando a 3.5 millones de campesinos.

 

En todo caso, el problema de la irregularidad es y ha sido fiel reflejo de las condiciones socioeconómicas del país. En ello tiene que ver tanto la migración del campo a las ciudades, como el rezago en la planeación del desarrollo urbano.

 

Al hacer un balance sobre la situación actual en la materia, Portilla Higareda informó que a mediados del siglo pasado había 25 millones de mexicanos, de los cuales el 75 por ciento vivía en zonas rurales y se dedicaba a la producción agropecuaria. En la actualidad suman más de 100 millones y sólo una tercera parte de la población total se dedica a la agricultura, mientras el resto vive en urbes con más de 100 mil residentes.

 

La demanda de suelo para vivienda ha rebasado con mucho a los gobiernos locales, por ello se advierten en las principales metrópolis mexicanas asentamientos con un alto rezago en materia de infraestructura y servicios básicos. También, dijo, generó acaparamiento y especulación, y en otros casos invasiones.

 

El crecimiento urbano ocupó terrenos ejidales o comunales que, de acuerdo con la ley, no pueden ser vendidos ni cambiar su uso sin una desincorporación previa. Sin embargo, los beneficiarios, presionados por la situación económica y la dinámica propia de la construcción, vendieron de manera irregular, manifestó.

 

Destacó que esta compraventa resultó más cara para todos. En primera instancia porque los ejidatarios vendieron sus tierras a mucho menor costo del real; los compradores obtuvieron predios sin mayor seguridad que la simple posesión y a la larga pagaron más para legalizar su situación.

 

A su vez, dijo, los gobiernos estatales y municipales gastaron hasta cuatro veces más recursos en la introducción de servicios básicos, como la electrificación, drenaje y agua potable en esos espacios. 

 

Ante esta situación, el especialista explicó algunas opciones para frenar las invasiones de tierras y los asentamientos irregulares en México; problemática, dijo, de las ciudades grandes y medianas del país, pues quienes ocupan esas zonas no están contemplados dentro los planes de desarrollo urbano y carecen de servicios básicos.

 

De ahí que la Corett opere el Programa Suelo Libre, que  ofrece una opción legal para garantizar la expansión ordenada, legítima y sustentable del entorno, respetando siempre las atribuciones constitucionales de los municipios.

 

Centra su atención, sobre todo, en las tierras ociosas bajo el régimen de propiedad ejidal o comunal y que estén consideradas para la expansión citadina por los lineamientos oficiales vigentes, cuya ocupación irregular se vislumbre o bien, cuya venta sea inminente en el corto plazo.

 

Al hacer sus consideraciones finales, destacó que en el mercado inmobiliario, particularmente el urbano, sea cual sea su origen, predominan factores de carácter económico, de ahí la importancia de plantear fórmulas novedosas de negociación con los núcleos agrarios, en donde obtengan beneficios claros y justos por su tierra y que, por otra parte, permitan satisfacer la demanda social.

 

Se debe “promover la incorporación de suelo en dos vertientes: la que tiene como propósito el ordenamiento y su comercialización para satisfacer necesidades industriales, comerciales y de servicios; y la que nos permita atender la necesidad de tierra de la población de escasos recursos”, sugirió.

 

Sólo en la medida que se puedan ofertar lotes baratos, se estará en posibilidad de competir con las transacciones informales y evitar la proliferación de los asentamientos irregulares y sus negativas consecuencias, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

La mayoría de los asentamientos irregulares en México se generaron por compraventa en el mercado informal y no por invasiones, señaló en la UNAM Fernando Portilla Higareda, de la Corett. 

 

 

FOTO 2

Fernando Portilla Higareda, de la Corett, dictó la conferencia La regularización de la tenencia de la tierra en México: Balance actual y opciones para el futuro, en la UNAM.