Boletín UNAM-DGCS-579
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
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Se trata de una galaxia a 13 mil millones de
años luz de distancia: José de la Herrán, de la DGDC
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Con un costo de mil 500 millones de
dólares, sus resultados han sido sorprendentes, afirmó
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Su sustituto tendrá una capacidad 10
veces mayor para captar la luz
La imagen más lejana que se tiene del universo fue
avistada recientemente por el telescopio Hubble, que orbita alrededor de la
Tierra. Se trata de una galaxia a 13 mil millones de años luz de distancia que,
además, está detrás de un cúmulo cerrado de conjuntos galácticos.
Así lo reconoció el ingeniero José de la Herrán, asesor
de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la UNAM, en el
auditorio del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET).
En la conferencia “Cosmoimágenes desde el Hubble”,
explicó que tal descubrimiento fue posible gracias al efecto amplificador de
ese conjunto, que funciona como un “lente gravitacional” y hace que la luz
proveniente de atrás alcance al instrumento.
Empero, recordó, el Hubble ha tenido problemas. Su
diseño, que depende en partes iguales de la NASA y la Agencia Espacial Europea,
inició en la década de los setenta, pero no fue sino hasta el 24 de abril de
1990 que el transbordador Discovery lo puso en órbita. Con el transcurso de los
años se fueron integrando nuevos elementos.
A eso se sumó que cuando se puso en el espacio se
descubrió que el instrumento “veía” mal, debido a que en la fábrica que realizó
el diseño óptico, uno de los calculistas se equivocó. Al momento de especificar
la excentricidad del espejo primario hubo un error.
El telescopio no se pudo probar en Tierra. Resultaba
complicado por ser delgado y estar pensado para trabajar en la ingravidez. Para
hacerlo, se requerían dispositivos costosos. El resultado de enviarlo al
espacio sin verificar fue que las primeras imágenes llegaron borrosas, dijo De
la Herrán.
El diagnóstico fue una aberración esférica. “Revisaron
los cálculos y se vio que el error estaba en la curva del espejo principal. Se
planeó entonces construir instrumentos que cancelaran esa falla debido a que
era imposible su corrección”, especificó.
Durante el primer trabajo de mantenimiento, planeado para
realizarse cada tres años, explicó, se subieron esos aditamentos. De paso se
modificaron las cámaras. Con esto se dio un gran adelanto y a partir de
entonces funcionó bien.
Su costo original fue de 400 millones de dólares, pero
alcanzó un total de mil 500 millones, pues los retrasos implican gastos que se
sumaron al proyecto. Empero, el resultado ha sido sorprendente para todos,
opinó.
Situado por encima de la distorsionante atmósfera
terrestre, obtuvo las imágenes más nítidas del universo en la historia de la
astronomía óptica. Su núcleo es un espejo primario de 94.5 pulgadas de
diámetro, el más liso que se haya pulido jamás. Está compuesto de una aleación
de cristales de sílice y pesa alrededor de mil 800 libras.
Puede determinar la posición de cuerpos celestes, que
equivale a divisar un par de luciérnagas en Tokio desde Nueva York. Esta visión
agudísima supera de 10 a 20 veces la resolución típica que obtienen los grandes
telescopios situados en la superficie terrestre.
El Hubble ha sido utilizado para examinar los límites del
universo visible y revelar cuerpos nunca vistos, cercanos al horizonte del
cosmos. Puede observar objetos a través de una vasta franja del espejo
electromagnético, desde la luz ultravioleta, pasando por la visible, hasta la
longitud de onda de los rayos infrarrojos próximos.
Sin embargo, expuso José de la Herrán, la administración
de la NASA decidió que ya no se le dará mantenimiento, entre otras cosas porque
no hay manera de hacerlo, debido a que los transbordadores están inactivos por
los accidentes de los últimos años. Eso ha atrasado todo el trabajo de la
agencia espacial.
Ellos son los únicos vehículos capaces de llevar piezas
de toneladas de peso. Por ello, en alrededor de dos años, el telescopio se
perderá. “Es necesario subir cada tres o cuatro años a recargar los tanques de
gases que sirven para mantenerlo en órbita, así como para cambiarlo de ángulo y
apuntarlo en otra dirección. De otro modo caerá”, advirtió.
Ese final no debería permitirse, sostuvo, sobre todo faltando
mucho tiempo para que el próximo gran telescopio espacial sea colocado en una
órbita mucho más lejana (la del Hubble es de 600 kilómetros de altura), el cual
tendrá una capacidad 10 veces mayor para captar luz.
Cuando se lanzó, se tenía
proyectado que funcionara hasta el 2012 y su transmisión de imágenes se
“empalmara” con las del nuevo instrumento que se pondrá en el espacio antes del
2010. Al parecer, ya no ocurrirá así, finalizó De la Herrán.
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PIES DE FOTO
FOTO 01
Una galaxia a 13 mil millones de
años luz de distancia fue avistada recientemente por el telescopio Hubble. Es
la imagen más lejana que se tiene del universo.
FOTO 02
José de la Herrán, asesor de la DGDC de la UNAM, dictó la conferencia “Cosmoimágenes desde el Hubble”, donde explicó los últimos descubrimientos con ese instrumento.