06:00 hrs. Agosto 15 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-570

Ciudad Universitaria

 

 Pies de fotos al final del boletín

BENEFICIA AL PAÍS LA REPATRIACIÓN DE CEREBROS

 

 

·        Además con su regreso y aplicación de conocimientos y habilidades se le retribuye  a México el apoyo que les otorgó en su formación: Sandra Elizabeth Rodil Posada académica de la UNAM

·        Este plan es funcional tanto para el investigador como para la institución receptora, aseveró

 

Es conveniente el regreso a México de expertos en diferentes disciplinas, para aplicar y desarrollar los conocimientos adquiridos en beneficio del país, señaló Sandra Elizabeth Rodil Posada, académica del Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM) de la UNAM, quien añadió que la repatriación les permite “pagar” las becas otorgadas por la sociedad mexicana para cursar estudios en el extranjero.

 

La doctora en Ciencias de materiales por la Universidad de Cambridge, Inglaterra, e integrante del Programa de Repatriación, destacó que este plan es funcional tanto para el investigador como para la institución receptora.

 

Por un lado, explicó, brinda al especialista la oportunidad de retornar con un empleo, luego de estudiar el doctorado en alguna disciplina en el exterior. Ello también propicia demostrar sus conocimientos y habilidades.

 

Por el otro, agregó, es favorable para la instancia donde se ofrece el trabajo, porque sólo cubre la mitad del salario, la otra viene del Programa de Repatriación. Así puede probar y conocer las capacidades del candidato antes de comprometerse a una contratación futura.

 

No obstante, ante la falta de oportunidades en México, prefieren quedarse y asegurar su relación laboral, advirtió.

 

Más adelante, explicó que el Programa de Repatriación se otorga durante un año, en tanto la institución se compromete a contratar al investigador por otro lapso.  Durante este bienio colabora con el contratante, donde debe formar un grupo de trabajo, reclutar estudiantes, obtener proyectos que le darán recursos para continuar con su actividad educativa y de estudio.

 

Este plan está abierto a cualquier estudiante que haya obtenido una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y cualquier centro educativo mexicano tiene oportunidad de recibir a los académicos graduados.

 

Luego se obtienen los requisitos para solicitar titularidad y definitividad. Entre ellos está el número de publicaciones, la formación de recursos humanos –estudiantes de licenciatura y maestría–, respaldo económico para el desarrollo de la investigación y demostrar que ese trabajo es independiente.

 

Sandra Elizabeth Rodil consideró fundamental para detener la “fuga de cerebros” crear suficientes empleos. Sin embargo, precisó, deben acompañarse de salarios bien remunerados.

 

Mientras que en la actualidad en México no existe ese tipo de criterios, en otros países se toma en cuenta la formación, edad y experiencia. En la nación hay un gran rezago al respecto: “Dedicar tantos años a la preparación y terminar con una paga que no recompensa ese esfuerzo”.

 

Manifestó que una alternativa para obtener recursos económicos para la generación de conocimiento es mediante una relación más estrecha entre las universidades y la industria.

En las instituciones de educación superior, destacó, se realiza una labor fundamental que se podría aplicar a la ciencia nacional mediante la transferencia de tecnología. Todo ello, dijo, redundaría en beneficio de la economía del país.

 

Expresó su preocupación porque la iniciativa privada no esté interesada en esa innovación. Prefiere comprar equipo ya probado y aplicarlo que acercarse a universidades y centros donde se resuelven problemas reales con saberes e instrumentos propios.

 

La investigadora del IIM, quien regresó a México al concluir su doctorado en el 2000, y formó parte del Programa de Repatriación de 2001 a 2002, ha producido investigación científica, formado estudiantes y publicado artículos. Además de conformar un grupo de trabajo productivo, se especializó en recubrimientos de películas con carbono y nitruro de carbono amorfo. Con el primero se buscó trabajar con material electrónico, pero también se le encontraron propiedades mecánicas para proteger materiales, dada su mayor resistencia y durabilidad.

 

Respecto del nitruro, detalló, se buscó un material teóricamente predicho, de suma dureza, tanto como el diamante. El resultado fue la adquisición de conocimientos de las propiedades ópticas, mecánicas y otras de ese compuesto, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

 

Foto 01

 

Sandra Elizabeth Rodil Posada, del IIM de la UNAM, aseguró que es conveniente el regreso a México de expertos en diferentes disciplinas, para aplicar los conocimientos adquiridos en beneficio del país.

 

 

Foto 02

 

El Programa de Repatriación de científicos mexicanos es funcional tanto para el investigador como para la institución receptora, consideró la doctora en Ciencias de materiales, Sandra Elizabeth Rodil Posada.