Boletín UNAM-DGCS-551
Ciudad Universitaria
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final del boletín
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El filósofo francés aseguró que la forma
moderna de este modelo es una experiencia histórica y no una idea encarnada
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Resaltó que una de sus críticas esenciales
es que descansa en la incompetencia
La democracia moderna es un
proceso interminable en todo el mundo. No está ni inacabada ni es imperfecta,
aseguró el filósofo francés Yves Duroux, quien señaló que la forma actual de
este modelo es una experiencia histórica y no una idea encarnada, por lo que su
trayectoria efectiva ha encontrado obstáculos que le son propios.
Al impartir la conferencia La democracia como problematización
occidental de la política, en el Salón de Usos Múltiples del Instituto de
Investigaciones sociales (IIS) de la UNAM, Yves Duroux dijo que uno de sus
principales problemas es la relación entre lo político y lo social.
“Si su forma reciente proclama
la soberanía del pueblo, y si el Estado libera a la sociedad de los vínculos
comunitarios, pronto se hace evidente que el conjunto era desigual y que era
necesario buscar en la propiedad el secreto de este desequilibrio”, refirió.
Otra cuestión, abundó, es el
del saber. Una de sus críticas esenciales es que descansa en la incompetencia.
Un tercer punto es la
dificultad de las elites. El mecanismo representativo de delegación,
consustancial a este modelo, hace aparecer, de manera forzosa, grupos
privilegiados. Es decir, el dispositivo produce desigualdad política.
Otra duda es la opinión. O
bien se considera que es una manipulación por empresarios políticos, o es el
área misma de la democracia política. Es en ella donde se constituye finalmente
su vitalidad, por lo que es necesario rehabilitarla.
Refirió que otro problema es que la
excepción es la regla. Esta vía está marcada por principios de funcionamiento,
publicidad, discusión, y por otras de carácter temporal, lo que se llama el
calendario electoral. Ellas parecen proteger esta actividad, aunque de hecho la
bloquean, obstaculizan y adormecen. Por eso, en sus críticos se da mucho valor
a la excepción.
El académico francés comentó
que en la actualidad es la palabra clave del bien político y ha tenido un éxito
prodigioso, superior incluso al de las grandes religiones llamadas universales.
Por otra parte, Yves Duroux
señaló que en los territorios donde estas prácticas parecen bien implantadas
hay varias que provocan malestar. Hoy día no se puede separar su acción de la
teoría: “No ha existido siempre. Esta experiencia histórica es propiamente
occidental, desde su elaboración griega, y su globalización tendencial actual
constituye más un enigma que una evidencia”.
Este vocablo fue inventado por
sus enemigos, puesto que de ella se desprende el vocablo cracia, que en griego
significa poder, pero no el normal o benévolo, sino el violento. Por otra
parte, el demos es lo incontrolable.
Así que fue creada para criticar a ese tipo de régimen.
En consecuencia, las grandes
revoluciones modernas: la inglesa, francesa y norteamericana –esta última
también perteneciente al mismo contexto intelectual y práctico– no se
autodenominaron democracias sino repúblicas.
Finalmente, este concepto
apareció no como característica de un régimen político, sino más bien como una
especie de Estado o circunstancia de la sociedad.
Su promoción actual provino,
sobre todo, para enfrentarla al totalitarismo. De hecho, fue utilizada de forma
masiva durante la Guerra Fría como arma de guerra. No obstante, abundó, al
parecer no puede prescindir de sus enemigos. Por ello, se inventó un nuevo
oponente: el terrorismo.
Explicó que toda comunidad
combina dos rasgos. En primer lugar la pertenencia del individuo a un conjunto
que lo antecede y, como segundo tópico, la naturaleza jerárquica de ese
fenómeno. Cada colectividad instituye relaciones de subordinación personal que
no hay que analizar como desigualdades, concluyó.
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PIES DE FOTO
Foto 01
El filósofo
francés Yves Duroux aseguró en la UNAM
que la democracia moderna es un proceso interminable en todo el mundo. No está
ni inacabada ni es imperfecta.
Foto 02
El catedrático
francés Yves Duroux dictó en el Instituto de Investigaciones Sociales de la
UNAM la conferencia “La democracia como problematización occidental de la
política”.