17:30 hrs. Agosto 4 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-547

Ciudad Universitaria

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DEMOCRACIA, DESIGUALDAD Y POBREZA, TRIÁNGULO CARACTERÍSTICO DE AMÉRICA LATINA: DE LA FUENTE

 

·        Participó en la discusión sobre el Informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) “La Democracia en América Latina”

·        También intervinieron el coordinador del Seminario Universitario de la Cuestión Social, Rolando Cordera, los investigadores de la UNAM, Jorge Eduardo Navarrete y Jacqueline Peschard, así como el escritor Carlos Monsiváis

 

El rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, advirtió que hoy el triángulo característico de América Latina está compuesto por democracia, desigualdad y pobreza. “Se aplicaron las recetas, pero no hubo crecimiento y cuando se dio, no hubo distribución”.

 

En ninguna otra parte del mundo, aseveró, ha habido en forma simultánea tanta democracia, tanta desigualdad y tanta pobreza. Sin embargo, enfatizó, en la región el régimen democrático debe preservarse y avanzar a partir de lo construido.

 

Lo anterior se desprende  del Informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) “La Democracia en América Latina”, organizado por el Seminario Universitario de la Cuestión Social y la Coordinación de Humanidades.

 

De la Fuente subrayó que la democracia es condición para el desarrollo económico sostenible y equitativo; recalcó que no hay competitividad con exclusión social ni crecimiento sin cohesión social y, en consecuencia, lo alcanzado no está asegurado.

 

Algunos problemas ancestrales, expuso, se han exacerbado por la concentración de la riqueza, pues tan sólo el índice de desigualdad en la distribución del ingreso ha aumentado. En sí, remató, todos los países de la región, sin excepción, son más desiguales que el promedio mundial.

 

Ante el coordinador del Seminario Universitario de la Cuestión Social, Rolando Cordera, el escritor Carlos Monsiváis, y los investigadores de la UNAM, Jacqueline Peschard y Jorge Eduardo Navarrete, el rector señaló que el empleo ha perdido fuerza como medio de inserción social, lo cual calificó como “muy delicado”.

 

El promedio anual del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, precisó, no tuvo variaciones en los últimos 20 años. En América Latina es de tres mil 850 dólares, lo que contrasta con los 22 mil dólares que es en Europa y los 36 mil en Estados Unidos.

 

En su participación, el embajador e investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), Jorge Eduardo Navarrete, comentó que el informe del PNUD insiste en mirar hacia el futuro y se basa en un diagnóstico amplio y cuidadoso de la evolución reciente y situación actual sobre todo de las instituciones electorales.

 

Este informe, agregó, tiene proyección. Uno de los riesgos contemporáneos para la democracia latinoamericana es la amenaza de su irrelevancia ante los problemas de la gente.

 

A su juicio, se requiere más democracia, con mayor efectividad. Los instrumentos y mecanismos para que la población contribuya en este rubro, especificó, es la esencia del concepto de democracia de ciudadanía.

 

Se trata, indicó, de acciones y organizaciones civiles que demandan mayor capacidad de respuesta efectiva de las autoridades electas y, al tiempo, la fortalecen al legitimizar a las autoridades efectivas y responsables y con la sanción a las ineptas y a las que se niegan a rendir cuentas. Hechos con los que se empieza a experimentar en México.

 

En su intervención, la académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Jacqueline Peschard, anotó que para definir las características del régimen político y determinar si es democrático en la región latinoamericana, el informe del PNUD va más allá de los cuatro indicadores básicos de democracia electoral.

 

Destacó la  importancia de la participación ciudadana. Dijo que una de las condiciones básicas para el ejercicio del sufragio es que todas las personas tengan acceso a manifestar su voluntad y ser inscritos en el Padrón Electoral. Este indicador en América Latina es favorable, alcanza el 83.3 por ciento de quienes están en posibilidades de votar.

 

Está por encima del 69.5 por ciento cifra promedio de los ciudadanos con registro electoral en Estados Unidos, aunque se ubica por debajo del 96.2 por ciento registrado en la región europea.

 

Otro elemento que resaltó es la participación efectiva. En América Latina asisten a las urnas el 62.7 por ciento de los empadronados, lo que contrasta con el nivel estadounidense que es del 45.7 por ciento. En países como Guatemala y Colombia, explicó, la participación electoral apenas es del 35 por ciento, cifra similar a la que se presenta en comicios locales de México.

 

A su vez, el escritor Carlos Monsiváis, alertó que entre las causas de las limitaciones de las democracias latinoamericanas, en el informe del PNUD no se habla del analfabetismo funcional, obstáculo de la mayor importancia en el desarrollo de la región.

 

La cuota de lecturas, puntualizó, no ilumina la sabiduría de los analfabetas ni indica superioridad moral de ninguna especie, pero dificulta la comprensión de algunos debates ideológicos y las explicaciones de procesos de razonamiento colectivo.

La falta de lectura, abundó, es uno de los grandes escollos para la democracia en América Latina. La democracia electoral, agregó, es ya ciudadana. Lo que marca la tardanza de ésta última es la identificación prevaleciente entre la pobreza de recursos y el fracaso electoral.

 

 Además, aseveró que en materia de elecciones la limitación más grave de la democracia es la falta de respeto equitativo del capital y para ello las conclusiones del documento del PNUD son inequívocas: las oportunidades de cada persona clarifican sus vínculos con el proceso democrático.

 

El coordinador del Seminario, Rolando Cordera, manifestó que se expusieron los problemas que tienen las sociedades para cumplir el compromiso de construir las instituciones que en efecto hagan de la democracia un discurso, un proceso, una forma de gobierno irrenunciable.

 

Consideró que estamos en un momento en que se debe arriesgar y recuperar la perspectiva histórica como única vía para dejar atrás y superar el presente continuo, lo que propone el consenso de Washington.

 

Para ello, apuntó, es fundamental asumir que el gran relato es el de la globalización y es importante en América Latina dejar de lado que la globalización ya se constituyó en un orden internacional.

 

Aclaró que la globalización no ha producido un nuevo orden. Es necesario, dijo, incorporarla como proceso no resuelto, pero real e intelectual. Y con esto, también se debe recuperar panoramas y objetivos históricos como es la ciudadanía social.

 

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Pies de fotos

 

Foto 01

 

Rolando Cordera, Jacqueline Peschard, Juan Ramón de la Fuente, Carlos Monsiváis y Jorge Eduardo Navarrete durante la discusión sobre la democracia en América Latina.

 

Foto 02

 

Aspecto del Auditorio de la Coordinación de Humanidades de la UNAM donde se presentó el informe del PNUD “La Democracia en América Latina”.

 

Foto 03

 

Gran interés causó la presentación del Informe del PNUD “La democracia en América Latina”, efectuada en la Coordinación de Humanidades de la UNAM.