Boletín UNAM-DGCS-547
Ciudad Universitaria
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DEMOCRACIA,
DESIGUALDAD Y POBREZA, TRIÁNGULO CARACTERÍSTICO DE AMÉRICA LATINA: DE LA FUENTE
·
Participó en la discusión sobre el Informe
del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) “La Democracia en
América Latina”
·
También intervinieron el coordinador del
Seminario Universitario de la Cuestión Social, Rolando Cordera, los
investigadores de la UNAM, Jorge Eduardo Navarrete y Jacqueline Peschard, así
como el escritor Carlos Monsiváis
El rector de la UNAM, Juan
Ramón de la Fuente, advirtió que hoy el triángulo característico de América
Latina está compuesto por democracia, desigualdad y pobreza. “Se aplicaron las
recetas, pero no hubo crecimiento y cuando se dio, no hubo distribución”.
En ninguna otra parte del
mundo, aseveró, ha habido en forma simultánea tanta democracia, tanta
desigualdad y tanta pobreza. Sin embargo, enfatizó, en la región el régimen
democrático debe preservarse y avanzar a partir de lo construido.
Lo anterior se desprende del Informe del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) “La Democracia en América Latina”, organizado
por el Seminario Universitario de la Cuestión Social y la Coordinación de
Humanidades.
De la Fuente subrayó que la
democracia es condición para el desarrollo económico sostenible y equitativo;
recalcó que no hay competitividad con exclusión social ni crecimiento sin
cohesión social y, en consecuencia, lo alcanzado no está asegurado.
Algunos problemas ancestrales,
expuso, se han exacerbado por la concentración de la riqueza, pues tan sólo el
índice de desigualdad en la distribución del ingreso ha aumentado. En sí,
remató, todos los países de la región, sin excepción, son más desiguales que el
promedio mundial.
Ante el coordinador del
Seminario Universitario de la Cuestión Social, Rolando Cordera, el escritor
Carlos Monsiváis, y los investigadores de la UNAM, Jacqueline Peschard y Jorge
Eduardo Navarrete, el rector señaló que el empleo ha perdido fuerza como medio
de inserción social, lo cual calificó como “muy delicado”.
El promedio anual del Producto
Interno Bruto (PIB) per cápita, precisó, no tuvo variaciones en los últimos 20
años. En América Latina es de tres mil 850 dólares, lo que contrasta con los 22
mil dólares que es en Europa y los 36 mil en Estados Unidos.
En su participación, el embajador e
investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y
Humanidades (CEIICH), Jorge Eduardo Navarrete, comentó que el informe del PNUD
insiste en mirar hacia el futuro y se basa en un diagnóstico amplio y cuidadoso
de la evolución reciente y situación actual sobre todo de las instituciones
electorales.
Este informe, agregó, tiene proyección.
Uno de los riesgos contemporáneos para la democracia latinoamericana es la
amenaza de su irrelevancia ante los problemas de la gente.
A su juicio, se requiere más democracia,
con mayor efectividad. Los instrumentos y mecanismos para que la población
contribuya en este rubro, especificó, es la esencia del concepto de democracia
de ciudadanía.
Se trata, indicó, de acciones y
organizaciones civiles que demandan mayor capacidad de respuesta efectiva de
las autoridades electas y, al tiempo, la fortalecen al legitimizar a las
autoridades efectivas y responsables y con la sanción a las ineptas y a las que
se niegan a rendir cuentas. Hechos con los que se empieza a experimentar en
México.
En su intervención, la académica de la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Jacqueline Peschard, anotó que para
definir las características del régimen político y determinar si es democrático
en la región latinoamericana, el informe del PNUD va más allá de los cuatro
indicadores básicos de democracia electoral.
Destacó la importancia de la participación ciudadana. Dijo que una de las
condiciones básicas para el ejercicio del sufragio es que todas las personas
tengan acceso a manifestar su voluntad y ser inscritos en el Padrón Electoral.
Este indicador en América Latina es favorable, alcanza el 83.3 por ciento de
quienes están en posibilidades de votar.
Está por encima del 69.5 por ciento cifra
promedio de los ciudadanos con registro electoral en Estados Unidos, aunque se
ubica por debajo del 96.2 por ciento registrado en la región europea.
Otro elemento que resaltó es la
participación efectiva. En América Latina asisten a las urnas el 62.7 por
ciento de los empadronados, lo que contrasta con el nivel estadounidense que es
del 45.7 por ciento. En países como Guatemala y Colombia, explicó, la
participación electoral apenas es del 35 por ciento, cifra similar a la que se
presenta en comicios locales de México.
A su vez, el escritor Carlos Monsiváis,
alertó que entre las causas de las limitaciones de las democracias
latinoamericanas, en el informe del PNUD no se habla del analfabetismo funcional,
obstáculo de la mayor importancia en el desarrollo de la región.
La cuota de lecturas, puntualizó, no
ilumina la sabiduría de los analfabetas ni indica superioridad moral de ninguna
especie, pero dificulta la comprensión de algunos debates ideológicos y las
explicaciones de procesos de razonamiento colectivo.
La falta de lectura, abundó, es uno de
los grandes escollos para la democracia en América Latina. La democracia
electoral, agregó, es ya ciudadana. Lo que marca la tardanza de ésta última es
la identificación prevaleciente entre la pobreza de recursos y el fracaso
electoral.
Además, aseveró que en materia de elecciones la limitación más
grave de la democracia es la falta de respeto equitativo del capital y para
ello las conclusiones del documento del PNUD son inequívocas: las oportunidades
de cada persona clarifican sus vínculos con el proceso democrático.
El coordinador del Seminario, Rolando
Cordera, manifestó que se expusieron los problemas que tienen las sociedades
para cumplir el compromiso de construir las instituciones que en efecto hagan
de la democracia un discurso, un proceso, una forma de gobierno irrenunciable.
Consideró que estamos en un momento en
que se debe arriesgar y recuperar la perspectiva histórica como única vía para
dejar atrás y superar el presente continuo, lo que propone el consenso de
Washington.
Para ello, apuntó, es fundamental asumir
que el gran relato es el de la globalización y es importante en América Latina
dejar de lado que la globalización ya se constituyó en un orden internacional.
Aclaró que la globalización no ha
producido un nuevo orden. Es necesario, dijo, incorporarla como proceso no
resuelto, pero real e intelectual. Y con esto, también se debe recuperar
panoramas y objetivos históricos como es la ciudadanía social.
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Pies de fotos
Foto 01
Rolando Cordera,
Jacqueline Peschard, Juan Ramón de la Fuente, Carlos Monsiváis y Jorge Eduardo
Navarrete durante la discusión sobre la democracia en América Latina.
Foto 02
Aspecto
del Auditorio de la Coordinación de Humanidades de la UNAM donde se presentó el
informe del PNUD “La Democracia en América Latina”.
Foto 03
Gran
interés causó la presentación del Informe del PNUD “La democracia en América
Latina”, efectuada en la Coordinación de Humanidades de la UNAM.