06:00 hrs. Julio 28 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-531

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

CAMBIAN DESTINOS LOS MIGRANTES MEXICANOS

 

·        Delawere, Maryland y Virginia, son los nuevos puntos de concentración de mexicanos

·        Ana María Aragonés, de la FES Acatlán, dijo que en los últimos años Veracruz y Chiapas se han convertido en dos de las entidades con mayor éxodo de habitantes a EU

·        Las remesas son la segunda fuente de ingresos para el país, con alrededor de 13 mil millones de dólares al año

·        Si las comisiones por los envíos de dinero al país no fueran tan elevadas, crecerían entre el 20 y 25 por ciento

 

En los últimos años el triángulo conformado por los estados norteamericanos de Delaware, Maryland y Virginia se ha convertido en uno de los principales destinos de los nuevos flujos migratorios de mexicanos hacia Estados Unidos, aseguró Ana María Aragonés Castañer, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán.

 

La docente de esa unidad multidisciplinaria de la UNAM reconoció que si bien entidades como California, Illinois, Texas y Nueva York continúan como principales puntos de llegada, Georgia, Minessota y la península de Delmarva han cobrado importancia, pues a esos puntos han arribado importantes contingentes de connacionales.

 

La incorporación de estos nuevos sitios se debe, por un lado, a que ciertas industrias que antes se localizaban en centros urbanos de difícil acceso para los indocumentados se han trasladado a zonas rurales, con mano de obra barata y donde hay menos problemas de sindicalización, lo que les permite ser más competitivas en el ámbito mundial, añadió.

 

La historiadora refirió que las leyes antiinmigrantes también han fomentado este fenómeno, pues provocaron el cierre de los lugares tradicionales de paso por la presencia de la patrulla fronteriza y el refuerzo de las medidas de seguridad. Ahora los migrantes se trasladan por rutas más peligrosas, como el desierto.

 

Dijo que en años recientes se ha dado un fenómeno poco usual: la expulsión de pobladores de estados como Veracruz y Chiapas. En el primer caso, “era una entidad que no presentaba esa situación. Impresiona el número de gente que se va al vecino país del norte”.

 

Los chiapanecos también abandonan su territorio, aunque prácticamente ya no hay entidad que no participe en los flujos migratorios, expresó.

 

Aragonés Castañer informó que las remesas continúan siendo la segunda fuente de ingresos para la economía mexicana, sólo detrás del petróleo, con alrededor de 13 mil millones de dólares al año.

 

En conjunto, América Latina percibe unos 30 mil millones de dólares al año provenientes de la Unión Americana, y México es el principal receptor. Naciones centroamericanas como Guatemala y El Salvador también son de primordial importancia; de hecho, este último no podría vivir sin esos recursos.

 

Explicó que en la medida como el migrante tiene más tiempo en Estados Unidos, se reduce el porcentaje de envíos a su país de origen, porque empieza a trasladar a la familia.

 

La académica reconoció que uno de los problemas importantes con las remesas es el porcentaje que cobran las agencias. Sin su participación los montos se incrementarían de 20 a 25 por ciento, y así convertirse en la primera fuente de ingresos para la república.

 

Tampoco llegan al sector productivo. Su destino principal es el consumo en un 75 por ciento; no se invierte porque la gente come de ellas. El resto es para comprar animales, ahorrar o instalar un negocio.

 

Aragonés Castañer explicó que Norteamérica participa de forma decidida en la globalización, con productos agroindustriales de exportación importantes, que requieren fuerza de trabajo.

Por desgracia, las condiciones laborales se han degradado y reducido los salarios, con el fin de competir en el mundo. Lo mismo ha sucedido con la agricultura estadounidense.

 

Insistió en que hasta hace unos años México era el cuarto exportador internacional de pollo. Pero se ha perdido la autosuficiencia alimentaria, y los trabajadores se tienen que ir “al otro lado” por falta de empleo.

 

“México expulsa a sus habitantes para que Estados Unidos pueda ser competitivo y debamos comprar todas sus mercancías. Se pensaba que el TLC sería la estrategia para detener estos flujos, pero ha afectado al campo y muchas pequeñas y medianas industrias han desaparecido”, denunció.

 

Ana María Aragonés explicó que México ha desarrollado una cultura de la migración. “La gente no se va de su tierra a menos que tenga necesidad de irse; hay que darle oportunidades para que se quede. Es triste llegar a un país del que no se conoce su lengua”.

 

Enfatizó que sólo si se ofrecen puestos de trabajo suficientes, en condiciones correctas, este fenómeno se revertirá; de lo contrario, la gente se seguirá yendo de manera irrefrenable.

 

La académica apuntó que en todas las industrias y lugares de la Unión Americana hay emigrados, no sólo mexicanos. Son fundamentales para su economía; si decidieran parar labores por una semana, EU se paralizaría. Sin embargo, es una medida que no se lograría por la heterogeneidad de los indocumentados. “No se ha llegado a tal grado de organización”, reconoció.

 

Insistió en que los atentados del 11 de septiembre de 2001 parecían querer limitar o disminuir la migración, pero no lo hicieron. Ni las estrategias del gobierno estadounidense en relación con el terrorismo han podido frenarla, concluyó.

 

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Foto 01

 

La historiadora Ana María Aragonés dijo que si bien California, Illinois, Texas y Nueva York siguen como principales destinos de los migrantes nacionales, Georgia, Minesota, Delaware, Maryland y Virginia han cobrado importancia en años recientes.

 

 

Foto 03

 

Las leyes antiinmigrantes han provocado que los lugares tradicionales de paso se hayan cerrado por la presencia de la patrulla fronteriza y el refuerzo de las medidas de seguridad, reconoció Ana María Aragonés, de la FES Acatlán de la UNAM.