06:00 hrs. Julio 15 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-505

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

ACTIVARÍA EL EMPLEO LA INVERSIÓN EN EL CAMPO DEL SECTOR PRODUCTIVO

 

·        Los sectores agrícola, industrial y de servicios requieren mayor apoyo

·        El Congreso de la Unión y el Poder Ejecutivo son los responsables de formular propuestas en este sentido

·        Aproximadamente 20 millones de personas viven en el subempleo y desempleo, y recurren a la economía informal, aseguró Francisco Javier Aguilar, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM

 

La única vía para solucionar la compleja, grave y delicada situación del empleo que se vive en México, es hacer grandes inversiones en los sectores agrícola, industrial y de servicios, indicó Francisco Javier Aguilar, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.

 

Sin embargo, añadió, pareciese que sólo se espera que las fuerzas del mercado den trabajo a la población; por otra parte, el sector gubernamental asegura que al no concretarse las reformas hacendaria, energética y laboral, no hay dinero en el país y, en consecuencia, no hay financiamiento para ese tipo de proyectos.

 

En ese sentido, el Congreso de la Unión debería hacer también un ofrecimiento tendiente a que la nación se desarrollara. “En una sociedad de 104 millones de personas se requiere que tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo formulen propuestas”.

 

“Se debe procurar que crezca el mercado interno, restringido en las últimas dos décadas por darle prioridad al comercio mundial”, aseguró el investigador.

 

Se ha llegado al extremo de que muchos productos tradicionales –como chiles o juguetes– se importan de China y otros puntos del planeta, y sucede porque aquí la producción no es suficiente o no se ofrece a buen precio.

 

Así, recalcó, el futuro se complica porque en nuestro país no se han logrado establecer políticas de empleo en los últimos 20 años.

 

Actualmente, informó, la Población Económica Activa (PEA) consta de alrededor de 43 millones de personas, de las cuales 12 millones están registradas en el Instituto Mexicano del Seguro Social, y 2.3 millones más en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.

 

Es decir, hay poco más de 14 millones de individuos con empleo y seguridad social. Si a esa suma se agrega a quienes tienen ingresos seguros, alcanza un total de 16 millones de habitantes.

 

Por tanto, expuso, queda un espacio global de aproximadamente 20 millones de personas en el subempleo y desempleo, quienes recurren a la economía informal.

 

Los datos oficiales aceptan que el desempleo abierto es de alrededor de 900 mil personas (un 2 por ciento de la PEA), mientras que “Estados Unidos lo reconoce en un seis a siete por ciento, y en Europa, Francia y Alemania llega al nueve por ciento”, reveló.

 

Francisco Javier Aguilar agregó que los empresarios tienen parte de responsabilidad en esta situación, porque siempre buscan ganancias inmediatas, en detrimento de las inversiones productivas.

 

Respecto de la reforma laboral del gobierno, recordó que se planteó desde 1988, y “ha quedado en intentos. Hasta ahora no hay una ley cuyo contenido principal, en términos sencillos, sea tratar de bajar el costo –todavía más– de la mano de obra”. Está encaminada a facilitarle a las empresas que puedan contratar o despedir gente, establecer la jornada laboral y limitar las prestaciones existentes.

 

Ahora bien, extra legalmente sus propuestas ya se aplican. Se ha perdido la seguridad en el empleo y la posibilidad de negociar las condiciones de los contratos colectivos entre sindicato y empresa. Aún así los empresarios no invierten.

 

El desempleo en México, agregó, ha crecido y no será fácil que la gente encuentre trabajo en el futuro. Al respecto, subrayó, “que ese debe ser un propósito de los gobernantes, empleadores y organizaciones gremiales”.

 

Una de las consecuencias de la política de libre mercado, consideró, es que ha traído consigo una reestructuración de la sociedad mexicana, que ha sido transformada de manera sustancial. Tres han sido los efectos de dicho proceso. El primero, el crecimiento inaudito de la población informal. El segundo, el aumento de las maquiladoras: “En 1980 trabajaban en ellas cerca de cien mil trabajadores, ahora, 24 años después, se calcula que un millón de personas, pero con plazas precarias”, reconoció.

 

Tercero, la gran migración de nuestro país a Estados Unidos y Canadá. México ya se convirtió en un exportador de mano de obra. Al año se van a nuestro vecino del norte 400 mil personas de condiciones heterogéneas.

 

Si en los años 60 o 70 básicamente se iban campesinos, sin mucha instrucción escolar, de Zacatecas y Jalisco principalmente, sobre todo hombres; ahora hay profesionales de todos los estados, tanto varones como mujeres y, sobre todo, jóvenes.

 

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FOTO  01

La única vía para solucionar la grave situación del empleo en México es hacer grandes inversiones en los sectores agrícola, industrial y de servicios, indicó Francisco Javier Aguilar, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM

 

FOTO 02

El economista universitario Francisco Javier Aguilar señaló que 20 millones de personas en México viven en el subempleo y desempleo, y recurren a la economía informal.