Boletín UNAM-DGCS-473
Pies de fotos al
final del boletín
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Aseveró en la UNAM Jorge M. Huacuz, del
Instituto de Investigaciones Eléctricas
· Siempre y cuando se cuente con un marco regulatorio propicio, infraestructura institucional y técnicas adecuadas y efectivas
Las energías renovables –como
la eólica, solar, de biomasa, microhidráulica y oceánica– jugarán un papel
estratégico en el futuro nacional de la generación eléctrica, “siempre y cuando
se cuente con políticas estimulantes, un marco regulatorio propicio,
infraestructura institucional y técnicas adecuadas y efectivas, aseguró en la
UNAM Jorge M. Huacuz Villamar, gerente de Energías no Convencionales del
Instituto de Investigaciones Eléctricas.
Agregó durante la conferencia Generación
de energía eléctrica con fuentes no convencionales, que además deben existir
mecanismos financieros apropiados y expeditos, planes concertados para acciones
intersectoriales, procesos idóneos para facilitar la participación de la
inversión privada y una coordinación efectiva entre los distintos promotores de
estas opciones en el país.
En México, informó, hay
recursos energéticos distintos viables; sin embargo no están suficientemente
explorados, por lo que se carece de una base de información confiable y útil,
“sobre todo para el desarrollo de proyectos industriales”.
Su aplicación, señaló, redunda
en beneficios ambientales, pues disminuyen las emisiones contaminantes; se
reactivan las empresas mexicanas de manufacturas eléctricas, y es una
oportunidad para crear nuevos negocios en este sector, así como atraer
inversión privada y fondos multilaterales complementarios.
Respecto de la situación de la
energía eólica en nuestro territorio, “debe haber más de cinco mil megawatts
explotables”. Ello implica que se soporta un rango de tres mil a cinco mil
megawatts, indicó durante su participación en el Ciclo de Conferencias Tecnologías
para la generación de energía eléctrica, organizado por la Asociación de Ingenieros
Universitarios Mecánicos Electricistas, en colaboración con la Facultad de
Ingeniería de esta casa de estudios.
En cuanto a la solar, dijo que
hay entre 13 y 15 megawatts instalados en proyectos de electrificación rural en
sitios remotos, “poco más de dos mil 500 comunidades tienen servicios básicos
con este tipo de sistemas”.
De la biomasa, señaló que “en cuanto a desechos sólidos
municipales se anticipa la generación de 150 megawatts soportados por las casi
90 mil toneladas de basura que se producen en las ciudades de tamaño medio”.
Sin embargo, “también hay desperdicios agropecuarios, de bosques, que pueden
utilizarse pero que no están cuantificados, y las condiciones económicas están
dentro del rango de competitividad convencional”.
Sobre la microhidráulica,
comentó que “no se ha evaluado el potencial de valor en cuencas”; en canales de
riego se ha determinado que hay un poco más de 300 megawatts potenciales, “y
los costos, en general, también se ajustan a los estándares”.
Huacuz Villamar agregó que las
distintas tecnologías pueden encontrar áreas o nichos de aplicación en
diferentes sectores de la economía. Hay oportunidades de electrificación rural,
servicios municipales, autoabastecimiento (doméstico, comercial y de servicios,
industrial), por mencionar algunos. “Si se piensa en una planeación del
suministro, no en términos centralizados sino sectoriales, se podrían
identificar áreas donde tienen cabida natural”.
Por ejemplo, en Baja
California, “donde toda la corriente se lleva desde el interior del país a
costos altos, cuando tienen sol, viento, océano y muchas oportunidades de
utilizar otras formas de abastecerse”.
No obstante, hay factores que
impiden estos escenarios, los cuales van desde el marco legal, cuestiones de
mercado y ambientales, hasta llegar a lo programático, aseveró en el Auditorio
de la Torre de Ingeniería de la Universidad Nacional.
En relación de cómo incentivar
estas opciones renovables en el país, indicó que “hay una serie de mecanismos
que podrían intentarse: información ambiental abierta y establecer un precio
“verde”, por ejemplo.
El sistema eléctrico actual,
recalcó, se encuentra “en un proceso de cambio, de autorreflexión”. Tiene más
de cien años de haberse establecido y ha dado mucho de sí. Entre los retos resalta
que en el medio rural mundial hay cerca de dos mil millones de personas sin
este servicio; la demanda aumenta y hay escasos recursos financieros.
Al referirse al entorno
mundial en cuanto a energía eólica, consideró que se ha disparado: en 1990 había
unos tres mil megawatts instalados; en 2003 estaba cercana a los 40 mil
megawatts. De la solar expresó que se instalan en el orden de 300 a 400
megawatts por año; en 1992 había poco más de cien, en 2001 casi mil, y la
tendencia es a la producción masiva, concluyó.
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Foto 1
Las energías
renovables –como la eólica, solar, de biomasa, microhidráulica y oceánica–
jugarán un papel estratégico en el futuro nacional de la generación eléctrica,
aseguró en la UNAM el especialista Jorge M. Huacuz Villamar.
Foto 2
Jorge M. Huacuz
Villamar, del Instituto de Investigaciones Eléctricas, dijo en la UNAM que
deben existir procesos idóneos para facilitar la participación de la inversión
privada en las distintas opciones para generar energía eléctrica en el país.