Boletín UNAM-DGCS-466
Ciudad Universitaria
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final del boletín
INVISTEN A ADOLFO SÁNCHEZ VÁZQUEZ COMO DOCTOR HONORIS CAUSA POR LA UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
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El profesor emérito de la UNAM mereció la
distinción por sus contribuciones filosóficas
·
El rector general de la universidad
jalisciense, José Trinidad Padilla
López, resaltó la labor del filósofo en los ámbitos de la docencia y la
investigación
El profesor emérito de la
UNAM, Adolfo Sánchez Vázquez, recibió el doctorado Honoris Causa por parte de
la Universidad de Guadalajara (UdeG), Jalisco, por sus aportaciones filosóficas
durante su paso por esa casa de estudios, que sentaron gran parte de sus bases
ideológicas.
En sesión solemne, el rector
general de la universidad jalisciense, José Trinidad Padilla López, entregó la
distinción al destacado emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México,
al resaltar su relevante labor en los ámbitos de la docencia y la investigación
en el campo de la filosofía.
En el Paraninfo de la UdeG,
Adolfo Sánchez Vázquez rechazó la percepción negativa que se tiene de ese campo
de estudio en su significado social, es decir, el que es propio y peculiar de
una colectividad como la nuestra, en donde todas las actividades humanas y sus
manifestaciones se convierten en mercancías.
Lamentó el rechazo actual por
parte de la sociedad, o un sector de ella, de la filosofía en general,
percepción negativa sobre todo en los amplios sectores que se alimentan
ideológicamente de los medios audiovisuales de comunicación.
En una comunidad como la
nuestra, advirtió, los valores más nobles como justicia, belleza y dignidad
humana se supeditan al valor de cambio; el lucro, la ganancia, mueve las
aspiraciones y la conducta de los hombres, y la competencia, el egoísmo y la
intolerancia hacen de la sociedad un campo de batalla.
Dentro de esta colectividad
lucrativa, competitiva y mercantilizada, subrayó, la filosofía como las
ciencias sociales y las humanidades “no son rentables”. De ahí que en la
enseñanza media y superior “se aspire a recortar las alas” a esta disciplina
para que se muevan con libertad las que son gratas al mercado.
El profesor emérito de la
Facultad de Filosofía y Letras alertó que a estas aspiraciones responde la
mayor parte de las universidades privadas y, en general, las empresariales, que
se fundan en forma exclusiva para satisfacer las exigencias de la economía.
Sin embargo, sostuvo que las
públicas no escapan a esa tendencia productivista. Para justificarla, “se
arguye descaradamente que la filosofía no es productiva o práctica”.
Se trata, precisó, de una
actitud, aspiración o tendencia que responde a un sistema económico–social
neoliberal, en el que con la globalización del capital financiero, la
mercantilización de todo lo existente alcanza, tanto a escala nacional como
mundial, un nivel jamás conocido.
Destacó que el reconocimiento
es otorgado en tiempos difíciles y adversos para la filosofía, no sólo a escala
provincial o nacional, sino global.
Sánchez Vázquez planteó que a
estas percepciones, se contraponen la reivindicación de su importancia,
necesidad y función social. La filosofía es productiva, práctica, rentable en
un sentido humano y vital, como lo atestiguan momentos claves de su historia:
al forjar la moral y la política del ciudadano.
Un mundo injusto, abismalmente
desigual, insolidario, competitivo y egoísta, en el que una potencia como
Estados Unidos se burla del derecho internacional y recurre a la forma más
extrema de la violencia contra los pueblos, a la guerra preventiva y a la más
bárbara y repulsiva práctica contra los individuos inocentes: la tortura.
Abundó que la dignidad
personal se vuelve un valor de cambio y que la política, contaminada por la
corrupción, el doble lenguaje y el pragmatismo, se supedita a la economía.
Consideró que no es posible
callar, ser indiferente o conformarse con este mundo que, por ello, tiene que
ser criticado y combatido. Toca a la filosofía salir al paso de la operación
fraudulenta, de convertir los rasgos propios del homo economicus de la sociedad
capitalista, en rasgos esenciales e invariables de la naturaleza humana.
Adolfo Sánchez Vázquez se
doctoró en filosofía por la UNAM. Ejerció la docencia en la Universidad
Michoacana, mientras que en esta casa de estudios se desempeñó como profesor,
coordinador del Colegio de Filosofía y académico del Instituto de
Investigaciones Estéticas.
Ha sido colaborador en
revistas de diversas partes del orbe y
distinguido con el Premio de Investigación de la UNAM en 1985 y con el
Doctorado Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Puebla, entre otras.
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PIES DE FOTO
Foto 1
Adolfo Sánchez
Vázquez, profesor emérito de la UNAM, recibió el Doctorado Honoris Causa por
parte de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, por sus aportaciones
filosóficas.
Foto 2
La Filosofía es
productiva, práctica, rentable en un sentido humano y vital, sentenció el
profesor emérito Adolfo Sánchez Vázquez, al recibir el Doctorado Honoris Causa
de la Universidad de Guadalajara, Jalisco.