Boletín UNAM-DGCS-454
Ciudad Universitaria
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final del boletín
SE AGOTA EL MODO DE VIDA AMERICANO, ADVIERTEN ESPECIALISTAS
UNIVERSITARIOS
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El sistema basado en el consumismo ya no es viable ni en Estados Unidos, por los daños al medio
ambiente y la salud, señaló Pablo Ruiz Nápoles
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Tiene efecto en el aumento de la temperatura del planeta, y ello implica
modificaciones sobre el clima global
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Todo se ha convertido en objeto de consumo, como los valores,
identidades, sexualidad y prestigios, alertó el profesor Raymundo Mier
El “modo de vida americano”, basado en el
consumo, ya no es viable ni siquiera en Estados Unidos, pues ha generado daños
al medio ambiente y la salud, destacó Pablo Ruiz Nápoles, profesor de la
Facultad de Economía (FE) de la UNAM.
Explicó que se estima que el promedio de
energía requerido por una persona en un país rico es 7.5 veces mayor que la de
un individuo en una sociedad pobre. Dicho cálculo, precisó, se refiere a todo
lo necesario para vivir con comodidad.
“No se puede corregir esa desigualdad al ritmo
del gasto actual, porque las reservas se agotarían antes de nivelar los
consumos”, precisó en la mesa redonda El consumismo y el american way of life.
En otras palabras, el dispendio energético per
cápita que significa el “sueño americano” no puede continuar ni se puede
generalizar a otros grupos sociales que ahora no gozan de sus beneficios.
Este uso tiene efecto en el aumento de la
temperatura promedio del planeta, y ello implica modificaciones sobre el clima
global, con repercusiones negativas en todas las economías en el futuro,
aseguró.
Lo cierto, prosiguió, es que están en marcha
modelos alternativos, más amables con el medio ambiente. Sólo que su adaptación
a la vida cotidiana requiere, sobre todo, de un cambio de mentalidad y ética de
la población.
Cabe señalar que el consumo, en general,
consiste en satisfacer las necesidades humanas, y para la teoría económica
contemporánea es el fin último de la actividad productiva y, en consecuencia, a
él atienden todas las etapas: fabricación, circulación y distribución de bienes
y servicios.
A su vez, Raymundo Mier, profesor de la UAM
Xochimilco, destacó en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras que
desde su conformación, “la perspectiva norteamericana se enfrenta a una
contradicción intrínseca: afirmarse con un principio de localidad, de identidad
propia y, al mismo tiempo, ser un modelo “universalizante”, capaz de allanar
todas las diferencias culturales.
Al analizar este momento, se verá que esta
forma de vivir tiene una larga historia. No es un fenómeno inscrito a la
modernidad tardía, ni producto de la gran revolución tecnológica contemporánea.
Toma sus rasgos distintivos de la transfiguración, a partir del siglo XVIII, de
los modos de pensamiento y de las formas de ampliación y consolidación de los
mercados, entre otros factores.
Sin embargo, el tema del consumo –que no es en
estricto sentido norteamericano, sino clásico de la antropología y del proceso
mismo de civilización– cambia su significado y carácter rector dentro del
universo mercantil a partir de la Segunda Guerra Mundial.
Se constituye como un momento fundamental del
régimen de intercambio, en una condición también primordial de las grandes
estructuras políticas; define modos particulares de la llamada sociedad postindustrial
y recompone prácticamente en su totalidad el universo de las expectativas
individuales y colectivas.
Raymundo Mier se preguntó entonces, sobre la
compatibilidad de distintos grupos y formas de pensamiento; de cómo se articuló
el pluralismo social y económico. “La posibilidad de coexistencia de estos
mecanismos está en la transformación de la mentalidad estadounidense, que se
basa hoy en la primacía radical de la gestión”.
Ella se ha convertido en el eje central de la
organización de vida de los habitantes de ese país, al tiempo que mina todas
sus capacidades de constituir una alternativa cultural y ha convertido todo en
objeto de consumo, como los valores, identidades, sexualidad y prestigios.
Esta actividad –compleja, porque involucra en
su propia naturaleza dimensiones particulares de subjetividad, deseo,
satisfacción, necesidades individuales y formas de vida íntimas– permite la
conformación homogénea del “modo de vida norteamericano”, pero en las lógicas
de gestión, “referido a la espectacularidad; pues en sí mismo no tiene ningún
sentido”, finalizó.
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Foto 01
En Estados Unidos todo se ha
convertido en objeto de consumo, afirmó Raymundo Mier, profesor de la UAM
Xochimilco, al participar en la Semana de la Historia Universal, organizada por
la FFyL de la UNAM
Foto 02
El modo de vida americano basado en
el consumo ya no es viable, afirmó Pablo Ruiz Nápoles, profesor de la Facultad
de Economía de la UNAM, durante su participación en la Semana de la Historia
Universal, organizada por la FFyL