06:00 hrs. Junio 16 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-438

Ciudad Universitaria

 

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DIFÍCIL, ESTABLECER LAS TENDENCIAS DE LA CRÍTICA LITERARIA LATINOAMERICANA

 

·        Aseguró Fracoise Perus, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM

·        “Hay una atomización, dispersión, fragmentación, y condiciones que impiden y coartan las posibilidades del trabajo colectivo”, señaló

·        El problema es la formación de lectores, dijo en el Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos

 

Es difícil establecer el estado actual y las tendencias de la crítica literaria latinoamericana, porque “hay una atomización, dispersión, fragmentación, y condiciones que impiden y coartan las posibilidades del trabajo colectivo”, indicó Francoise Perus, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

 

El problema, añadió, es la formación de lectores. “La contribución en este campo es crucial frente a la embestida de la cultura entendida como diversión, que no es igual a apreciación estética”.

 

Así, la experta señaló tres puntos sobre los que debería discurrir esta actividad. Uno, los modos para leer, con base en la reconsideración de la estructura, demasiadas veces equivocada; en particular, debería analizarse la relación entre “Literatura y Cultura”.

 

 

Segundo, “reconsiderar las conexiones de la producción latinoamericana con otras prestigiosas o no y con los lenguajes vivos y no canonizados”, comentó en el Seminario Debate Actualidad de la crítica latinoamericana ¿cambio de paradigmas?, organizado por el Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos (CCyDEL) y el Posgrado en Estudios Latinoamericanos de la UNAM.

 

Tercero, “revalorar las formas de existencia temporal de los textos y una reflexión acerca de las modalidades de transmisión del legado de diversas costumbres. La historiografía tradicional, añadió, ha mostrado sus límites, no convence ya a nadie el ordenamiento de escritos por corrientes o escuelas”. Todo ello está cuestionado desde distintos ángulos. Habría que buscar, entonces, la forma de construir compendios propios, múltiples y diversos con base en “el comparatismo” de contenidos.

 

Lo anterior, dijo, puede ser otra vía para repensar el problema de que las publicaciones latinoamericanas siempre han estado “en diálogo tenso, conflictivo, posible e imposible con las llamadas obras universales y sus experiencias propias”.

 

Por su parte, Hermenegildo Bastos, profesor invitado del CCyDEL, destacó que uno de los grandes retos de esta materia es “ser un momento de autoconciencia de la obra”; al abrir un diálogo con ella “se ve a sí misma y se proyecta más allá”.

 

El especialista comentó en la Sala de Seminarios del CCyDEL, además, que “es preciso ver el valor de esta actividad como literatura”, y que hay cierta complementariedad entre obra y análisis. Pero, dijo, el producto no se agota con su calificación, ni viceversa.

 

Asimismo, recordó que en Latinoamérica la crítica surgió y se consolidó como una respuesta exigida por sus propias ediciones. “Ésta ya se hacía diferente con relación a las matrices europeas. Conceptos y nociones como los de ambivalencia (aportación de Antonio Cándido), transculturación (Ángel Rama) y heterogeneidad (Antonio Cornejo Polar) son formulaciones teóricas y críticas de hechos estéticos ya existentes”.

 

 

En su oportunidad, Liliana Weinberg, del CCyDEL, recalcó que se vive un momento de precariedad en el campo de las humanidades. Un ejemplo de ello es que existe un exceso y defecto de teoría: se cuenta con un cuerpo de reflexión de enorme sofisticación que no puede, sin embargo, dar cuenta de los nuevos fenómenos que se viven de manera acelerada, como la propia transformación del campo literario.

 

Ello se ha trasladado a la crítica académica, resaltó, lo que ha conducido en muchos casos, a encerrarse en el “círculo encantado” de la docencia y olvidar que, al hablar de obras escritas, debería hablar más del mundo, del sentido y los valores, que de ella misma.

 

Recordó que hay muchos desafíos, como recuperar la idea de dialéctica y especificidad, reconquistar ciertos territorios como las nociones de cultura, historia, sujeto, intención, poética, valor, ética, estética y responsabilidad.

 

Pero existen algunos imperativos no menos importantes que hoy parecen viejos, gastados, innecesarios, menores que, precisamente, son contrarios: volver a las grandes lecturas, publicar dignamente y a precios accesibles los grandes libros, nutrir, actualizar y dignificar las bibliotecas y los espacios para este disfrute intelectual.

 

Finalmente, Silvia Pappe, de la UAM Azcapotzalco, manifestó que debe atenderse el fenómeno del “pensamiento nacionalista o de nacionalismo intelectual, o de una región multinacional como se concibe América Latina”, al referirse a la posibilidad de elaborar un modelo de análisis propio frente al europeo o estadounidense.

 

Se piensa y critica, agregó, en función de fronteras locales o regionales, que no necesariamente se vinculan con espacios culturales, sino también con los políticos e ideológicos, y esto tiene consecuencias para el análisis y la ponderación, aún cuando no se plantean abiertamente este tipo de horizontes o se les piensa conscientemente, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 02

 

Lilian Weinberg, Francoise Perus, Silvia Pappe, Hermenegildo Bastos y Jorge Ruedas previo a su participación en el Seminario Debate “Actualidad de la crítica latinoamericana, ¿cambio de paradigmas?”, efectuado en el CCyDEL de la UNAM.

 

 

Foto 01

 

Francoise Perus, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, dijo que es difícil establecer el estado actual y las tendencias de la crítica latinoamericana, pero el problema principal es la formación de lectores.