06:00 hrs. Junio 10 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-427

Ciudad Universitaria

Pie de fotos al final del boletín

 

ANALIZAN MICOTOXINAS EXPERTOS UNIVERSITARIOS

 

·        En la Unidad de Seminarios Ignacio Chávez se lleva a cabo el Primer Curso Nacional de Micotoxinas para la Industria

·        Lo inauguró Tila María Pérez Ortiz, directora del Instituto de Biología de esta casa de estudios

·        Participaron especialistas de la academia, industria y sector gubernamental

 

Con el fin de abordar los estudios sobre el impacto de las toxinas de los hongos en la nutrición y eficiencia alimenticia de las especies de interés zootécnico, de revisar la norma mexicana respectiva y el análisis de riesgos producidos por dichos microorganismos, se realiza el Primer Curso Nacional de Micotoxinas para la Industria, el cual fue inaugurado por Tila María Pérez Ortiz, directora del Instituto de Biología (IB) de esta casa de estudios.

 

En la Unidad de Seminarios Ignacio Chávez de Ciudad Universitaria, la especialista sostuvo que el curso es acorde con los tiempos actuales y con las necesidades del país, por lo que implica la vinculación entre academia, industria y gobierno.

 

Además, resaltó que el Departamento de Micología del IB ha participado en iniciativas de importancia nacional, como la formulación de la norma oficial mexicana sobre aflatoxinas. Cabe señalar que éstas afectan a los animales y al ser humano; sus efectos pueden ser agudos por la intoxicación, como diarreas, vómitos, hemorragias internas y muerte, y crónicos a largo plazo, como malformaciones de fetos, abortos, inmunodepresión, daño hepatóxico, cirrosis o cáncer.

 

A su vez, Magda Carvajal Moreno, miembro del IB, sostuvo que se sabe que estas toxinas causan pérdidas millonarias, aunque no se han hecho estudios en el país para manejar cifras exactas; sin embargo, la industria más afectada, consideró, es la avícola, “porque los ejemplares son sensibles”.

 

Dañan primordialmente los cereales, en especial maíz, arroz y sorgo; las oleaginosas, como cacahuate, nuez y pistaches; los lácteos, como queso y leche; huevo y carne, sobre todo las vísceras y la pechuga del pollo; las frutas secas, y especias como la mostaza y la pimienta.

 

En su oportunidad, Alejandro Polanco Jaime, director del Programa Universitario de Alimentos (PUAL), comentó que hay otro aspecto fundamental a tratar en relación con las micotoxinas: la comunicación de riesgos, el cual debe ser “permanente y crítico, porque hay que informar a la sociedad con absoluta responsabilidad” al respecto. Desgraciadamente, consideró, “la cuestión de los transgénicos ha desplazado este tema”, y lo ha dejado como asignatura pendiente.

 

Asimismo, informó que para combatir los riesgos la UNAM estableció, a través de la dependencia a su cargo, un convenio con las secretarías de Salud y de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, para establecer una agenda de investigación en rubros relacionados con la inocuidad de los alimentos.

 

Finalmente, René Márquez Márquez, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, indicó que resolver el problema de las micotoxinas es una tarea ardua. Recordó que ha habido contribuciones por parte de diferentes centros de investigación y empresas: sin embargo, queda mucho trabajo pendiente. “Creo que este curso es un buen foro para avanzar y formar grupos multidisciplinarios, incluso internacionales”, concluyó.

 

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Foto 1

Tila María Pérez Ortiz y Alejandro Polanco, ambos directores del Instituto de Biología y del Programa Universitario de Alimentos, de la UNAM, respectivamente, previo al inicio del Primer Curso Nacional sobre Micotoxinas para la Industria.

 

Foto 2

Aspecto del inicio de trabajos en el Primer Curso Nacional sobre Micotoxinas para la Industria, donde se abordarán estudios sobre el impacto de estos compuestos en la nutrición y eficiencia alimenticia de las especies de interés zootécnico.