06:00 hrs. Mayo 17 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-362

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

VIOLENCIA, SELLO QUE DISTINGUE AL NARCOTRÁFICO DE LAS ÚLTIMAS DÉCADAS

 

·        Son cada vez mayores sus niveles de agresividad, a diferencia de la primera mitad del siglo XX

·        No surge de la pobreza, sino de una serie de conductas ilegales mezcladas con impunidad

·        Las instituciones con un sistema de justicia penal débil y una cultura donde las actividades criminales no son condenadas, llevan a su reproducción

 

Los niveles de violencia asociados al narcotráfico son cada vez mayores a diferencia de la primera mitad del siglo XX. En naciones como Cuba y los países Andinos no se registraba este tipo de agresividad; pero ha llegado a situaciones extremas como en Centroamérica, señaló Eduardo Sáenz Rovner, de la Universidad Nacional de Colombia.

 

La evolución de esta actividad se ve reflejada en las cantidades de droga comercializada. “En las primeras décadas del siglo pasado se vendían kilos o libras en pequeñas maletas; pero en los últimos treinta años se manejaron toneladas. Así pasó de pequeña a gran escala”, destacó al dictar la conferencia Contrabando, juego y narcotráfico en Cuba entre los años 20 y comienzos de la Revolución, realizada en el Auditorio de Usos Múltiples del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

 

A decir del especialista, la dinámica económica de la isla tuvo una gran integración con las corrientes migratorias y el comercio internacional durante las primeras décadas del naciente siglo.

 

Recordó que a pesar de ser uno de los países con mayor narcotráfico contaba con altos niveles de vida en relación con el resto de las naciones de la región. El desarrollo de las comunicaciones, tanto marítimas como aéreas, contribuyó al contrabando y los grupos criminales, compuestos primero por inmigrantes radicados pasaron, eventualmente, a ser dirigidos por capos locales.

 

Estos crearon redes con Europa, Medio Oriente, Sudamérica y Estados Unidos; por tanto, no fue una simple "víctima", sino que jugó un papel activo en esa actividad. En la actualidad, la línea oficial del gobierno caribeño es de cero tolerancia;  hay una gran represión tanto al movimiento por su territorio como al consumo interno.

 

Al hablar sobre los orígenes de este flagelo en la región, explicó que no surge de la pobreza, sino de una serie de conductas ilegales practicadas por personas y grupos de cierta prosperidad, mezcladas con impunidad, consideró el investigador.

 

Muchos iniciaron como contrabandistas, no de narcóticos, sino de mercancías domésticas, y luego se les facilitó esa labor. “No es coincidencia que los traficantes colombianos vengan de las zonas más prósperas del país, como en el caso de Medellín, donde hay una tradición empresarial importante”, indicó.

 

Abundó que instituciones con un sistema de justicia penal débil y una cultura donde los delitos no son condenados, conllevan a que se dé este fenómeno. Ello provoca climas más amplios de corrupción y reglas de juego que no se cumplen.

 

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Foto 01

Eduardo Sáenz Rovner, de la Universidad Nacional de Colombia, señaló que los niveles de violencia asociados al narcotráfico son cada vez mayores, a diferencia de la primera mitad del siglo XX.

 

Foto 02

En naciones como Cuba y los países Andinos no se registraban niveles de violencia asociados al narcotráfico, pero han llegado a situaciones extremas como en Centroamérica, aseveró Eduardo Sáenz Rovner, de la Universidad Nacional de Colombia.