06:00 hrs. Mayo 09 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-341

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final de boletín

 

LA REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGÍA HA CONTRIBUÍDO A DIFUNDIR ESTA DISCIPLINA EN LATINOAMÉRICA

 

·        Ha sido publicada desde 1939 por el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM

·        Goza del reconocimiento nacional y extranjero por su notable trayectoria, al difundir lo mejor de la investigación científica e interdisciplinaria

·        Es la única publicación en ciencia social que ha sostenido su continuidad

 

Desde 1939 la Revista Mexicana de Sociología (RMS), editada por el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, ha contribuido a la promoción de los aspectos teóricos y empíricos en habla hispana de esta disciplina. Es la publicación periódica más antigua de ciencias sociales en México y América Latina.

 

A decir de Aurora Loyo y Sara Gordon, ambas ex editoras de la RMS e investigadoras del IIS, este medio goza de amplio reconocimiento nacional y extranjero por su notable trayectoria, al difundir lo mejor de la investigación científica e interdisciplinaria y por abrir foros de discusión. Por su tradición y actualidad ha merecido constituirse como una de las referencias obligadas para conocer los distintos ángulos del pensamiento en este campo.

 

Los interesados en hacer una historia de la sociología mexicana y latinoamericana, necesariamente deben acudir a esta revista, que en cada uno de sus números se organiza en secciones, que incluyen artículos de fondo, tendencias y debates, así como reseñas de libros, destacó Aurora Loyo.

 

Es el único órgano de difusión en ciencia social que ha tenido una continuidad desde su nacimiento en nuestro país. Esto se debe al clima político de relativa estabilidad que existió en México durante las tres cuartas partes del siglo XX.

 

Hablar de ella equivale a referirse al IIS como lugar de origen. El Instituto, fundado en 1930, es hoy uno de los elementos articulares de la Universidad Nacional, subrayó Oscar Uribe, quien agregó que no nace con la Autonomía, pero sí surge (como la Secretaría de Educación Pública, engendrada por la Revolución Mexicana de 1910) del espíritu que nutre esa condición, otorgada por Emilio Portes Gil, quien fuera primero revolucionario y luego catedrático.

 

En las entrañas de ambas erecciones están los mismos reclamos de autoconocimiento, desarrollo, y autorrealización o evolución, garantes de la autenticidad de sus movimientos sociales, indicó.

 

No fue una, sino múltiples, las obligaciones que buscó satisfacer la Revista, que no sólo es una de las más antiguas de México (como la Sociedad de Ciencias “Antonio Alzate” y la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística) sino la más antigua al sur de río Bravo, destacó Uribe, quien colaboró con Lucio Mendieta y Núñez, en esta publicación de 1952 a 1965.

 

Al respecto, Loyo dijo que dadas sus actividades y la necesidad de difundir los resultados del Instituto, la RMS se fundó cuando todavía no existía la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales, creada hasta 1952, para luego transformarse en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

 

Recordó que entre las investigaciones ahí realizadas se incluyó el estudio y análisis de la sociedad mexicana en sus diversas problemáticas y en el desarrollo de este campo.

 

Mendieta y Núñez, entonces coordinador del IIS, fue su artífice, aunque todavía no había sociólogos y politólogos en México, por lo que durante sus primeros diez años participaron profesionales extranjeros. Esto hizo que se difundiese lo realizado en Europa y Norteamérica. Se conocieron discursos importantes sobre métodos y técnicas para generar conocimiento.

 

Bastó poco tiempo para que esta disciplina cobrase auge y se instaurara como una de las carreras con mayor demanda. En tanto, a pocos años de editarse, la RMS se consolidó como principal órgano de expresión de profesores, investigadores y estudiantes, destacó Aurora Loyo.

 

Apuntó que a medida que evolucionaron las ciencias sociales cambió su contenido. En los años setenta cumplió otro papel. Fue la época de las dictaduras latinoamericanas, y los mejores académicos argentinos, uruguayos y brasileños –refugiados en nuestra patria– produjeron análisis en castellano sobre la situación política de la región. En esos años la revista produjo sus mejores trabajos.

 

Al hablar sobre esas etapas, Sara Gordon –editora entre 1989 y 1997– destacó que para los ochenta, con el cambio democrático y el surgimiento de la globalización, se empezaron a incluir artículos especializados sobre nuevos temas. La caída del Muro de Berlín en 1989 y los años que le antecedieron dieron cabida a nuevos enfoques y problemas en la investigación social. En el caso de México ocurrieron hechos económicos y sociales que movilizaron a la población.

 

En los noventa bajó su sobredemanda porque se volvieron a editar las publicaciones de distintos países; en este periodo se hacen exhaustivos estudios sociales en México. La RMS adquiere entonces, estrictas pautas de arbitraje y mucho material.

 

Gordon indicó que en ese lapso inició la tendencia hacia la mayor profesionalización. Se exigió mayor rigor científico a los autores y se establecieron controles externos: “Desde que comenzaron los programas cualitativos la revista se inscribió en ellos y mereció su inclusión en el Padrón de Excelencia de Revistas Científicas Mexicanas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología”.

 

A decir de Aurora Loyo, en su última época uno de los retos fue buscar el equilibrio, pues se pretendió que tanto sociólogos reconocidos como investigadores del IIS pudiesen publicar sobre diversas temáticas, como educación, ciencia y tecnología o problemas campesinos.

 

Durante los últimos años diversas universidades nacionales crearon sus propios materiales con esta misma temática. Por ello aumentó la competencia; lo que ha implicado un arbitraje mayor y una constante redefinición de criterios editoriales.

 

De acuerdo con la investigadora, uno de sus desafíos era introducir nuevos campos y dar espacio a jóvenes investigadores, que llevó a definir cambios de rumbo. Hoy se tiene una calidad más profesional, se convive y compite con las publicaciones de otras instituciones nacionales y extranjeras.

 

“Tiene estabilidad y los recursos necesarios para proseguir. Está en todas las bibliotecas de ciencias sociales del mundo. Ha conformado un directorio de intercambios y donaciones con las principales universidades del mundo”, agregó.

 

Por su parte, Gordon destacó que se empiezan a introducir tópicos del área educativa, sociológica y política, principalmente.

 

En torno a la importancia de esta ciencia en la actualidad, Gordon señaló que los problemas entre los individuos y los asuntos culturales se relacionan cada vez más con otro tipo de conflictos. De ahí la importancia de tomar en cuenta nuevos criterios para la aplicación de políticas públicas. Son un factor central, expresó.

 

“Todas las publicaciones internacionales de organismos, como la CEPAL y el Banco Mundial, se centran cada vez en el tema de las instituciones, de las relaciones entre los sujetos y esto hace que sea importante conocer a fondo nuestras realidades”, refirió.

 

Subrayó que los métodos cuantitativos y cualitativos de la sociología son complementarios. Por eso, dijo, es indispensable hacer un trabajo cada vez más especializado y que pueda servir para conocer mejor nuestras sociedades; y así aplicar mejores disposiciones y alcanzar una mayor cohesión social en nuestro país.

 

Por último, Oscar Uribe refirió que dentro del Instituto, gracias a la RMS, fue posible recoger los frutos del debate de la Asociación Mexicana de Sociología, en donde las investigaciones tanto propias como ajenas pudieron someterse a una confrontación con la realidad.

 

Así pudieron convertirse en gérmenes fecundos de una imaginación sociológica como planteó Wright Mills, que hace valiosas tanto a las neo-humanidades como a las tradicionales para la edificación moral de la convivencia humana.

 

Cabe destacar que entre algunos de los colaboradores nacionales que ha tenido la RMS desde su fundación, figuran: Pablo González Casanova, Ricardo Pozas Arciniega, Lucio Mendieta y Núñez, Oscar Uribe Villegas, Matilde Luna, Sara Gordon, Natividad Gutiérrez, Mercedes Pedrero y Marcos Kaplan.

 

Entre los extranjeros destacan: Emile Durkheim, Alain Touraine, Elinor Ostrom, David Brading, Roland Robertson, Montserrat Guibernau, Michael Billig, Helena Hirata e Immanuel Wallerstein.

 

Entre sus editores figuran: Sergio Zermeño, Aurora Loyo, Carlos Martínez Assad, Ignacio Marván, Sara Lara, Ricardo Pozas y Sara Gordon. A partir del 2000 Natividad Gutiérrez es su directora.

 

 

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PIES DE FOTO

 

 

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Aurora Loyo Brambila, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y ex editora de la Revista Mexicana de Sociología, señaló que al cumplir esta última 65 años de fundada ha contribuido a la promoción de los aspectos teóricos y empíricos en habla hispana de esta disciplina

 

 

 

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Desde 1939 la Revista Mexicana de Sociología, editada por el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, ha contribuido a difundir las ciencias sociales en América Latina y es la publicación periódica más antigua de la región en esa materia.

 

 

 

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La Revista Mexicana de Sociología es la publicación periódica más antigua de ciencias sociales en México y América Latina, indicó la investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y ex editora del texto, Sara Gordon.

 

 

 

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Oscar Uribe, colaborador de la Revista Mexicana de Sociología de 1952 a 1965, señaló que es una de las más antiguas en su género, al cumplir en 2004, 65 años de haber sido creada