06:00 hrs. Mayo 07 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-335

Ciudad Universitaria

 

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LA BIOÉTICA PONE EN CRISIS A LA PRÁCTICA MÉDICA TRADICIONAL: OCAMPO MARTÍNEZ

 

 

·        La bioética ha posibilitado el análisis y reflexión sobre las implicaciones de esta profesión

·        Al plantear tópicos propios del campo de la moral, como aborto, transplantes de órganos o investigación médica en humanos, por ejemplo

·        Aseguró Joaquín Ocampo Martínez, de la Facultad de Medicina de la UNAM

 

 

La bioética ha puesto en crisis a la práctica médica tradicional al plantear tópicos propios del campo de la moral, como aborto, transplantes de órganos, investigación médica en humanos sobre temas como la muerte, suicidio asistido o eutanasia, por mencionar algunos. U otros que rebasan el ámbito de la ciencia, como las implicaciones éticas de la biotecnología y la relación con los ecosistemas.

 

Así lo señaló Joaquín Ocampo Martínez, de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien agregó que por primera vez en la historia, esta ciencia ha posibilitado el análisis y reflexión sobre esos aspectos.

 

Antes su trato era de carácter normativo, bastaba con conocer los preceptos que deberían seguir los galenos, pero hoy “debe entrar en el terreno de los principios que han regido esta profesión por siglos, como el papel de los facultativos y su relación con el paciente, del investigador médico y su vínculo con el enfermo o el individuo sano también”.

 

Desde tiempos inmemoriales, recordó, ha habido profesionales preocupados por delimitar los aspectos axiológicos de su materia y, por lo mismo, formularon preceptos que, desde la formación y en el ejercicio, deben cumplir con apego estricto.

 

Cuando aparece la bioética, el proceder tradicional entra en crisis. La primera hace aportaciones importantes, habla del respeto a los derechos de los pacientes, de las implicaciones de la biomedicina, particularmente de genética y biología de la reproducción, por ejemplo.

 

Gracias a ella, agregó, se tomó conciencia de las garantías individuales, y todo este clima de ideas se ha proyectado paulatinamente en la medicina a lo largo de los últimos 30 años, de tal forma que al hablar de este tema habrá de definir qué postura se adopta. De ahí la importancia de que quienes atienden la salud conozcan este panorama, aseveró el coordinador del Diplomado en bioética, ética médica y salud.

 

Entre los objetivos de esta actividad, recalcó, está familiarizarse con la problemática moral derivada del proceso bienestar–enfermedad, del avance del conocimiento científico y de la dinámica social contemporánea; así como con las fuentes bibliográficas que coadyuvan a la comprensión de los dilemas cotidianos.

 

Además, precisó, se trata de generar una experiencia que haga posible la  formación integral en las facultades y escuelas de medicina de las universidades públicas.

 

La estrategia del aprendizaje se divide en tres fases. La primera comprende conferencias magistrales, con el fin de ubicar esta área. La segunda, la revisión y análisis de textos clásicos y actualizados que permitan la comprensión de las situaciones planteadas. La tercera, el estudio de casos reales para la formulación de conceptos y saberes adquiridos.

 

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Por primera vez en la historia, la bioética ha posibilitado el análisis y la reflexión sobre aspectos como el aborto, trasplante de órganos y otros, reconoció Joaquín Ocampo Martínez, de la Facultad de Medicina de la UNAM.