Boletín UNAM-DGCS-335
Ciudad Universitaria
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del boletín
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La bioética ha posibilitado el análisis y
reflexión sobre las implicaciones de esta profesión
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Al plantear tópicos propios del campo de la moral, como aborto,
transplantes de órganos o investigación médica en humanos, por ejemplo
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Aseguró Joaquín Ocampo Martínez, de la Facultad de Medicina de la UNAM
La bioética ha puesto en crisis a la
práctica médica tradicional al plantear tópicos propios del campo de la moral,
como aborto, transplantes de órganos, investigación médica en humanos sobre
temas como la muerte, suicidio asistido o eutanasia, por mencionar algunos. U
otros que rebasan el ámbito de la ciencia, como las implicaciones éticas de la
biotecnología y la relación con los ecosistemas.
Así lo señaló Joaquín Ocampo Martínez, de la
Facultad de Medicina de la UNAM, quien agregó que por primera vez en la
historia, esta ciencia ha posibilitado el análisis y reflexión sobre esos
aspectos.
Antes su trato era de carácter
normativo, bastaba con conocer los preceptos que deberían seguir los galenos,
pero hoy “debe entrar en el terreno de los principios que han regido esta
profesión por siglos, como el papel de los facultativos y su relación con el
paciente, del investigador médico y su vínculo con el enfermo o el individuo
sano también”.
Desde tiempos inmemoriales, recordó, ha
habido profesionales preocupados por delimitar los aspectos axiológicos de su
materia y, por lo mismo, formularon preceptos que, desde la formación y en el
ejercicio, deben cumplir con apego estricto.
Cuando aparece la bioética, el proceder
tradicional entra en crisis. La primera hace aportaciones importantes, habla
del respeto a los derechos de los pacientes, de las implicaciones de la
biomedicina, particularmente de genética y biología de la reproducción, por
ejemplo.
Gracias a ella, agregó, se tomó conciencia de
las garantías individuales, y todo este clima de ideas se ha proyectado
paulatinamente en la medicina a lo largo de los últimos 30 años, de tal forma
que al hablar de este tema habrá de definir qué postura se adopta. De ahí la
importancia de que quienes atienden la salud conozcan este panorama, aseveró el
coordinador del Diplomado en bioética, ética médica y salud.
Entre los objetivos de esta actividad, recalcó,
está familiarizarse con la problemática moral derivada del proceso
bienestar–enfermedad, del avance del conocimiento científico y de la dinámica
social contemporánea; así como con las fuentes bibliográficas que coadyuvan a
la comprensión de los dilemas cotidianos.
Además, precisó, se trata de generar una
experiencia que haga posible la
formación integral en las facultades y escuelas de medicina de las
universidades públicas.
La estrategia del aprendizaje se divide en tres
fases. La primera comprende conferencias magistrales, con el fin de ubicar esta
área. La segunda, la revisión y análisis de textos clásicos y actualizados que
permitan la comprensión de las situaciones planteadas. La tercera, el estudio de
casos reales para la formulación de conceptos y saberes adquiridos.
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Por primera vez en la historia, la bioética ha
posibilitado el análisis y la reflexión sobre aspectos como el aborto,
trasplante de órganos y otros, reconoció Joaquín Ocampo Martínez, de la
Facultad de Medicina de la UNAM.