06:00 hrs. Abril 29 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-316

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

CAMBIOS LEVES EN EL CUERPO HUMANO POR EL HORARIO DE VERANO

 

·        Afirmó Elia Naranjo Rodríguez, jefa del Departamento de Farmacología de la Facultad de Química de la UNAM

·        Influye en las concentraciones de melatonina, hormona de la que se estudia su efecto para reducir el estrés

 

 

El horario de verano modifica el ciclo vigilia–sueño y las secreciones hormonales que se liberan a determinadas horas del día. Sin embargo, al sólo requerir de una hora, no interfiere en el resto de las actividades cotidianas, señaló Elia Naranjo Rodríguez, jefa del Departamento de Farmacología de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM.

 

Naranjo Rodríguez se refirió en particular a la variación en las concentraciones de melatonina, hormona secretada por la glándula pineal, relacionada con el mecanismo natural que, entre otras funciones, regula cambios de tipo estacional en especies con actividad fotoperiódica, como las ovejas y los osos; y misma que se libera en los ciclos de luz–oscuridad, particularmente en este último.

 

También se le ha atribuido un efecto para reducir el estrés o ansiolítico, aspecto que trabaja la investigadora universitaria. Se busca “determinar la presencia de un compuesto capaz de inhibir, reducir o eliminar la ansiedad”, que esté al alcance de la población y no provoque efectos adversos o de adicción como los medicamentos existentes, especialmente las benzodiacepinas, que componen el diazepam, mejor conocido por el nombre comercial de Valium.

Agregó que se trabaja en la síntesis de análogos de melatonina, con ayuda de Ofelia Espejo y Alfonso Lira, también de la FQ: “Varias sustancias podrían sustituir a las benzodisaepinas, incluso una es más potente que la propia secreción. Se han hecho análisis in vitro e in vivo; no obstante, “falta considerar la farmacocinética, su mecanismo de acción”.

 

Estudiar esa hormona para reducir las tensiones es importante, “porque estamos sometidos a una constante ansiedad debido al ritmo de vida que llevamos”, destacó en la conferencia Melatonina y ansiedad, realizada dentro del ciclo La ciencia más allá del aula.

 

Si bien la tensión nerviosa es un mecanismo de defensa de nuestro organismo, para contender contra acciones agresivas del medio ambiente, subrayó que “es algo con lo que viviremos siempre, pero a veces rebasa cierto límite y llega a producir patologías, que pueden convertirse en depresión profunda y desencadenar suicidios”.

 

En el Auditorio “A” de la FQ, Naranjo Rodríguez precisó que esta secreción implica la regulación fotoneuroendocrina, porque funciona en relación con la cantidad de luz y obscuridad. Se conecta con todo el resto del sistema nervioso central y antiguamente se le definió como el órgano de la clarividencia, la meditación o la tranquilidad. Está localizada en el diencéfalo y mide dos milímetros de diámetro.

 

Su producción endógena normal, difícil de manejar como fármaco, se ha determinado en 28 microgramos por día, aunque en pacientes cirróticos y geriátricos disminuye a 12 diarios. Entre las 12 horas de la noche y las seis de la mañana es cuando su concentración en el organismo humano es mayor.

 

Su descubrimiento se hizo en 1917. En 1925 se observó que sus extractos conducían a las aves a un periodo cíclico denominado fotoperiodo. En 1957 se advirtió su efecto aclarador en la piel de los anfibios. Al año siguiente fue denominada química y estructuralmente. En 1960 se determinó al funcionamiento de la glándula pineal y que su actividad depende de la luz ambiental; dos años después, que la secreta en forma de hormonas. En 1978, que es moduladora de las reacciones fisiológicas de defensa y adaptación al síndrome de estrés. En 1983 se le llamó “la hormona antiestrés”, y en 1991 Naranjo Rodríguez estableció que es ansiolítica.

 

La melatonina es una estructura que se absorbe bien cuando se administra por lo general por vía oral, intramuscular o intravenosa. Entre sus efectos adversos destaca la cefalea y nauseas. Actualmente, finalizó la investigadora, la venden en Estados Unidos como complemento vitamínico más que como fármaco.

 

 

 

-oOo-

 


 

 

FOTO 01

Elia Naranjo Rodríguez, jefa del Departamento de Farmacología de la Facultad de Química de la UNAM, indicó que el horario de verano produce cambios leves en el organismo humano.

 

FOTO 02

El horario de verano modifica el ciclo vigilia–sueño y las secreciones hormonales que se liberan a determinadas horas del día, aunque no interfiere en el resto de las actividades cotidianas, dijo Elia Naranjo Rodríguez, jefa del Departamento de Farmacología de la Facultad de Química de la UNAM.