14:30 hrs. Abril 21 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-294

Claustro de Sor Juan

 Pies de foto al final del boletín

FRENAN AL FUNDAMENTALISMO  LAS UNIVERSIDADES: DE LA FUENTE

 

 

·        El rector de la UNAM, agregó que son el contrapeso de la sociedad al pensamiento único 

·        Afirmó que la diferencia entre los regímenes democráticos y los totalitarios es la autonomía universitaria

·        Participó en la sesión inaugural de las Jornadas Culturales “Universidad y sociedad”, realizada en la Universidad del Claustro de Sor Juana

·        Carmen Beatriz López–Portillo, rectora de la UCSJ, señaló que la universidad debe contribuir a dar respuesta a las demandas sociales, ser motor de la sociedad y una fuerza democratizante

 

 

Las universidades son el único contrapeso de que disponen las sociedades contra el pensamiento único y el mejor freno ante los preocupantes fundamentalismos religiosos, étnicos o económicos, aseguró el rector Juan Ramón de la Fuente.

 

Indicó que la diferencia entre los regímenes democráticos y los totalitarios es precisamente la autonomía universitaria, la cual no significa extraterritorialidad, es respeto absoluto por parte del Estado a la forma de organización, de gobierno y de los valores supremos de las instituciones de educación superior: la libertad de cátedra, de investigación y la capacidad ganada para autogobernarse y administrar su patrimonio.

Al dictar una conferencia magistral en la sesión inaugural de las Jornadas Culturales “Universidad y sociedad”, que se llevan a cabo en la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ), y ante su homóloga Carmen Beatriz López–Portillo, De la Fuente advirtió que de lo contrario, el Estado viola y violenta la autonomía universitaria.

 

En México, resaltó, las universidades gozan de autonomía e independencia y su relación con los poderes públicos es más respetuosa. Obtener este derecho marcó de manera decisiva e irreversible el curso de la educación superior en el país y muchos de los fenómenos que más han impactado el desarrollo nacional en el siglo pasado y los primeros años de este.

 

Sin autonomía, sostuvo, no puede haber libertad académica. Pero, se convierte en el “hilo delgado” en la relación entre la universidad y el Estado, sobre todo en los aspectos referentes al financiamiento.

 

Frente al agregado de Cooperación Universitaria e Investigación de la Embajada de Francia en México, Jean Franco; el secretario general de la Universidad Autónoma Metropolitana, Ricardo Solís Rosales, y la comunidad de esa institución, aseveró que el reto de la universidad es adaptarse a los vertiginosos cambios que se han suscitado y, al mismo tiempo, no desvirtuar su esencia y misión. Esta última es la enseñanza, la investigación y la extensión del conocimiento y la cultura a amplios sectores de la sociedad.

 

Es decir, especificó, la academia sigue siendo la razón de ser de la universidad. Resulta importante, porque la institución está en permanente riesgo de perder la brújula, de tomar orientación diferente, lo que provocaría el grave riesgo de desnaturalizarse.

 

Por eso, inmersa en el centro de los problemas de la sociedad que la auspicia, no puede ser una institución militante, que se pliegue a los dogmas, las doctrinas o los intereses políticos en boga, y menos aún a las leyes económicas que hoy día ejercen una enorme influencia sobre la vida de todos los países, alertó.

 

El rector previó que para preservar su misión académica, la universidad debe mantener los elementos fundamentales que permiten el desarrollo de la academia: la libertad, la autonomía y la independencia.

 

Así, recalcó, las instituciones de educación superior deben ser “insensatamente independientes”, pues si pierden esa capacidad dejará de ser la conciencia crítica que las sociedades requieren para examinarse en forma periódica y encontrar mejores caminos para su desarrollo.

 

El Estado, abundó más adelante, está mejor cuando respeta las decisiones que toman las universidades, que si trata de entrometerse en sus asuntos internos.

 

Dejó en claro que las universidades tienen importantes responsabilidades con la sociedad y el Estado. La primera, como reclamo generalizado, es la calidad de los servicios educativos, de investigación y de difusión de la cultura; la segunda, es la transparencia y rendición escrupulosa de cuentas.

 

Indicó que las humanidades, las ciencias sociales y las artes son disciplinas cada vez más subordinadas y segregadas. Aseguró que ninguna institución de educación superior debe hacerlas a un lado.

 

En la presentación de las Jornadas Culturales, la rectora de la UCSJ subrayó que la universidad debe contribuir a dar respuesta a las demandas sociales, ser motor de la sociedad y una fuerza democratizante. Así, se podrá activar la crítica inherente a las presunciones implícitas e interpretativas del discurso político y, de ser necesario, frente a la lógica del poder y su ejercicio.

 

Consideró que a la universidad le corresponde abrir un espacio desde el cual se pueda intervenir social y discursivamente en el entramado cultural al que pertenece y transformar las estructuras existentes desde la tolerancia y el respeto a la diferencia, así como el reconocimiento a la dignidad propia y a la ajena.

 

En estas instituciones, agregó, se puede definir e interpretar la justicia desde la redefinición de la solidaridad como expectativa compartida, como la disposición de reconocer al otro con la igualdad que la vida misma implica.

 

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FOTO 01

Juan Ramón de la Fuente, rector de la UNAM, durante el acto inaugural de las Jornadas Culturales “Universidad y sociedad”, que se efectúan en la Universidad del Claustro de Sor Juana.

 

FOTO 02

El rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, recibe de manos de su homóloga de la Universidad del Claustro de Sor Juana, Carmen Beatriz López Portillo, un reconocimiento por su participación en las Jornadas Culturales “Universidad y sociedad”. Los observa el representante de la embajada de Francia en México, Jean Franco.