06:00 hrs. Abril 12 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-268

Ciudad Universitaria

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PREOCUPACIÓN POR EL NÚMERO DE ADOLESCENTES QUE CONSUMEN ALCOHOL

 

·        El jefe del Programa de Conductas Adictivas de la FP de la UNAM, Horacio Quiroga, resaltó que, según datos oficiales, los índices entre sexos tienden a homologarse

·        Los estudiantes de secundaria consumen mayor cantidad de sustancias ilícitas

·        La FP tiene tres centros donde se atiende a sujetos con problemas de adicciones

 

Consumen por lo menos una copa de alcohol alrededor de 3 millones 522 mil adolescentes de entre 12 y 17 años, equivalentes al 25 por ciento del total nacional de este sector de la población, a pesar de que la edad permitida para hacerlo es hasta los 18 años. De esta cantidad, las jóvenes urbanas sumaron un millón 252 mil 712, frente al millón 726 mil  518 de varones.

 

Así lo informó Horacio Quiroga, jefe del Programa de Conductas Adictivas de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, quien señaló que por esta razón la dependencia universitaria mantiene tres centros de atención abiertos a la población en general, a fin de ayudarla a resolver los problemas de adicción.

 

Al retomar los datos de la Encuesta Nacional de Adicciones 2002 (ENA), recordó que en todo el país 32 millones 315 mil 760 personas de 12 a 65 años tomaron cerveza, destilados, vino de mesa, pulque y alcohol del 96 como bebida etílica, por lo menos en alguna ocasión. La ingesta per cápita general alcanzó los 2.79 litros, que se incrementó a 3.48 en el segmento de 18 a 65 años.

 

Si bien, dijo, tradicionalmente se había observado la prevalencia de los varones en esta estadística, en los últimos años esa tendencia se ha revertido y los índices tienden a homologarse, sobre todo entre los jóvenes que viven en las zonas urbanas, en donde por cada mujer que prueba alcohol hay 1.4 varones, a diferencia del 1.8 que se registra en las zonas rurales.

 

Explicó que de 1998 al 2002 aumentó de 27 a 35 por ciento el número de varones adolescentes que tomaron alcohol y de 18 a 25 por ciento entre mujeres.

 

Los jóvenes, destacó, son el sector más vulnerable, pues de hecho las conductas adictivas se presentan con mayor frecuencia en esa edad. Sin embargo, aclaró, esto dependerá del tipo de sustancia, pues algunas son más populares en determinadas edades. Por ejemplo, las personas mayores de 18 años consumen más alcohol y tabaco.

 

El académico universitario señaló que los estudiantes de secundaria cada vez hacen un uso mayor de sustancias ilícitas como la cocaína, aunque todavía se encuentran los inhalables y las pastillas en primer lugar. Entre la población general, abundó, circula en mayor proporción la marihuana, drogas duras, estimulantes y sedantes.

 

Cabe destacar que según datos de la misma Encuesta Nacional, 215 mil 634 adolescentes de 12 a 17 años probaron alguna droga, en una proporción de 3.5 hombres por cada mujer, y el 86 por ciento de los consumidores residió en zonas urbanas. Los patrones de uso de sustancias ubican a la mariguana, inhalables y cocaína como las más socorridas en este rango de edad, aunque las mujeres varían en el siguiente orden: mariguana, coca y estimulantes disolventes.

 

 

 

Para abatir su uso, expresó, debe considerarse que estos compuestos no respetan condiciones sociales, económicas, políticas, religiosas o de raza; por lo tanto, todos los grupos humanos tienen posibilidad de caer en una situación de apego excesivo, alertó.

 

De hecho, señaló, las razones para su empleo son múltiples, aunque la influencia social es importante, pues si se convive con personas intoxicadas se tiene alta probabilidad de utilizar algún enervante.

 

El académico resaltó que la FP es pionera en trabajos sobre adicciones. Desde principios de los años 70 se labora de manera sistemática y hasta la fecha se han desarrollado diversos sistemas e investigaciones sobre esta problemática.

 

Uno de los tres centros con que cuenta esta dependencia universitaria se encuentra ubicado en la propia Facultad, donde se tiene un programa específico para atender a los pacientes, precisó.

 

En el Centro de Servicios Psicológicos Acazulco, indicó, existen cinco líneas de trabajo que contemplan tratamiento o prevención secundaria. Ahí se aplican modelos de intervención y terapia breve en adultos y adolescentes con problemas de consumo.

 

También, abundó, está el Centro Comunitario “Oswaldo Robles”, donde se encargan de dos áreas: prevención primaria a personas que aún no hacen uso de sustancias para retrasar o evitar ese momento, y atención a alcohólicos.

 

Además, señaló, la FP cuenta con una residencia en Psicología de las Adicciones en maestría. Aquí se forma a los especialistas que están demandando las instituciones para desintoxicar a los afectados.

 

Horacio Quiroga subrayó que resolver esta problemática es responsabilidad de muchas áreas. Por ejemplo, buena parte de los programas de previsión no han sido efectivos, porque se han tenido diferencias para instrumentarlos.

 

Muchas veces, mencionó, quienes los diseñan no piensan en las necesidades de los consumidores potenciales, y así no pueden obtener buenos resultados.

 

En ese sentido, aseguró, se requieren estrategias integrales que contemplen las diferentes dimensiones del asunto y, al mismo tiempo, estén vinculados entre sí.

 

Su efectividad también dependerá de qué tanto se involucre el usuario; por ello, si éste no satisface sus expectativas, abandonará la terapia, destacó.

 

Por ello, en el combate a las adicciones es preciso trabajar en diferentes frentes. “El gobierno, las instituciones, la familia, las escuelas y la población en general deben asumir la responsabilidad que les compete”, para erradicar esas conductas, puntualizó.

 

Asimismo, las organizaciones son parte importante en la solución de esta problemática, por lo que su participación debe ser activa tanto en la detección de conductas de riesgo como en la oferta de servicios, concluyó.

 

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Foto 01

 

Los estudiantes de secundaria cada vez consumen mayor cantidad de sustancias ilícitas como la cocaína, señaló el académico universitario Horacio Quiroga.

 

Foto 02

 

Todos los grupos humanos tienen posibilidad de caer en una situación de consumo excesivo de sustancias, alertó Horacio Quiroga, jefe del Programa de Conductas Adictivas de la Facultad de Psicología de la UNAM.