06:00 hrs. Abril 10 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-265

Ciudad Universitaria

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DESARROLLAN EN LA UNAM INSTRUMENTO MÁS BARATO PARA  MEDIR LA DEFORMACIÓN DE LA CÓRNEA

 

·        Se trata de un videoqueratómetro, que sirve también para diagnosticar otras enfermedades oculares

·        Incluso, puede ser utilizado para probar el espejo secundario del Gran Telescopio Milimétrico que se desarrolla en Puebla, explicó Rufino Díaz Uribe, coordinador del Laboratorio de Óptica Aplicada de la UNAM

 

Con la finalidad de abaratar y hacer más precisos los instrumentos para diagnosticar enfermedades oculares, investigadores del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la UNAM desarrollan un videoqueratómetro para determinar las deformaciones de la córnea humana informó el coordinador del Laboratorio de Óptica Aplicada, Rufino Díaz Uribe.

 

El costo de este aparato alcanza hasta 60 mil dólares o más en el mercado, mientras que el prototipo universitario asciende a 20 mil pesos, incluyendo los aditamentos donde el paciente coloca el ojo dentro de un cilindro con líneas blancas y negras dibujadas, el monitor de observación y la computadora de captura de datos.

 

Los productos comerciales, refirió, han sido desarrollados por especialistas en el área de medicina, sin muchas bases de física, óptica e ingeniería. A diferencia de los existentes, la innovación elimina aproximaciones y es, por lo tanto, más preciso.

 

Explicó que cuando esta máquina registra rayas circulares y radiales deformes hay algún defecto en la córnea. También se evalúa el radio de curvatura de la membrana (reflejado como espaciamiento), que en ocasiones no se relaciona de forma correcta con el tamaño del globo ocular, lo que produce personas miopes.

 

Dijo que su superficie no es uniforme y, por tanto, produce anomalías visuales, refractivas, presentes en el 70 por ciento de los desórdenes oculares más comunes, como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y el queratocono (cuando adquiere forma de cono).

 

Rufino Díaz  enfatizó que la tecnología empleada en este nuevo prototipo permitirá incluso, su utilización  en el espejo secundario del Gran Telescopio Milimétrico (GTM) que erige el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) en la Sierra de la Negra, Puebla.

 

Ahí se tienen dificultades para probar el cristal secundario, de dos metros y medio, que además es convexo, como el ojo humano. Este instrumento, cuyo espejo principal medirá 50 metros, no será para observación en el visible, sino en ondas milimétricas del espectro electromagnético.

 

El equipo del doctor Díaz trabaja con un modelo a escala de 40 centímetros fabricado de fibra de carbono, como el original, por ser más ligero y resistente que el vidrio. Debido a que se hubiera requerido de un cilindro de 25 metros de altura para evaluar ese aditamento, se ha optado por usar una línea de puntos de luz, a semejanza de una lámpara.

 

A pesar de estar formada por orificios de diferente tamaño y a distintas distancias, en el “espejo” se observan de igual tamaño y a intervalos regulares. Se requiere de cálculos para que el muestreo sea uniforme. Luego se coloca sobre una platina que gira. Cada cinco grados se toman imagen y datos, de modo que al integrar todas las mediciones se puede evaluar la superficie completa.

 

El objetivo es evitar la miopía del telescopio, como fue el caso del Hubble, que debió ser corregida en el espacio. Una vez que esté listo el diseño final se realizarán las pruebas en el INAOE.

Tal propuesta parte de una investigación de doctorado, ha sido llevada a los congresos internacionales SPIE´s (Society of Photo-Optical and Instrumentation Engineers) 47 Annual Meeting, en Seattle, Washington, EUA, en julio del 2002, y el International Symposium on Photonics in Measurement, de Aachen, Alemania, en junio del 2002. También será enviada para su publicación en Applied Optics. Deberá estar lista este año, antes de que se inaugure el Telescopio

 

Además de estos esfuerzos, el CCADET ya tiene fabricado otro instrumento óptico, el queratopógrafo láser, que identifica los defectos en dicha parte del ojo para su posible corrección.

 

A semejanza de un escáner que explora la superficie de un documento, repasa examina esa zona con un láser. Funciona con un haz delgado, casi puntual, parte del cual entra al globo ocular y el resto –alrededor de 4 por ciento– se refleja. Lo último se utiliza para el diagnóstico. Así, rastrea miles de puntos para evaluar esa membrana.

 

Se usan rayos de baja potencia, de helio-neón, para no afectar la retina y provocar ceguera. Asimismo, se determinó el límite de exposición para no registrar daño, aclaró Díaz Uribe. A ello contribuye el recorrido constante de esa concentración lumínea.

 

Las pruebas realizadas sobre lentes pequeñas, como de contacto para simular esa membrana, aunque sin la colaboración de oftalmólogos, tuvieron buenos resultados en el barrido de la superficie y en la captura de la información con ayuda de un software creado en el propio laboratorio.

 

Hasta ahora este proyecto ha dado lugar a tres tesis de licenciatura y una de maestría, además de dos artículos en las revistas internacionales Applied Optics y Optometry and Vision Science, finalizó Díaz.

 

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Foto 1

 

En el CCADET de la UNAM se desarrollan sistemas para diagnosticar enfermedades oculares y para probar el espejo secundario del Gran Telescopio Milimétrico, informó el coordinador del Laboratorio de Óptica Aplicada, Rufino Díaz Uribe.

 

Foto 2

 

Rufino Díaz Uribe, del CCADET de la UNAM, dijo que la superficie de la córnea no es uniforme y, por lo tanto, produce defectos visuales o refractivos que deben corregirse.