06:00 hrs. Abril 8 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-260

Ciudad Universitaria

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ELABORAN EN LA UNAM CATÁLOGO NACIONAL DE ESCULTURA NOVOHISPANA

 

·        Se clasifican, registran y crean una base de datos con las diferentes obras artísticas que se realizaron en México de los siglos XVI al XIX

·        Hasta el momento consigna más de cinco mil obras provenientes de Oaxaca, Hidalgo, Estado de México y Distrito Federal

·        El universo potencial de los acervos artísticos rebasa el millón de piezas

 

El Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), trabaja en la elaboración del primer Catálogo Nacional de Escultura Novohispana, el cual busca clasificar, registrar y establecer una base de datos con las diferentes obras artísticas que se realizaron entre los siglos XVI y XIX.

 

Con más de cinco mil piezas consignadas hasta el momento, provenientes, en una primera etapa, de los estados de Oaxaca, Hidalgo, Estado de México y Distrito Federal, este conjunto es coordinado por la doctora Elisa Vargaslugo, investigadora emérita del IIE.

 

Se trata, explicó la restauradora Gabriela García Lascuráin, participante en el proyecto, de material que se almacenará en un compendio electrónico, mismo que se espera esté funcionando a finales de este año, y que “se  pueda seguir enriqueciendo y sea consultada por gente especializada sobre el tema”, expresó.

Se pretende tener un banco de información que sirva de apoyo a los trabajos de investigación y que permita la búsqueda de fotos del patrimonio artístico; aclaró que no se imprimirá un catálogo que contenga, de manera detallada, cada una de las piezas, con su ubicación y todos los datos. El acceso será restringido, ya que de otra forma sería peligroso para las obras.

 

Informó que hay unos 20 mil conjuntos religiosos de gran riqueza en retablos, portadas, pintura mural y sobre lienzo, esculturas, púlpitos, y otros múltiples bienes muebles y objetos ornamentales. Es decir, el universo potencial de los acervos artísticos contenidos en ellos rebasa el millón de piezas.

 

Existen, en promedio, tres o cuatro retablos por iglesia, aunque algunas con más de diez, lo que daría una cifra de entre sesenta mil y ochenta mil retablos pertenecientes a los siglos XVI al XIX, los cuales contienen gran diversidad de imágenes, esculturas y pinturas. Refirió que México requiere mayor protección al patrimonio cultural.

 

Indicó que luego de más de dos años de dedicarse a catalogar este tipo de obras se ha detectado intervención en gran cantidad de ellas: hay piezas repintadas o mal restauradas, quizá por desconocimiento de la gente encargada de hacer ese trabajo.

 

En algunas iglesias, por ejemplo, los sacerdotes no quieren que las imágenes se vean viejas por lo que las mandan colorear, para refrescarlas y que se vean distintas. En otras ocasiones, no las restauran, las arrumban, guardan en una bodega o las destruyen, sin apreciar su valor.

 

Subrayó que durante los siglos de historia que tienen, muchas de ellas han sufrido modificaciones o alteraciones, sobre todo por los cambios de estilo en cada época. Se reconstruyen, hay remozamientos o aplicaciones de otro tipo.

 

Estas obras son patrimonio vivo y no partes de un museo con fines didácticos, porque siguen cumpliendo la función que les dio origen, y la religiosidad está en constante evolución. Es difícil que los habitantes de un lugar comprendan que no sólo tienen un valor religioso sino también histórico y artístico.

Todo ello, insistió, se debe a un desconocimiento de los responsables de dichos sitios. Faltan programas de educación para la conservación, y trabajar con las comunidades locales en el conocimiento de su historia, su patrimonio y otras medidas preventivas para detectar plagas cómo: limpiar sin lastimar las obras, evitar instalaciones inadecuadas de electricidad, porque eso ha provocado incendios y pérdidas irreparables.

 

Se requiere involucrar a la sociedad en la protección de los bienes artísticos nacionales y que no se pierdan, así como a los especialistas para su preservación e investigación. Estas obras son nuestra herencia histórica y cultural.

 

Gracias a los registros levantados, se ha confirmado que el arte novohispano es de una amplia riqueza y variedad de estilos, en especial la escultura, que es una mezcla de técnicas. Hay materiales como pasta, caña de maíz, yeso, piedra, madera, hoja metálica, plata, oro, lámina, barnices y lacas, así como incrustaciones para dar mayor realismo a las piezas. Por desgracia, ha sido poco estudiada.

 

Gabriela García reconoció que el estudio de la escultura en México ha estado rezagado. No obstante, desde el siglo XX hay aportaciones de estudiosos de la historia del arte, quienes han tomado los ejemplos más representativos de cada estilo o época, pero tienen un carácter divulgatorio, así como trabajos generales de arte mexicano, monografías o artículos en revistas sobre alguna colección de museo.

 

Ha sido desatendida por la investigación, debido a su multiplicidad de autores, pues se desconoce al escultor, estofador, dorador e incluso carpintero. No es una obra firmada, y es de difícil acceso porque la mayoría se encuentra en centros de culto. No es fácil llegar, tomar fotografías y analizarlas.

 

Existe poca información sobre los talleres regionales, la escultura en el interior del país, y sólo se consideran a los grandes centros retablísticos como Puebla o el Distrito Federal, pero no de Oaxaca, el norte o sureste del país.

 

 

 

En el 2000 el IIE convino con el INAH hacer de manera conjunta este catálogo y en 2001 se comenzó a gestar la participación de los gobiernos estatales interesados en ello, así como algunas universidades para hacer el inventario. Se gestionó la colaboración de los jóvenes interesados en el proyecto, provenientes de carreras afines a la historia del arte, como arquitectura y artes plásticas.

 

En él se busca clasificar los diferentes tipos de objeto: retablos, pilas bautismales, púlpitos, cruces atriales y esculturas, y contar con una diversidad de obra no sólo tallada en madera sino también labrada en piedra, concluyó.

 

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 01

 

El universo potencial de los acervos artísticos en México rebasa el millón de piezas, aseguró Gabriela García Lascuráin, quien colabora en el registro del Catálogo Nacional de Escultura Novohispana.

 

Foto 02

 

Gabriela García Lascuráin informó que en México existen unos 20 mil conjuntos religiosos de gran riqueza en retablos, portadas, pintura mural y sobre lienzo, esculturas, púlpitos, y otros múltiples bienes muebles y objetos ornamentales.