Boletín UNAM-DGCS-260
Ciudad Universitaria
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ELABORAN EN LA UNAM CATÁLOGO NACIONAL DE ESCULTURA NOVOHISPANA
·
Se clasifican, registran y crean una
base de datos con las diferentes obras artísticas que se realizaron en México
de los siglos XVI al XIX
·
Hasta el momento consigna más de cinco
mil obras provenientes de Oaxaca, Hidalgo, Estado de México y Distrito Federal
· El universo potencial de los acervos artísticos rebasa el millón de piezas
El Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la
UNAM, en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia
(INAH), trabaja en la elaboración del primer Catálogo Nacional de Escultura
Novohispana, el cual busca clasificar, registrar y establecer una base de datos
con las diferentes obras artísticas que se realizaron entre los siglos XVI y
XIX.
Con más de cinco mil piezas
consignadas hasta el momento, provenientes, en una primera etapa, de los
estados de Oaxaca, Hidalgo, Estado de México y Distrito Federal, este conjunto
es coordinado por la doctora Elisa Vargaslugo, investigadora emérita del IIE.
Se trata, explicó la restauradora Gabriela García
Lascuráin, participante en el proyecto, de material que se almacenará en un
compendio electrónico, mismo que se espera esté funcionando a finales de este
año, y que “se pueda seguir
enriqueciendo y sea consultada por gente especializada sobre el tema”, expresó.
Se pretende tener un banco de información que sirva de
apoyo a los trabajos de investigación y que permita la búsqueda de fotos del
patrimonio artístico; aclaró que no se imprimirá un catálogo que contenga, de
manera detallada, cada una de las piezas, con su ubicación y todos los datos.
El acceso será restringido, ya que de otra forma sería peligroso para las
obras.
Informó que hay unos 20 mil conjuntos
religiosos de gran riqueza en retablos, portadas, pintura mural y sobre lienzo,
esculturas, púlpitos, y otros múltiples bienes muebles y objetos ornamentales.
Es decir, el universo potencial de los acervos artísticos contenidos en ellos
rebasa el millón de piezas.
Existen, en promedio, tres o
cuatro retablos por iglesia, aunque algunas con más de diez, lo que daría una
cifra de entre sesenta mil y ochenta mil retablos pertenecientes a los siglos
XVI al XIX, los cuales contienen gran diversidad de imágenes, esculturas y
pinturas. Refirió que México requiere mayor protección al patrimonio cultural.
Indicó que luego de más de dos años de dedicarse a
catalogar este tipo de obras se ha detectado intervención en gran cantidad de
ellas: hay piezas repintadas o mal restauradas, quizá por desconocimiento de la
gente encargada de hacer ese trabajo.
En algunas iglesias, por
ejemplo, los sacerdotes no quieren que las imágenes se vean viejas por lo que
las mandan colorear, para refrescarlas y que se vean distintas. En otras
ocasiones, no las restauran, las arrumban, guardan en una bodega o las
destruyen, sin apreciar su valor.
Subrayó que durante los siglos de historia que tienen,
muchas de ellas han sufrido modificaciones o alteraciones, sobre todo por los cambios
de estilo en cada época. Se reconstruyen, hay remozamientos o aplicaciones de
otro tipo.
Estas obras son patrimonio
vivo y no partes de un museo con fines didácticos, porque siguen cumpliendo la
función que les dio origen, y la religiosidad está en constante evolución. Es
difícil que los habitantes de un lugar comprendan que no sólo tienen un valor
religioso sino también histórico y artístico.
Todo ello, insistió, se debe a un desconocimiento de los
responsables de dichos sitios. Faltan programas de educación para la
conservación, y trabajar con las comunidades locales en el conocimiento de su
historia, su patrimonio y otras medidas preventivas para detectar plagas cómo:
limpiar sin lastimar las obras, evitar instalaciones inadecuadas de electricidad,
porque eso ha provocado incendios y pérdidas irreparables.
Se requiere involucrar a la
sociedad en la protección de los bienes artísticos nacionales y que no se
pierdan, así como a los especialistas para su preservación e investigación.
Estas obras son nuestra herencia histórica y cultural.
Gracias a los registros
levantados, se ha confirmado que el arte novohispano es de una amplia riqueza y
variedad de estilos, en especial la escultura, que es una mezcla de técnicas.
Hay materiales como pasta, caña de maíz, yeso, piedra, madera, hoja metálica,
plata, oro, lámina, barnices y lacas, así como incrustaciones para dar mayor
realismo a las piezas. Por desgracia, ha sido poco estudiada.
Gabriela García reconoció que
el estudio de la escultura en México ha estado rezagado. No obstante, desde el
siglo XX hay aportaciones de estudiosos de la historia del arte, quienes han
tomado los ejemplos más representativos de cada estilo o época, pero tienen un
carácter divulgatorio, así como trabajos generales de arte mexicano,
monografías o artículos en revistas sobre alguna colección de museo.
Ha sido desatendida por la
investigación, debido a su multiplicidad de autores, pues se desconoce al
escultor, estofador, dorador e incluso carpintero. No es una obra firmada, y es
de difícil acceso porque la mayoría se encuentra en centros de culto. No es
fácil llegar, tomar fotografías y analizarlas.
Existe poca información sobre
los talleres regionales, la escultura en el interior del país, y sólo se
consideran a los grandes centros retablísticos como Puebla o el Distrito
Federal, pero no de Oaxaca, el norte o sureste del país.
En el 2000 el IIE convino con
el INAH hacer de manera conjunta este catálogo y en 2001 se comenzó a gestar la
participación de los gobiernos estatales interesados en ello, así como algunas
universidades para hacer el inventario. Se gestionó la colaboración de los
jóvenes interesados en el proyecto, provenientes de carreras afines a la
historia del arte, como arquitectura y artes plásticas.
En él se busca clasificar los
diferentes tipos de objeto: retablos, pilas bautismales, púlpitos, cruces
atriales y esculturas, y contar con una diversidad de obra no sólo tallada en
madera sino también labrada en piedra, concluyó.
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PIES DE FOTO
Foto 01
El universo
potencial de los acervos artísticos en México rebasa el millón de piezas,
aseguró Gabriela García Lascuráin, quien colabora en el registro del Catálogo
Nacional de Escultura Novohispana.
Foto 02
Gabriela García Lascuráin informó que en México
existen unos 20 mil conjuntos religiosos de gran riqueza en retablos, portadas,
pintura mural y sobre lienzo, esculturas, púlpitos, y otros múltiples bienes
muebles y objetos ornamentales.