Boletín UNAM-DGCS-259
Ciudad Universitaria
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Se podrían regenerar huesos, nervios y
cartílagos
Incrementa la vida útil de frutos
y verduras hasta 100 por ciento y los protege contra infecciones: Patricia
Miranda, de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán
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Se trabaja con el Centro Nacional de
Rehabilitación y la Universidad de Concepción, Chile, en el uso de cubiertas y
tubos de ese material para el cultivo de células in vitro
La Facultad de Estudios
Superiores Cuautitlán (FESC) desarrolla diversos productos con base en
quitosán, una sustancia producida con desechos de crustáceos como camarón,
langosta y langostilla, para proteger a los frutos y verduras contra las
infecciones, las cuales alargan la vida útil de los mismos.
Incluso, informó Patricia
Miranda Castro, responsable de dicha innovación, se colabora con el Centro
Nacional de Rehabilitación y la Universidad de Concepción, en Chile, para
utilizar membranas, esponjas y tubos con ese compuesto para el cultivo de
células troncales y embrionarias in vitro.
Se ha demostrado que este
material sirve como andamio para el crecimiento y proliferación de dichas
unidades. “Si esto funciona sería posible la regeneración de huesos, nervios y
cartílagos”, refirió la también integrante de la cátedra de Biotecnología de la
FESC.
En su aplicación para
prolongar los periodos de consumo de los comestibles, reveló que entre 30 y 50
por ciento de las variedades se pierde una vez
cosechada. Ello por tratamientos defectuosos, aunado a las
infestaciones.
Refirió que en los últimos años su trabajo ha revisado el
comportamiento fisicoquímico y biológico de las cubiertas de quitosán en
aguacate, mango, fresas y pepinos.
También “hemos trabajado en el control de microorganismos patógenos. Al
utilizar ese adelanto su vida útil aumenta más del 100 por ciento.
Se han obtenido resultados
interesantes, porque al aplicarse como cobertura controla las infecciones y
crea una atmósfera que le permite a los alimentos seguir respirando, pero a una
velocidad menor y a un intercambio gaseoso con el exterior en forma diferente.
Así se alarga su vida útil, sin modificar propiedades y calidad. Incluso, en el
mango mejora su color y sabor", refirió.
Miranda Castro recordó que
desde hace una década ha trabajado en la obtención de dichas sustancias. Por
ello, en el 2000 solicitó una patente, que tiene muchas posibilidades de ser
otorgada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) a la
Universidad Nacional.
La quitina se encuentra en la
coraza de camarones, cangrejos y otros crustáceos, en el manto del plancton, en
el exoesqueleto de los insectos, en el cartílago del calamar y en las membranas
celulares de algunos hongos.
Es un polímero, una molécula de gran tamaño, constituida
con base en azúcares y oxígeno. Es fibrosa, por lo que es un material de gran
resistencia química y mecánica. Las características más útiles para la
industria están en el quitosán, que se obtiene al someter el biopolímero a un
proceso de hidrólisis para romper la molécula y separar el grupo acetil,
conocido como desacetilación, abundó la especialista.
Éste es soluble en agua acidificada. Su solubilidad y
viscosidad –puede hacerse más
espesa o más ligera según se requiera– son cualidades que lo hacen aplicable a
usos variados, así como su acción de “imán bioquímico”, capaz de detectar
sustancias nocivas.
Patricia Miranda explicó que
la película cubre a los alimentos luego de que son sumergidos en soluciones de
quitosán. Casi no se ve, pero brillan y con ella quedan protegidos.
No obstante, aclaró, se
requieren capas distintas para cada tipo de producto, pues respiran en forma
desigual y su metabolismo tiene diferentes condiciones de evolución. Cada
especie requiere un estudio particular y dependiendo de esas necesidades se
crean las cubiertas.
Pueden adherirse el tiempo
necesario. De hecho, es factible que sean consumidas en la cáscara de frutas
como la manzana. Es una sustancia no tóxica, incluso comestible, y tiene
beneficios nutritivos para los humanos.
El quitosán retiene grasa.
Consumido en altas cantidades es un hipercolesterolémico y baja los niveles de
colesterol y triglicéridos. De hecho la Food and Drug Administration (FDA) de
Estados Unidos lo ha estudiado y probado como un aditivo.
Al lavar los productos se les puede eliminar gran parte
de esta membrana. No obstante, una cantidad de ella queda en los poros de la
corteza. Eso ayuda a disminuir los niveles de respiración.
Indicó que en términos generales, con medio mililitro de
solución concentrada de quitosán se cubre un aguacate y bajo condiciones de
refrigeración se alarga su vida hasta por 65 días a partir de que se corta del
árbol. Eso evita el desperdicio.
Ese fruto se cosecha con
cierta cocción para que comience a respirar de otra forma y pueda controlar
algunas de sus infecciones. Al ser seleccionados se limpian, se les recubre y
refrigera. Con esta capa maduran de forma más lenta, sus condiciones
organolépticas y de pérdida de peso mejoran y no baja su calidad.
Al respecto, la académica universitaria
dijo que se ha ofrecido un proyecto de colaboración con los productores de
Michoacán, para que este desarrollo los beneficie.
Subrayó que el mango es
atacado por una infección que produce manchas negras. Con esta telilla se
controla, además de mejorar su sabor y color.
En el mundo hay empresas que
producen quitina y quitosán o trabajan en sus aplicaciones. Japón, por ejemplo,
tiene más de 200 industrias, la mayoría enfocadas a fabricar materiales de
curación, vendajes, jeringas o ropa para el área médica. En Estados Unidos se
elaboran artículos cosméticos y también se emplea para el tratamiento de agua.
En la república hay amplias
posibilidades de obtener materia prima, ya que es el séptimo productor de
camarón, y genera desperdicios aprovechables de crustáceos. Además, tiene los
litorales del Pacífico, Golfo de México y Mar Caribe, en donde es factible
establecer plantas productoras.
Indicó que tienen trabajos en
conjunto con la Universidad de Concepción, en Chile, en ámbitos como el control
de plagas e insectos, almacenaje del frijol, maíz y otros granos y ya ha
comenzado a trabajar con la Unidad de Granos y Semillas en la FESC-UNAM.
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Foto 1
En los últimos años la académica de la FES Cuautitlán Patricia Miranda
Castro ha revisado el comportamiento fisicoquímico y biológico de las películas
de quitosán en aguacate, mango, fresas y
pepinos.
Foto 2
Desde hace una
década en la FES Cuautitlán se trabaja en la obtención de quitina y quitosán a
partir de crustáceos. Gracias a ello, en el 2000 se solicitó una patente, que
tiene muchas posibilidades de ser otorgada por el IMPI a la Universidad
Nacional.