06:00 hrs. Abril 7 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-258

Ciudad Universitaria

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EN LA UNAM BUSCAN SOLUCIÓN AL PROBLEMA DE ADHERENCIA DE SÓLIDOS EN DUCTOS PETROLEROS

 

·        Desarrollan un simulador que predice la permanencia de sólidos orgánicos en pozos productores de hidrocarburos: Octavio Manero Brito, del Instituto de Investigaciones en Materiales

·        Con este aparato se optimizará la explotación de los recursos energéticos del país

·        Produce imágenes y gráficos que podrían comercializarse en todo el mundo

 

 

Para combatir las pérdidas económicas y los problemas de operación ocasionados por los sólidos adheridos a los tubos conductores de petróleo, Octavio Manero Brito, investigador del Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM) de la UNAM, en colaboración con Carlos Lira Galeana, del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), desarrollaron un simulador numérico para predecir dicho fenómeno.

 

Con este aparato será posible controlar el problema, optimizando así la explotación de los recursos energéticos del país. El trabajo, incluso, ha sido considerado por Petróleos Mexicanos como un desarrollo innovador de gran importancia para PEMEX–Exploración y Producción (PEP), quien lo comenzará a emplear a partir de este año.

 

El simulador, que procede del trabajo doctoral de Edgar Ramírez y Eduardo Buenrostro, ambos de la Universidad Nacional, “se encuentra en la frontera internacional por su capacidad de análisis, y constituye una aportación original que, sin duda, contribuirá a eficientar los procesos de producción de hidrocarburos en los campos petroleros del país”, se señala en una carta de PEP.

 

El instrumento se implementará en breve para su uso empresarial en la red Intranet de esa división de la paraestatal, de forma que se puedan realizar observaciones sobre el impacto que tendría la depositación de sólidos, como asfaltenos y parafinas, bajo diversos escenarios.

 

El programa de cómputo, aclaró el ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes (2003) en el área de Tecnología y Diseño, se entregó a la empresa en dos etapas, la primera en diciembre de 2002, y la segunda en el mismo mes de 2003.

 

Explicó que algunos aceites mexicanos contienen fracciones pesadas, es decir, compuestos de alto peso molecular, que bajo ciertas condiciones de flujo, presión y temperatura se separan y adhieren a las paredes de los pozos. Poco a poco restringen el paso del crudo hasta prácticamente impedirlo. Ante tales circunstancias se hace necesaria una intervención que supone un alto costo.

 

Hasta antes de la existencia del prototipo, se hacían cálculos con paquetes comerciales que no consideraban la separación y adherencia de las sustancias aceitosas, por lo que era imposible pronosticar la incidencia, localización y extensión del fenómeno. El nuevo programa digital es “mucho más completo, pues incorpora las fases de gas, sólido y líquido que fluyen en el sistema”.

 

Basa su funcionamiento en la resolución numérica de una serie de ecuaciones que describen circulación, cinética y termodinámica de los materiales. “Por medio de ellas se puede llegar a predecir el lugar, tiempo y magnitud en donde la acumulación de sólidos puede ser crítica para obstruir el caudal. Esa información es importante para los ingenieros, quienes pueden remediar el problema”, refirió.

 

De ahí su importancia, pues produce imágenes y gráficos que podrían comercializarse en todo el mundo.

 

Las bases fenomenológicas y los elementos de modelado ya se han publicado en revistas con riguroso arbitraje, como AIChE Journal, Energy and Fuels y Petroleoum Science and Technology.

 

De manera adicional, el científico universitario trabaja en un megaproyecto financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) referido también a la exploración y explotación de hidrocarburos en México.

 

Aquí, Octavio Manero colabora en el estudio de la reología o deformación y transporte de la materia, aplicada a surfactantes viscoelásticos, que son estimulantes para la producción energética.

 

Esta investigación se relaciona con el análisis de flujos en medio poroso y, específicamente, de aquellos que pueden desplazar al aceite bajo un gradiente de presión determinado.

 

Señaló que uno de los problemas principales que enfrentan los pozos es que la presión con que sale este graso a la superficie disminuye de forma gradual hasta agotarse. Cuando eso sucede, se emplean líquidos para estimular la salida del crudo. Sin embargo, sale mezclado con gran proporción de agua.

 

De ese modo, uno de los objetivos de los surfactantes es evitar la salida hídrica y maximizar la de hidrocarburo. Ellos aumentan la viscosidad de la primera al grado de impedirle pasar  por el medio poroso  del subsuelo.

 

Son pequeñas moléculas que tienen una parte polar y otra no, esta última afín al aceite y a compuestos orgánicos. Se pueden asociar entre sí y formar estructuras mayores, con forma de grandes cilindros.

 

Estas estructuras en movimiento tienen la capacidad de romperse y regenerarse. Esta característica los hace ideales para formular sustancias que desplacen a ese óleo en un medio poroso, como las rocas donde se encuentra atrapado el hidrocarburo, precisó Manero.

 

Ambas partes de la investigación se conjuntan con el objetivo de entender el comportamiento de esas sustancias en geometrías confinadas, como el subsuelo, y determinar cómo se manifiestan cuando fluyen y qué cantidad aceitosa pueden desplazar.

 

Estos surfactantes, que a diferencia de otros estimulantes sí son compatibles con la ecología, se emplean en muchos países, en especial en campos petroleros agotados, como los del Golfo de México. Antes se usaban polímeros, pero la relación costo–beneficio no era la adecuada, recordó Octavio Manero.

 

Sin embargo, es necesario realizar estudios básicos que permitan desarrollar futuras aplicaciones, por ejemplo, en nuevas formulaciones de líquidos de perforación o de desplazamiento del aceite. Tales investigaciones, por parte del integrante del IIM, han incluido una estancia sabática en el Laboratorio de Investigación de la compañía Schlumberger, en Cambridge, Inglaterra.

 

Ahí realizó estudios de caracterización reológica y, por medio de modelos matemáticos, describió sus propiedades en medios confinados, lo cual, sostuvo, constituye un área de frontera.

 

“Las sustancias que se emplean en esa empresa como surfactantes viscoelásticos se comparan mucho con los que hemos estudiado en nuestro grupo de México. Su comportamiento es similar”. El estudio de compuestos complejos en geometrías complicadas continúa en la actualidad, finalizó Manero Brito.

 

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Foto 1

 

Octavio Manero Brito, del IIM de la UNAM, desarrolló un simulador numérico para predecir la adherencia de sólidos orgánicos en pozos de hidrocarburos, para incrementar su productividad.

 

Foto 2

 

El simulador numérico desarrollado por Octavio Manero Brito, investigador del IIM de la UNAM, es considerado como un desarrollo innovador de importancia para la industria petrolera.