Boletín UNAM-DGCS-230
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final
del boletín
LOS VIDEOS SOBRE CORRUPCIÓN SOCAVAN LA CULTURA POLÍTICA EN MÉXICO
·
Raúl Trejo Delarbre, del IIS, dijo que la
política y los políticos quedarán marcados por recelos que se añaden a los que
ya padecen
·
Para el periodista Raúl Cremoux, en México
cambió el partido en el poder, pero no hubo transición, y los medios han tenido
más avances que las instituciones nacionales
·
La tendencia a focalizar aspectos
concernientes a la vida privada de los políticos, con un cierto desliz hacia el
reallity show, priva a partir del 2000: Hugo Sánchez Gudiño
· El telespectador es blanco de interpelaciones, pues retener la atención del público es un código profesional: Carola García Calderón
La aparición de videos mostrando actos de
corrupción provocará que la cultura política mexicana, de por sí escasa y
tosca, genere mayor desconfianza. La política y los políticos quedarán marcados
por recelos que se añaden a los que ya padecen, advirtió Raúl Trejo Delarbre,
del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.
Al participar en la
mesa redonda El video político, los medios y el poder, reconoció que los
ciudadanos, luego de presenciar esas imágenes, se preguntarán si vale la pena
ir a las urnas cuando la deshonestidad se extiende más allá de trayectorias e
ideologías.
Si bien los medios
no tienen la culpa de esas consecuencias, porque no crearon tales hechos, sí
han sido cauces en estos escándalos, al instituirse como fiscales de estas
conductas al recibir estos videos.
Trejo Delarbre
indicó que los medios no inventaron la corrupción pero la aprovechan: “No
estamos ante el predomino de la imagen sobre las instituciones, sino frente a
la explotación mediática de esta didáctica iconográfica del deterioro
político”.
El investigador
consideró erróneo asegurar que México ha arribado a una videocracia, porque la
hegemonía política no ejerce el registro visual sino el poder que la
administra.
La estrepitosa
cadencia de escándalos como los de las semanas recientes y el hecho de que
respondan a patrones reconocibles en otras realidades nacionales no constituyen
consuelo alguno.
“A diferencia de
otros países, aquí el escándalo político es el despliegue de una circunstancia
de mayor vulnerabilidad social. Además, no contamos con un periodismo de
investigación tan profesional como en otras naciones”, aseguró.
Gracias a los
videos, a las recriminaciones y denuncias, se ha constatado la propensión a
recibir “dinero fácil” por parte de personajes de distinta adscripción
política.
“Los mexicanos
sabíamos que había corrupción en partidos y gobiernos de varias filiaciones. No
fue sorpresivo, pero mirar una y otra vez el esmero con que un miembro de la
política acomodaba los dólares, ha sido una indeleble experiencia cívica. Su
saldo está por definirse”.
Para el periodista
Raúl Cremoux, en México se ha dado la alternancia en el poder, pero no ha
sucedido lo mismo con su modelo político. Tenemos la misma Constitución, el
mismo tipo de Congreso, y casi las mismas secretarías de Estado. Sólo ha
cambiado el partido en el poder. Los medios han avanzado más que las
instituciones nacionales.
Por ello, añadió,
algunas denuncias de corte político no se ventilan en los tribunales, porque
los denunciantes saben que nuestra justicia requiere de mucha paciencia para
“mover las sillas de ruedas en que suele ejecutar su traslación”. De ahí que lo
mejor resulte filmar un video y entregarlo para su trasmisión.
Quien así procede
no sólo desconfía de los órganos encargados de impartir justicia; desea, y quizá
por encima de cualquier otro propósito, motivar el escándalo y desprestigiar a
su oponente.
Afirmó que un
elemento sustancial en esta estrategia es el poder de la imagen. No es lo mismo
documentar por escrito que una organización civil recibió dinero del
extranjero, a ver cómo los dólares son entregados a un miembro de otra
organización. La forma audiovisual, además de convincente es impactante, de ahí
el éxito asegurado para conmover a la opinión pública.
“Estas nuevas
maneras de alterar y motivar son indicios de un cambio en el periodismo
mexicano, forman parte de los nuevos paradigmas”. Hoy día, informar es mostrar
un acontecimiento, utilizar los micrófonos, las rotativas y las cámaras para
poner en contacto directo al ciudadano con lo que ocurre. Con ello se ha creado
la ilusión de que informarse es ser testigo de lo que pasa, expresó.
Por su parte, Hugo
Sánchez Gudiño, profesor de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales
Aragón, resaltó que lo telemediático ha impuesto sus reglas de juego en el
espacio público y político desde la década de los noventa. Sin embargo, la
tendencia a focalizar aspectos concernientes a la intimidad, a la vida privada
en la construcción de la imagen pública de los políticos con un cierto desliz
hacia el reallity show, priva a partir del 2000.
El sistema político
que produjo el PRI generó la idea socialmente aceptada de que la corrupción era
un acto aislado, era corrupto el individuo pero no el sistema en su conjunto.
Hoy, en plena transición, pareciera que este fenómeno ha ganado la batalla.
En tanto, Carola
García Calderón, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, opinó que el éxito de los videos
es que la ciudadanía exige verlos y no que le sean explicados. “Lo de menos es
saber de dónde provinieron y quién los filtró”.
El acto de informar
en la televisión reside en un principio de economía. “El medio es escogido por
su comodidad, simplicidad y porque se tiene el control en la mano para cambiar
constantemente. A su vez, el telespectador es blanco de interpelación, pues
retener la atención del público es el código profesional”, finalizó.
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Pies de foto
Foto 1
El investigador
universitario Raúl Trejo Delarbre reconoció que los ciudadanos, luego de
presenciar los videos sobre corrupción, se preguntarán si vale la pena ir a las
urnas cuando ese problema se extiende más allá de trayectorias e ideologías.
Foto 2
Raúl Cremoux,
Blanca Aguilar, Raúl Trejo Delarbre, Carola García y Hugo Sánchez hablaron
sobre El video político, los medios y el poder, en el Instituto de Investigaciones
Sociales de la UNAM.
Foto 3
Decenas de estudiantes de la carrera de Ciencias de la comunicación de la UNAM escuchan con atención a investigadores, académicos y periodistas, quienes hablaron sobre las repercusiones de los videos sobre corrupción transmitidos recientemente en México.