06:00 hrs. Marzo 26 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-230

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

LOS VIDEOS SOBRE CORRUPCIÓN SOCAVAN LA CULTURA POLÍTICA EN MÉXICO

 

·        Raúl Trejo Delarbre, del IIS, dijo que la política y los políticos quedarán marcados por recelos que se añaden a los que ya padecen

·        Para el periodista Raúl Cremoux, en México cambió el partido en el poder, pero no hubo transición, y los medios han tenido más avances que las instituciones nacionales

·        La tendencia a focalizar aspectos concernientes a la vida privada de los políticos, con un cierto desliz hacia el reallity show, priva a partir del 2000: Hugo Sánchez Gudiño

·        El telespectador es blanco de interpelaciones, pues retener la atención del público es un código profesional: Carola García Calderón

 

La aparición de videos mostrando actos de corrupción provocará que la cultura política mexicana, de por sí escasa y tosca, genere mayor desconfianza. La política y los políticos quedarán marcados por recelos que se añaden a los que ya padecen, advirtió Raúl Trejo Delarbre, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

 

Al participar en la mesa redonda El video político, los medios y el poder, reconoció que los ciudadanos, luego de presenciar esas imágenes, se preguntarán si vale la pena ir a las urnas cuando la deshonestidad se extiende más allá de trayectorias e ideologías.

 

Si bien los medios no tienen la culpa de esas consecuencias, porque no crearon tales hechos, sí han sido cauces en estos escándalos, al instituirse como fiscales de estas conductas al recibir estos videos.

 

Trejo Delarbre indicó que los medios no inventaron la corrupción pero la aprovechan: “No estamos ante el predomino de la imagen sobre las instituciones, sino frente a la explotación mediática de esta didáctica iconográfica del deterioro político”.

 

El investigador consideró erróneo asegurar que México ha arribado a una videocracia, porque la hegemonía política no ejerce el registro visual sino el poder que la administra.

 

La estrepitosa cadencia de escándalos como los de las semanas recientes y el hecho de que respondan a patrones reconocibles en otras realidades nacionales no constituyen consuelo alguno.

 

“A diferencia de otros países, aquí el escándalo político es el despliegue de una circunstancia de mayor vulnerabilidad social. Además, no contamos con un periodismo de investigación tan profesional como en otras naciones”, aseguró.

 

Gracias a los videos, a las recriminaciones y denuncias, se ha constatado la propensión a recibir “dinero fácil” por parte de personajes de distinta adscripción política.

 

“Los mexicanos sabíamos que había corrupción en partidos y gobiernos de varias filiaciones. No fue sorpresivo, pero mirar una y otra vez el esmero con que un miembro de la política acomodaba los dólares, ha sido una indeleble experiencia cívica. Su saldo está por definirse”.

 

Para el periodista Raúl Cremoux, en México se ha dado la alternancia en el poder, pero no ha sucedido lo mismo con su modelo político. Tenemos la misma Constitución, el mismo tipo de Congreso, y casi las mismas secretarías de Estado. Sólo ha cambiado el partido en el poder. Los medios han avanzado más que las instituciones nacionales.

 

Por ello, añadió, algunas denuncias de corte político no se ventilan en los tribunales, porque los denunciantes saben que nuestra justicia requiere de mucha paciencia para “mover las sillas de ruedas en que suele ejecutar su traslación”. De ahí que lo mejor resulte filmar un video y entregarlo para su trasmisión.

 

Quien así procede no sólo desconfía de los órganos encargados de impartir justicia; desea, y quizá por encima de cualquier otro propósito, motivar el escándalo y desprestigiar a su oponente.

 

Afirmó que un elemento sustancial en esta estrategia es el poder de la imagen. No es lo mismo documentar por escrito que una organización civil recibió dinero del extranjero, a ver cómo los dólares son entregados a un miembro de otra organización. La forma audiovisual, además de convincente es impactante, de ahí el éxito asegurado para conmover a la opinión pública.

 

“Estas nuevas maneras de alterar y motivar son indicios de un cambio en el periodismo mexicano, forman parte de los nuevos paradigmas”. Hoy día, informar es mostrar un acontecimiento, utilizar los micrófonos, las rotativas y las cámaras para poner en contacto directo al ciudadano con lo que ocurre. Con ello se ha creado la ilusión de que informarse es ser testigo de lo que pasa, expresó.

 

Por su parte, Hugo Sánchez Gudiño, profesor de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Aragón, resaltó que lo telemediático ha impuesto sus reglas de juego en el espacio público y político desde la década de los noventa. Sin embargo, la tendencia a focalizar aspectos concernientes a la intimidad, a la vida privada en la construcción de la imagen pública de los políticos con un cierto desliz hacia el reallity show, priva a partir del 2000.

 

El sistema político que produjo el PRI generó la idea socialmente aceptada de que la corrupción era un acto aislado, era corrupto el individuo pero no el sistema en su conjunto. Hoy, en plena transición, pareciera que este fenómeno ha ganado la batalla.

 

 

En tanto, Carola García Calderón, académica de la Facultad de Ciencias Políticas  y Sociales, opinó que el éxito de los videos es que la ciudadanía exige verlos y no que le sean explicados. “Lo de menos es saber de dónde provinieron y quién los filtró”.

 

El acto de informar en la televisión reside en un principio de economía. “El medio es escogido por su comodidad, simplicidad y porque se tiene el control en la mano para cambiar constantemente. A su vez, el telespectador es blanco de interpelación, pues retener la atención del público es el código profesional”, finalizó.

 

 

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Pies de foto

 

Foto 1

El investigador universitario Raúl Trejo Delarbre reconoció que los ciudadanos, luego de presenciar los videos sobre corrupción, se preguntarán si vale la pena ir a las urnas cuando ese problema se extiende más allá de trayectorias e ideologías.

 

Foto 2

Raúl Cremoux, Blanca Aguilar, Raúl Trejo Delarbre, Carola García y Hugo Sánchez hablaron sobre El video político, los medios y el poder, en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

 

Foto 3

Decenas de estudiantes de la carrera de Ciencias de la comunicación de la UNAM escuchan con atención a investigadores, académicos y periodistas, quienes hablaron sobre las repercusiones de los videos sobre corrupción transmitidos recientemente en México.