Boletín UNAM-DGCS-223
Ciudad
Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
URGE REIVINDICAR EL DERECHO INTERNACIONAL COMO GUÍA DE LAS RELACIONES ENTRE LOS PUEBLOS
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Fernando Pérez Correa,
director de la FCPyS, señaló que México ha aportado un legado fundamental para
la construcción moderna de esa normatividad
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En los albores del
siglo XXI se ha vivido la manifestación del terrorismo, que cobra víctimas
entre población inocente e indefensa
Ante el desarrollo de nuevas hegemonías
que buscan el consenso y la legitimidad, y frente a la fragilidad y
fragmentación de los pueblos, debe reivindicarse la tradición mexicana de
considerar al Derecho internacional como guía de las relaciones de poder entre
las naciones, aseguró Fernando Pérez Correa, director de la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.
Dijo que en la Constitución se
consagran los principios fundamentales de la política exterior de nuestro país:
reconocimiento a la igualdad jurídica de los Estados, rechazo a la violencia,
solución pacífica de las controversias, reivindicación de la libre
autodeterminación y, sobre todo, solución de las diferencias a partir de los
principios de la legislación mundial.
Al participar en el XXIX
Coloquio Internacional de Primavera 2004, Legitimidad y violencia en las
relaciones internacionales del siglo XXI, señaló que México ha aportado un
legado fundamental para la construcción moderna de esa normatividad.
En el auditorio “Ricardo
Flores Magón” de la FCPyS, subrayó que el concepto de legitimidad está en
crisis porque no reina la certidumbre con relación a la naturaleza, atributos y
características del orden mundial contemporáneo.
El derecho enfrenta entonces,
el desafío de generar procedimientos e instituciones supranacionales que hagan
posible establecer y regular el equilibrio entre los Estados, así como acoger y
dar cauce de expresión legítima a las inquietudes y demandas de los ciudadanos.
Por el contrario, la convivencia se ve rebasada por la violencia.
Pérez Correa reconoció que en
los albores del siglo XXI se ha expresado el terrorismo, que cobra víctimas
entre la población civil, inocente, indefensa y, en todo caso, protegida por la
normatividad universal.
“Nos ha tocado vivir, por una
parte, la acción incomprensible de supresión violenta de la alteridad en el
planteamiento y solución de los problemas étnicos; así como el recurso al
asesinato orgánico de líderes de oposición”, refirió.
Opinó que el mundo
contemporáneo de las relaciones internacionales debe replantear esta cuestión,
porque sobre su base se fincan los nuevos conceptos de seguridad, democracia y
derechos humanos, teniendo como correlación la intensificación de la
comunicación entre los pueblos y las personas, las migraciones, el comercio, el
medio ambiente y la globalidad.
El director de la FCPyS
comentó que los acelerados cambios sociales, económicos y políticos, y en
particular los de carácter moral y cultural que experimenta la colectividad
contemporánea, urgen a revisar los procesos históricos que conducen a la
reestructuración del poder político mundial.
Añadió que los intercambios
entre naciones libres y en particular la suerte de las personas, plantean una
reflexión exhaustiva ante la dosis de violencia que se ha presentado
recientemente.
Por su parte, Héctor Cuadra,
profesor de la misma dependencia, apuntó que al hablar de política y política
internacional el tema de la legitimidad antecede al de la legalidad. La primera
es el consenso de los ciudadanos sobre un gobierno y lo obedecen porque es
justo y conveniente, y por lo tanto merece aquiescencia.
Una vez adquirida, las formas
como el poder se implanta son relativamente secundarias, porque aquella se
obtiene y fortalece día tras día con el quehacer del gobierno o se pierde
progresiva e indefectiblemente con un mal mandato.
Resaltó que la obediencia a un
gobierno legítimo no resulta suficiente, porque los individuos también acatan
las órdenes de un régimen impuesto por la fuerza. La autoridad es la que
constituye el poder legitimado.
Este vocablo se relaciona con
la estabilidad y no se puede pasar por alto la conducta de las elites
dirigentes. Los gobiernos que se encuentran en el mando pueden hacer mucho para
aumentar o reducir la conveniencia del régimen.
Por último, el coordinador del
Centro de Relaciones Internacionales de la FCPyS, Roberto Peña, aseveró que
legitimidad y violencia remiten a cuestionar el poder político en las
relaciones internacionales, y a reflexionar si las diferentes formas como se
concretiza pueden ser consideradas adecuadas o no, así como el grado o nivel de
tensión que alcanzan dichas formas.
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Pies de fotos
Foto 01
Roberto Peña,
coordinador del Centro de Relaciones Internacionales de la FCPyS, señaló que
legitimidad y violencia remiten a cuestionar el poder político en las
relaciones internacionales.
Foto 02
La legitimidad es
el consenso de los ciudadanos sobre un gobierno, al que obedecen por ser justo
y conveniente y que, por lo tanto, merece aquiescencia, aseguró Héctor Cuadra,
profesor de la FCPyS de la UNAM.
Foto 03
El director de la
FCPyS de la UNAM, Fernando Pérez Correa (al centro), inauguró el XXIX Coloquio
Internacional de Primavera 2004, Legitimidad y violencia en las relaciones
internacionales del siglo XXI. Le acompañan Roberto Peña y Silvia Cabrera
Nieto.