Boletín UNAM-DGCS-222
Ciudad Universitaria
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final del boletín
BIENESTAR Y FELICIDAD DEBEN PERMEAR EL NUEVO DISCURSO SOBRE MASCULINIDAD
·
Propuso María Jesús Izquierdo, académica de
la Universidad de Barcelona, España
· El patriarcado es todavía una constante en la sociedad, aseveró en el marco de las “Jornadas Universitarias sobre Masculinidad”
Para modificar las relaciones
entre los géneros es necesario crear un sistema que persiga el bienestar y la
felicidad masculina, sugirió María Jesús Izquierdo, académica de la Universidad
de Barcelona, España.
Al dictar la conferencia Los
costes ocultos de la masculinidad, efectuada dentro de las “Jornadas
Universitarias sobre Masculinidad”, organizadas por el Programa Universitario
de Estudios de Género (PUEG) y la Dirección General de Atención a la Comunidad
Universitaria (DGACU) de la UNAM, afirmó que este nuevo discurso debe despertar
entre los hombres el deseo de alcanzar la satisfacción, pues apelar a
sentimientos de culpa sólo inculca sentido del castigo.
En el auditorio “Mario de la
Cueva” de la Torre II de Humanidades, la académica afirmó que construir este
imaginario hará de las mujeres sujetos histórico universales, capaces de hacer
propuestas referidas no sólo a sus intereses sectoriales, sino comunitarios.
Es más, abundó, ponerse “en el
lugar del otro” disolvería las categorías de género. Sería pertinente que cada
ser humano expresase sus cualidades como un hecho individual y no simplemente
estructural.
María Jesús Izquierdo indicó
que el patriarcado es todavía una constante en la sociedad. “Es un sistema de
relaciones, visible cuando al leer un periódico sólo se ve a hombres tomando
decisiones importantes y sus contrapartes son referidas básicamente a servicios
de carácter sexual”.
Sin embargo, debe señalarse
que quienes se ajustan a estos patrones no triunfan en todos los terrenos. Se
trata, acotó, de un régimen sostenido por la explotación y opresión de la
mujer, quien debe aportar bienestar no para sí misma, sino para la comunidad en
su conjunto.
En la misma medida como se le
identifica como un sistema de apropiación de un colectivo respecto de los
bienes de otro, se puede trazar un relato donde se señale que como efecto de
las estructuras el dominador sufre y, por lo tanto, no puede ser feliz. Además,
pierde condiciones para su progreso personal, para la interrelación con
aquellos de su sexo y del contrario, expresó.
En ese sentido, se pueden
comprender las acciones de los varones como actividades no de un sujeto
consciente, sino de un producto social formado por efecto del poder, mencionó.
Cuando se habla de géneros no
se alude a entidades que existen a priori, las cuales, bajo ciertas
condiciones, se oprimen y dañan, sino de un proceso de construcción de
subjetividades que da como resultado la emergencia de dos categorías sociales,
precisó.
Desde esta perspectiva,
concluyó, se estaría en condiciones de efectuar un análisis crítico que
permitiera que ambos recuperaran la posibilidad de reflexionar sobre la índole
de su conducta, de sus consecuencias, las formas cómo desenvolverse y las
soluciones alternativas para disfrutar de la vida
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María
Jesús Izquierdo, académica de la Universidad de Barcelona, España, dijo en la
UNAM que para modificar las relaciones entre los géneros es necesario crear un
sistema que persiga el bienestar y la felicidad masculina.
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Apelar
a la culpa entre los hombres sólo inculca el sentido de castigo, cuando el
discurso de género debía referirse a su satisfacción, señaló en la UNAM la catedrática
española María Jesús Izquierdo.