16:00 hrs. Marzo 18 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-208

Ciudad Universitaria

Pie de fotos al final del boletín

 

LOS RECURSOS PÚBLICOS DEBEN ESTAR PRESENTES EN LA CONVENCIÓN NACIONAL HACENDARIA

 

·        Ante el lento crecimiento de la economía mexicana y el papel de los presupuestos, aseguró Roberto Escalante, director de la FE de la UNAM

·        Si no hay un acuerdo político nacional será difícil hablar de una reforma fiscal: Rolando Cordera

·        Es necesario un nuevo esquema que refleje la importancia de las fuentes de ingreso, indicó Jorge Eduardo Navarrete

 

En los últimos 20 años la economía mexicana ha crecido lentamente y los presupuestos juegan un papel importante en este ámbito, destacó Roberto Escalante, director de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, durante la presentación del documento La Facultad de Economía ante la Convención Nacional Hacendaria.

 

Por ello, aseveró que si bien la necesidad de incrementar los recursos públicos a disposición del Estado y definir su uso no son temas de la Convención, sí deben estar presentes.

 

Al referirse a este tema, Rolando Cordera, profesor de la FE y miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM, recalcó que si no hay un acuerdo político nacional será difícil hablar de una reforma fiscal donde se incluya el monto del gasto público y la distribución del mismo. “De otro modo, tendríamos una reforma impuesta y contraria al gobierno democrático que ahora queremos los mexicanos”.

 

El documento, señaló, destaca que en las actuales circunstancias el tema de equidad y redistribución no debe soslayarse, porque somos un país donde más del 50 por ciento del ingreso se concentra en menos del 10 por ciento de la población

 

Mientras esto siga, sostuvo en la sala de videoconferencias “Ricardo Torres Gaitán” de la FE, es difícil pedir que no se grave la riqueza, ni se revise el impuesto al ingreso y a la renta.

 

Por su parte, Jorge Eduardo Navarrete, ex embajador de México ante la República Federal de Alemania, al dar lectura al documento en cuestión, afirmó que la reforma fiscal equivale a un nuevo diseño de la estructura impositiva de la Federación, de los estados y municipios; en ese sentido, su composición actual no puede ser modificada parcialmente, añadiendo figuras y modificando las tasas de otras.

 

El diplomático consideró que debe gravarse progresivamente el ingreso sin desalentar el ahorro y la inversión: “Las numerosas experiencias de otros países muestran que esto es factible”.

 

En la actualidad, sostuvo, se requiere de un nuevo esquema que refleje la importancia de las fuentes de ingreso, sin continuar castigando desproporcionadamente los recursos procedentes del trabajo.

 

Indicó que el punto de partida de todo debate sobre la reforma fiscal es un acuerdo político sobre la magnitud del gasto y la inversión públicas en función de los objetivos nacionales de desarrollo.

 

Esa proporción debe quedar establecida en las cifras globales de recaudación y endeudamiento que el Estado requiere para hacer viables dichos objetivos, acotó.

 

Paralelamente, mencionó, debe realizarse un esfuerzo sistemático para transparentar el ejercicio del gasto público. En la medida en que los agentes económicos tengan mayor información, podrán controlar, supervisar y estar dispuestos a cumplir cabalmente con sus obligaciones impositivas.

 

Otro requisito para una reforma exitosa, abundó, es la elevación vertical de la eficiencia recaudatoria, en especial del gobierno federal. En realidad, carecería de sentido aprobar nuevas figuras impositivas si éstas van a ser evadidas o eludidas como las ya existentes.

 

Asimismo, precisó, los causantes deben tener convicción de que sus impuestos serán manejados de manera clara y transparente; que se aplicarán al financiamiento de las prioridades nacionales, sociales y económicas.

 

En opinión de Clemente Ruiz Durán, profesor de la FE, si se lleva a cabo la reforma tal como se está planteando, es posible vislumbrar un impacto regresivo en los ingresos de los sectores sociales más desprotegidos del país.

 

En este momento, dijo, debemos pensar por qué naciones más avanzadas que la nuestra, se han atrevido a poner un impuesto sobre la propiedad y en México no se ha analizado esta posibilidad.

 

Por ello, un punto esencial de la propuesta de la Facultad, resumió, es “no a pequeños ajustes al Impuesto al Valor Agregado y sí a una discusión más amplia sobre qué tipo de impuestos se pueden aplicar”.

 

A su vez, Carlos Tello, profesor de la FE, consideró: “Lo que debe atender la Convención Hacendaria es la división de responsabilidades entre los diferentes órdenes de gobierno y cómo éstos se van a allegar recursos para atender dichas obligaciones”.

 

Es fundamental que estos puntos se puedan resolver y acordar para la buena marcha del país y de los programas emprendidos por el Estado; así como definir con claridad y transparencia qué se hace con los impuestos recaudados, concluyó.

 

 

-o0o- 


Foto 1

 

Carlos Tello, Jorge Eduardo Navarrete, Roberto Escalante, Rolando Cordera y Clemente Ruiz, durante la conferencia donde la FE de la UNAM dio a conocer su postura respecto de la Convención Nacional Hacendaria

 

Foto 2

Es necesario un nuevo esquema fiscal que refleje la importancia relativa de las fuentes de ingreso, indicó Jorge Eduardo Navarrete, ex embajador de la República Federal de Alemania, al dar lectura al documento La Facultad de Economía ante la Convención Nacional Hacendaria

 

Foto 3

Si no hay un acuerdo político nacional es difícil hablar de una reforma fiscal, afirmó el académico universitario, Rolando Cordera, al participar en la conferencia La Facultad de Economía ante la Convención Nacional Hacendaria