06:00 hrs. Marzo 6 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-174

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

EVIDENCIA CRISIS HAITIANA LA FALTA DE AUTORIDAD DE  LA OEA Y LA ONU

 

·        Con su actitud, la OEA ha dejado la puerta abierta a la unilateral política exterior de Estados Unidos: Juan Palma Vargas, de la FCPS

·        Para el politólogo Roberto Peña la situación del país caribeño refleja la debilidad de las democracias de la región y el nivel de insurrección ante la ingobernabilidad

 

 

La crisis que vive Haití muestra la falta de autoridad de los organismos internacionales no sólo en Latinoamérica sino en todo el mundo, como sucede con las organizaciones de las Naciones Unidas (ONU) y de Estados Americanos (OEA), aseguró Juan Palma Vargas, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) de la UNAM.

 

El también secretario académico de la carrera de Relaciones Internacionales dijo que a raíz de este conflicto, la OEA refleja su pérdida de jurisdicción en la zona. Incluso, los países que la conforman no le confieren influencia importante.

 

Con dicha actitud, abundó, le han dejado la puerta abierta a la unilateral política exterior estadounidense, que continúa inmiscuyéndose en los asuntos internos de las naciones regionales, para proteger sus propios intereses. Estados Unidos (EU) sigue siendo un juez, en parte permitido por los mismos afectados.

 

 

A su vez, Roberto Peña Guerrero, coordinador del Centro de Relaciones Internacionales de la misma Facultad, resaltó que mucho se había señalado en el seno de ambas instancias sobre la necesidad de tomar medidas urgentes para evitar un baño de sangre en la isla.

 

Sin embargo, no faltaba mucho para que Norteamérica tomara una decisión. Al inicio se mantuvo con una actitud reservada ante la crisis y, en su momento, aplicó medidas extremas como llevar a Jean Bertrand Aristide a la República Centroafricana, detener la escalada de violencia y operar con los nuevos interlocutores para buscar un gobierno provisional y darle una salida pacífica al conflicto.

 

Señaló que ante una situación extrema de inseguridad regional, la OEA sólo podía solicitar mediante una recomendación la ocupación militar, porque esta última tarea le correspondería al Consejo de Seguridad de la ONU.

 

Al respecto, Juan Palma aseguró que es viable el apoyo humanitario de México en estos momentos. Las autoridades nacionales no se han dedicado a opinar sobre el tipo de gobierno que pudiese convenir, pero sí sería importante que nuestro país condenara una intervención armada.

 

Agregó que como una frontera natural marítima, se deben restablecer las relaciones con las naciones regionales en los mejores términos posibles. Es un momento oportuno para que nuestra administración demuestre su cooperación y amistad.

 

La opción inmediata para Haití es que los rebeldes busquen el consenso interno con quienes quedaron en el poder y convoquen a elecciones. “Están buscando el apoyo de EU, pero deben negociar una salida inmediata en beneficio de la estabilidad interna y para acabar con los actos de bandidaje”.

 

El politólogo universitario comentó que es necesaria la pacificación inmediata, que los grupos internos acuerden la forma cómo conducirán al país, y restablecer las relaciones con los bancos internacionales. Urgen recursos para impulsar la actividad económica.

 

Explicó que esa nación caribeña vive una grave crisis económica y laboral, ya que siete de cada diez haitianos no tienen empleo, casi el 80 por ciento de su población vive en pobreza y las fuentes de trabajo están limitadas o mal pagadas. A ello se suman factores como el narcotráfico.

 

Jean Bertrand Aristide no respondió a la expectativa de generar empleo y mejores niveles de vida, aseguró. El conflicto político lo ahogó en una situación sin salida, y las presiones económicas lo ubicaron en una posición endeble frente a alternativas inmediatas.

 

Reconoció que los intereses estadounidenses en esa nación tienen una presencia importante en términos estratégicos. Aunque no cuenta con petróleo es valioso geopolíticamente por su cercanía con Cuba.

 

De igual forma, Roberto Peña Guerrero comentó que la situación de Haití refleja la debilidad de las democracias en América Latina y el nivel de insurrección a la que puede llegar la población ante una situación de ingobernabilidad. Ello tiene consecuencias no sólo para esa sociedad, sino para nuestro continente y el mundo.

 

Además, las contradicciones sociales y la pobreza que viven los habitantes de esa isla no han sido solucionadas por los gobernantes. Ante ello, se generan condiciones en donde el presidente en turno no tiene capacidades para gobernar de forma democrática y se van radicalizando hasta alcanzar posturas dictatoriales.

 

Ahora será indispensable tener interlocutores necesarios tanto con lo que queda del gobierno haitiano como de las fuerzas rebeldes, para alcanzar acuerdos de gobernabilidad e iniciar un proyecto hacia la convocatoria de elecciones y la reconformación de los partidos y los grupos políticos, finalizó.

 

 

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 04

Roberto Peña Guerrero, coordinador del Centro de Relaciones Internacionales de la de la FCPS de la UNAM, resaltó que en el seno de la ONU y la OEA se consideró tomar medidas urgentes para evitar un baño de sangre en Haití.

 

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La crisis que vive Haití muestra la falta de autoridad de los organismos internacionales no sólo en Latinoamérica sino en todo el mundo, aseguró Juan Palma Vargas, de la FCPS de la UNAM.

 

Foto 11

Juan Palma Vargas, de la FCPS de la UNAM, dijo que la OEA refleja su pérdida de jurisdicción en la zona. Incluso, los países que la conforman no le confieren influencia importante.