Boletín UNAM-DGCS-074
Ciudad Universitaria
Pies de foto al
final de boletín
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Se otorgó a Rodolfo Rodríguez Carranza en la categoría de Investigación
Tecnológica o Clínica
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El trabajo premiado es Dexrazoxano: una nueva opción para el tratamiento
de la isquemia cerebral aguda
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En el rubro de Investigación Básica se otorgó mención honorífica a otro
universitario: Adolfo García Sáinz
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El director del Instituto de Fisiología Celular presentó el trabajo Regulación
funcional de los receptores para ácido lisofosfatídico por la proteína cinasa C
El investigador de la Facultad de Medicina (FM)
de la UNAM, Rodolfo Rodríguez Carranza, recibió el Premio Canifarma 2003 en la
categoría de Investigación Tecnológica o Clínica por su trabajo Dexrazoxano:
una nueva opción para el tratamiento de la isquemia cerebral aguda.
En el rubro de Investigación Básica se otorgó
mención honorífica a Adolfo García Sáinz, director del Instituto de Fisiología
Celular de esta casa de estudios, por el estudio Regulación funcional de los
receptores para ácido lisofosfatídico por la proteína cinasa C.
El propósito principal del trabajo
de Rodríguez Carranza –realizado en conjunto con un equipo de colaboradores–
consistió en el desarrollo de una molécula útil en el tratamiento de pacientes
con cuadros de isquemia cerebral aguda, explicó José Narro Robles, director de
la FM.
“Los resultados apuntan a que el
dexrazoxano tiene propiedades neuroprotectoras importantes, que pueden ser de
utilidad para reducir la mortalidad y la severidad del síndrome neurológico
producto de la isquemia, además de favorecer la recuperación funcional de los
pacientes con infarto cerebral agudo”, expresó.
Asimismo, el funcionario
universitario recordó en el auditorio de la Canifarma, que este premio
–consistente en la entrega de cien mil pesos y un diploma– fue creado hace 25
años con el propósito de vincular el quehacer de la comunidad científica
nacional con el desarrollo de la industria en el ramo farmacéutico, así como
para estimular a los profesionales mexicanos que realizan investigación en el
campo de los medicamentos para uso humano.
Destacó que en esta ocasión se
recibieron 52 trabajos, producto de la labor de 238 investigadores: 27 de ellos
se presentaron como propuestas de académicos procedentes de instituciones de
investigación, educación superior y hospitales de ocho entidades del país:
Campeche, Colima, Jalisco, Estado de México, Nuevo León, Puebla, San Luis
Potosí y Yucatán; en tanto que los 25 restantes provinieron de especialistas
que laboran en el Distrito Federal.
En su oportunidad, Rodríguez Carranza recalcó
que el tema que motivó este galardón –abordado desde hace más de una década– ha
generado hasta el momento, cinco aportaciones importantes.
Las dos primeras se refieren a la creación de
un modelo experimental de isquemia cerebral y de una escala para cuantificar el
síndrome neurológico isquémico; la tercera es la identificación de un blanco
farmacológico específico; la cuarta es la selección de una molécula de
dexrazoxano, cuyo mecanismo de acción y farmacocinética permite suponer que es
capaz de limitar la lesión tisular por isquemia, y finalmente, la validación
experimental de las propiedades neuroprotectoras de un producto cuyo perfil
farmacológico singular difiere, sustancialmente, del observado con otros
medicamentos que han fracasado en el ensayo clínico.
El proyecto, aseguró, no está
concluido. En su fase final se disponen a indagar sobre la veracidad de lo
encontrado en el laboratorio, y determinar si el producto desarrollado
disminuye la mortalidad, reduce la severidad de las alteraciones neurológicas,
y favorece la recuperación funcional de pacientes con infarto cerebral, como
ocurre en los animales de laboratorio.
La respuesta final, insistió, la
tendrán en el curso de los próximos dos años después de haberla probado en
seres humanos, para lo cual piensan firman un convenio con el Instituto
Nacional de Neurología y Neurocirugía.
Se refirió también a la escasez de recursos
destinados a la investigación. El costo, dijo, es su principal obstáculo; no
obstante es superable: “No podemos olvidar que por sofisticados que sean los
equipos e instrumentos, no pueden ni podrán superar el ingenio que se requiere
para identificar problemas relevantes, diseñar experimentos, elaborar teorías o
conceptos, o crear servicios que fortalezcan el apoyo económico”.
Es tiempo, indicó, de que la comunidad
científica defina caminos, construya estrategias y ejecute acciones precisas
para retribuir los apoyos que recibe; de acciones articuladas, de grandes
líneas de investigación y de esfuerzo conjunto; de que la comunidad científica
sea más autocrítica.
Sobre el trabajo del doctor García
Sáinz, su colaboradora Selma Eréndira Avendaño comentó que “versa sobre los mecanismos
de acción hormonal, específicamente sobre una familia de receptores de
membrana”.
Sus resultados son el primer reporte
sobre la regulación funcional de los receptores para ácido lisofosfatídico que,
entre otras cuestiones, posee gran importancia como mensajero celular, ha sido
descrito como un factor de crecimiento e induce la proliferación celular
principalmente en el sistema nervioso.
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FOTO 1
El investigador
de la Facultad de la Medicina de la UNAM, Rodolfo Rodríguez Carranza, recibió
el Premio Canifarma 2003 en la categoría de Investigación Tecnológica o Clínica
FOTO 2
Aspecto de la
entrega del Premio Canifarma 2003, en donde dos destacados universitarios
recibieron sendos reconocimientos
FOTO 3
José Narro Robles,
director de la Facultad de Medicina de la UNAM, reconoció la labor de los
concursantes en el Premio Canifarma 2003, en donde un investigador de la UNAM
resultó ganador