11:00 hrs. Enero 23 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-055

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

LOS PUEBLOS INDÍGENAS DEBEN EXIGIR EL RECONOCIMIENTO DE SUS DERECHOS DE PROPIEDAD

 

·        Ello a pesar de su supuesta falta de personalidad jurídica, aseguró Mauricio Jalife, director general de la Organización Propiedad Intelectual

·        Los pueblos indígenas deben intervenir en la planificación de las políticas de desarrollo y conservación relacionadas con su sabiduría, señaló Claudia Ituarte, asesora de Semarnat

 

En México y América Latina se debe buscar que las comunidades locales y los pueblos indígenas exijan el reconocimiento de sus derechos de propiedad intelectual, a pesar de su supuesta falta de personalidad jurídica, aseguró Mauricio Jalife, director general de la organización Propiedad Intelectual.

 

Añadió que la legislación debería beneficiar “a quien se debe y no a terceros. Hay espacio para crear instrumentos locales, domésticos o regionales para una efectiva, real y concreta protección del capital intelectual de las poblaciones, sin negar o desconocer el sistema internacional”.

 

Durante su participación en el 2º Encuentro Internacional de Derecho Ambiental, explicó que respecto al acceso a los recursos genéticos y al conocimiento tradicional, debe considerarse el sentir de las personas que se verán involucradas en las decisiones jurídicas que adopten.

 

En la mesa “Derechos de propiedad intelectual en torno al aprovechamiento biotecnológico de recursos biológicos y conocimiento tradicional”, expuso que esa prerrogativa se ha convertido en tema estratégico e instrumento eficiente para la presencia y expansión de las empresas en los países donde quieren apropiarse de sus saberes.

 

Se trata de un sistema donde una persona puede convertirse en detentora exclusiva de un área de conocimiento. “Ha sido la única respuesta que, como sociedad, hemos encontrado para estimular la innovación”, afirmó.

 

Sin embargo, dicha propiedad recibe críticas severas al ser considerada un instrumento de dominación. “La empresa IBM obtiene en un año 2 mil 700 patentes y todos los mexicanos juntos, ni siquiera llegamos a 500 en nuestro propio país. Hay una brecha en la producción y protección de tecnología que no nos deja posibilidades a futuro. Los términos de la contienda están dados en un terreno de absoluta desigualdad”.

 

En este encuentro, reconoció que por la importancia del tema, la colectividad debe opinar e involucrarse de manera definitiva y consistente en la futura legislación en la materia.

 

Este asunto ha generado polémica en lo relativo a la disponibilidad de medicamentos para atender sida o cáncer, y ha dado pie para que países como Sudáfrica, India y Brasil desconozcan los derechos internacionales de patentes.

 

Ello porque los laboratorios particulares han cotizado un tratamiento contra el VIH en 12 mil dólares; mientras los medicamentos genéricos suponen 800 dólares.

 

“Se ha llegado a un punto donde se formuló una iniciativa para atemperar las leyes vigentes, a través de un mecanismo donde se permita la importación de genéricos a precios bajos en casos graves o epidémicos, de forma que en naciones con esos problemas se autorice –mediante licencias obligatorias– la explotación de los fármacos”, explicó.

 

En ese contexto, reiteró, el reconocimiento de las expresiones del folklore o de un determinado conocimiento como condición previa para lucrar con él, no es suficiente; se necesita el derecho pleno a la propiedad intelectual.

Por su parte, Claudia Ituarte, asesora del Programa de Atención a Pueblos Indígenas de la Unidad Coordinadora de Participación Social y Transparencia de la Semarnat, manifestó que las comunidades adquieren conocimientos derivados del vínculo que establecen con el medio natural o con un recurso en específico.

 

Al respecto, ellas tienen derechos diferenciados que han sido reconocidos en diferentes instrumentos jurídicos y tratados internacionales, como las leyes generales de Desarrollo Sustentable  y de Vida Silvestre, o el Convenio de Diversidad Biológica.

 

Empero, aún hay tareas prioritarias por realizar, como la intervención efectiva de los pueblos indígenas en la planificación de estas políticas, tanto de desarrollo como de conservación, es decir, el fortalecimiento de sus capacidades para tomar decisiones relacionadas con su sabiduría.

 

Asimismo, los servidores públicos tienen la obligación de conocer y valorar esos conocimientos, así como los sistemas normativos indígenas que regulan su relación con la naturaleza.

 

Por último, Jorge Larson, coordinador del Programa de Recursos Biológicos Colectivos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, explicó que los productos incorporan valores; así, junto a los saberes tradicionales puede haber un trabajo de descripción sistemática, recolección, extracción y mejoramiento genético.

 

En materia de propiedad intelectual hay una lucha injusta por la apropiación de esa plusvalía, en perjuicio de las culturas y la diversidad. “Los derechos a los que nos referimos protegen a las comunidades locales; pero, en realidad, estos conocimientos son mucho más amplios. Debemos tomar en cuenta no sólo a los indígenas –unas 10 millones de personas–, sino a los campesinos –20 millones–. Por eso, en las discusiones en torno a ese tipo de problemas se debe considerar a sus organizaciones”, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

Mauricio Jalife, director general de la organización Propiedad Intelectual, aseguró en la UNAM que en México y América Latina se debe buscar que las comunidades locales y los pueblos indígenas exijan el reconocimiento de sus derechos de propiedad intelectual.

 

 

Foto 2

 

Aún es necesaria la intervención efectiva de los pueblos indígenas en la planificación de las políticas de desarrollo y conservación, señaló Claudia Ituarte, de la Semarnat, al participar en el 2º Encuentro Internacional de Derecho Ambiental, organizado en la UNAM.

 

Foto 3

 

El integrante de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Jorge Larson, expuso que en las discusiones en materia de propiedad intelectual se deben considerar no sólo a los indígenas, sino a los campesinos.