Boletín UNAM-DGCS-054
Ciudad Universitaria
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final del boletín
LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA Y TÉCNICA DISTINGUE A ESTE SIGLO DE LOS ANTERIORES: THEOTONIO DOS SANTOS
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En la actualidad, la competencia económica
se centra en el quehacer científico, aseveró el economista
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Quien domine este factor controlará el
mercado, sostuvo el académico de la Universidad Federal Fluminense de Brasil
·
La humanidad vive en una fase histórica en
donde los nuevos procesos productivos son la actividad principal, dijo
· Dictó la conferencia Perspectivas del siglo XXI: Economía, política y sociedad, en la Torre II de Humanidades de la UNAM
El elemento principal que
separa este siglo de los anteriores, cuando se consolidó el capitalismo
industrial, es la aparición de la llamada “revolución científica y técnica”,
afirmó Theotonio Dos Santos, de la Universidad Federal Fluminense de Brasil.
En cierta forma, dijo, el
siglo XXI es un corte, pero también es una continuidad de los cambios
científicos producidos en las centurias XVI y XVII, durante el Renacimiento. En
realidad, este salto está caracterizado por la hegemonía de la ciencia sobre la
tecnología y la producción.
Hasta la Segunda Guerra
Mundial, recordó, la ciencia era un colaborador de las actividades económicas,
pues tenía un efecto importante en la productividad y en la generación de
nuevos artículos que la humanidad desarrolló en ese periodo.
Sin embargo, destacó, sólo era
un elemento coadyuvante, sin hegemonía sobre la producción, y aunque utilizaba
el conocimiento científico, no le daba un papel fundamental.
Al dictar la conferencia Perspectivas
del siglo XXI: Economía, política y sociedad, organizada por el Centro de
Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, el
economista señaló que a partir de los años 40, empezaron a surgir actividades
económicas producto de aplicaciones directas de la ciencia.
Desarrollos como la energía
nuclear, la cibernética, la petroquímica y la aviación no hubieran sido
posibles sin su apoyo, ejemplificó en el Auditorio “Mario de la Cueva” de la
Torre II de Humanidades en esta casa de estudios.
Así, debido a las condiciones
impuestas por la revolución científico-técnica, hoy la competencia se centra en
este quehacer y quien lo domine controlará el mercado, aseveró
En ese sentido, Investigación
y Desarrollo (ID) dejaron de ser actividades secundarias, para convertirse en
la principal función de las ramas más importantes de la economía mundial.
Comentó que el control de ID
pasó a ser el elemento clave para verificar los procesos productivos y
económicos, en otras palabras, surgió la posibilidad de apropiarse de la
ciencia a través del capital.
Aunque, precisó, la adopción
de este nuevo sistema no incumbió únicamente al sector empresarial, porque no
implicaba que las empresas crearan áreas de innovación y comandaran los
cambios; también cambió el Estado.
De este modo, empezaron a
crearse aparatos estatales capaces de implementar ID de manera masiva y de
liderar la competencia internacional en ese campo, abundó.
Sin embargo, enfatizó, para
formar un sistema de personal volcado a la investigación y el desarrollo era
necesario un aparato universitario; en ese sentido, la universidad ha tenido un
papel fundamental.
Algunos autores afirman,
refirió Dos Santos, que alrededor del 70 por ciento de los objetos con los
cuales vamos a convivir dentro de 30 años, no se inventan todavía. Por tanto,
serán resultado del avance científico.
La humanidad está en una fase
histórica en donde los nuevos procesos productivos son la actividad principal.
Así, las innovaciones tecnológicas acercan a los hombres, mencionó.
El académico dijo que los
procesos tecnológicos son un amplio campo de riesgo sin frutos inmediatos. Se
necesitan 15 o 20 años de trabajo para obtener resultados. Por ello, debe ser el
Estado quien financie esta actividad, aunque en los últimos años han surgido
empresas de riesgo dispuestas a financiar a grupos propios de investigadores,
indicó. Prueba de esto es el Proyecto del Genoma, el cual es puramente
científico, pero que probablemente contará con un enorme campo de aplicación.
Por más que se recalque la
perspectiva privada para dirigir estas actividades en un contexto global, la
capacidad de estas corporaciones siempre será limitada. Esto significa que sin
una expansión de la actividad estatal, este nuevo modelo económico no tendrá
posibilidades, concluyó.
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FOTO 1
La aparición de la revolución científica y técnica es
el elemento principal que separa este siglo de los anteriores, explicó en la
UNAM Theotonio Dos Santos, de la Universidad Federal Fluminense de Brasil.
FOTO 2
Theotonio Dos Santos, de la Universidad Federal Fluminense de Brasil, mencionó en el CEIICH que la investigación y el desarrollo son la principal función de las ramas más importantes de la economía mundial.