15:00 hrs. Enero 13 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-028

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

UNILATERAL, LA PROPUESTA DE LEY MIGRATORIA DE BUSH

 

·        Investigadores del CISAN señalaron que se trata de una iniciativa política–electorera y sólo beneficiará a los empresarios estadounidenses

·        Expresaron que México debe asumir “la ofensiva” y establecer con Estados Unidos negociaciones firmes y de presión sobre el tema migratorio

 

Especialistas del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM advirtieron que la ley migratoria propuesta por el presidente George W. Bush es unilateral, política–“electorera” y sólo beneficiará a los empresarios estadounidenses.

 

Por ello, consideraron fundamental que México “asuma la ofensiva” y establezca con Estados Unidos negociaciones firmes y de presión sobre el tema migratorio. Resulta fundamental, aseguraron, que el país presente la iniciativa para que sea favorecido en temas sobre la propuesta de migración.

 

Aseveraron que existe la posibilidad de que la relación entre ambas naciones en materia de seguridad y migración sea afortunada y virtuosa, no perversa. México tendría que aprovechar, insistieron, el momento electoral que viven nuestros vecinos para incidir de manera sensible en los temas importantes.

 

En conferencia de prensa, José Luis Valdés Ugalde, director del CISAN, y las investigadoras de ese Centro Mónica Verea Campos y Elaine Levine Leiter, externaron que esta reforma es limitada en incentivos como para ser aplicada en el programa de trabajadores temporales, dado que un ilegal no se arriesgará a ser deportado sólo por hacer el trámite de contratación regular. Así, será cada vez mayor la presencia de un flujo migratorio.

 

Los empleadores, subrayaron, tendrán un papel relevante en los procesos de calificación de estos trabajadores. Incluso, los grupos empresariales, en especial la Cámara de Comercio estadounidense, apoyan la medida al señalar que ayudaría a generar una fuerza de trabajo estable en industrias de bajo salario.

 

Sin embargo, alertaron sobre la falta de claridad respecto a la labor que realizarán los empleados estadounidense y los ilegales, o si aumentarán los salarios de éstos últimos una vez legalizado su estatus, así como del impacto en el monto de las remesas debido a la aplicación del programa.

 

Recalcaron que, respecto a su propuesta, el equipo de Bush no ha establecido los  criterios políticos para formar una coalición ganadora en el Congreso y, en lo referente a México, tampoco se han establecido las condiciones políticas para impulsar el cabildeo en Washington.

 

José Luis Valdés Ugalde recordó que ya se ha aclarado que el plan presentado por el presidente del vecino país del norte no es una amnistía. Sólo se fijan criterios para su operación: los estadounidenses tienen prioridad; la aplicación de las leyes migratorias se dará en los centros laborales;  se ofrecerán incentivos para regresar a sus países de origen, y habrá un proceso de ciudadanía justo y significativo y un aumento anual prudente de trabajadores legales.

 

De esta manera, destacó, se corre el riesgo de crearse dos tipos de trabajadores o una subclase permanente de los que no tendrán derechos, con los consiguientes riesgos de abuso y explotación.

 

 

 

Indicó que en Estados Unidos la presidencia Bush no ha precisado los medios que utilizará para impulsar la medida en el Congreso, ni hay indicios de la operación de una coalición ganadora para avanzar en el tema migratorio.

 

José Luis Valdés resaltó que la propuesta de ley migratoria es unilateral y no responde al consenso bilateral, a pesar de que debiera ser una obligación y precondición fundamental, porque se trata de dos vecinos que son socios y, por tanto, defiende intereses comunes tanto comerciales como de seguridad.

 

Manifestó la necesidad de que el diálogo entre ambas naciones se recupere, pues en Estados Unidos hay sectores muy renuentes a la legalización de los inmigrantes. Dio cifras de algunas encuestas: el 58 por ciento de los estadounidenses desean reducir la inmigración; el 65, están en desacuerdo con la amnistía, y el 68 por ciento quiere que su país despliegue militares en la frontera para impedir la entrada de los ilegales.

 

Por otro lado, el 60 por ciento cree que los niveles presentes de inmigración ilegal son una amenaza crítica a los intereses de su país.

 

Mónica Verea abundó que esta propuesta es congruente con todas las iniciativas que se habían discutido en el Congreso durante los últimos cuatros años. Pero, en realidad busca el pronunciamiento de demócratas y republicanos  para que entre los hispanos se cree la conciencia de que existe algo a su favor.

 

Empero, puntualizó la investigadora, busca beneficiar a los empresarios, aunque es probable que sigan con las contrataciones de indocumentados porque no les interesa pasar por todos los trámites burocráticos.

 

Otro aspecto de relevancia, expuso, es ver la vulnerabilidad que tendrá el indocumentado en el momento en que acabe su contrato y a los tres años pueda ser deportado porque el empresario ya no se interesa en emplearlo.

 

En la actualidad, sostuvo, la tradición en Estados Unidos y de sus industriales es que la mano de obra mexicana es dúctil, dócil, hábil y muy trabajadora, por lo tanto, siempre requieren de ellos.

 

Mónica Verea Insistió en que Bush nunca se ha pronunciado por una amnistía, siempre por un programa de trabajadores huéspedes, por lo que está muy distante la posibilidad de que se llegue a la “enchilada completa”.

 

Coincidió con José Luis Valdés en el sentido de que para una nueva negociación, México llega debilitado frente a la expectativa de obtener el acuerdo migratorio que Bush ofrece.

 

Elaine Levine Leiter coincidió en que es una propuesta con fines políticos, previo a la Cumbre Hemisférica de Monterrey. Trata de decir a México, en particular, a América Latina, en general, y a los latinos que viven en Estados Unidos, que Bush hace algo por el tema de migración.

 

Pero, agregó, en el Congreso del vecino país del norte se ha dicho que nada se resolverá hasta que se avance más en la lucha contra el terrorismo.

 

La especialista sostuvo que el presidente de Estados Unidos presentó la propuesta para presionar. Es un manejo político de toda la agenda bilateral, aunque no es la primera ni será la última vez que se trata de esa forma.

 

Previó que no habrá resultados concretos de la discusión del tema en el Congreso estadounidense hasta después de las elecciones.

 

Más adelante, indicó que las organizaciones de latinos en Estados Unidos son muy cautelosos, pues toda esta problemática implicará acrecentar el mercado laboral dual que ya existe. Son dos grupos de trabajadores, los nativos de esa nación que reciben un determinado salario, y los extranjeros dispuestos a aceptar menores remuneraciones.

 

De la Cumbre Hemisférica de Monterrey, los especialistas dijeron que es un aspecto positivo de este proceso de diálogo entre los países americanos con miras a garantizar condiciones de la integración justas y de equidad, así como de garantía  y gobernabilidad democrática.

 

Comentaron que esta reunión multilateral es un conjunto de sesiones bilaterales que responden, sobre todo, a la agenda estadounidense, cuyo tema de seguridad es uno de los puntales de su política.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01, 02

 

José Luis Valdés Ugalde y Mónica Verea Campos, director y académica del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM, dijeron que la propuesta de ley migratoria del presidente George W. Bush es unilateral.

 

 

 

FOTO 03, 04, 05

 

Elaine Levin Leiter, José Luis Valdés Ugalde y Mónica Verea, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM, dijeron que ley migratoria propuesta por el presidente Bus es política–electorera y sólo beneficiará a los empresarios estadounidenses.

 

 

 

FOTO 06

 

El director del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM, José Luis Valdés Ugalde, y la investigadora de esa entidad universitaria, Mónica Verea, consideraron que México debe asumir “la ofensiva” y establecer con Estados Unidos negociaciones firmes y de presión sobre el tema migratorio.