06:00 hrs. Enero 10 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-021

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

DOMINADA POR CRITERIOS ESTADOUNIDENSES LA POLÍTICA INTERNACIONAL ANTIDROGAS

 

·        Silvia Vélez, del CISAN, calificó de exagerado el énfasis en el control de la oferta y de muy negligente con la demanda, porque la primera es externa a EU y la segunda es interna

·        No hay relación visible entre las acciones antidrogas (como decomisos y extradiciones) y el objetivo de terminar con el narcotráfico, pues de otra forma ya se habría erradicado

·        Como resultado de tales políticas, las drogas hoy, por su variedad, número y volumen, están cada vez más disponibles, son más baratas y puras

 

La política internacional antidrogas siempre ha sido dominada por los criterios de Estados Unidos (EU). Es decir, se pone exagerado énfasis en el control de la oferta y es muy negligente con la demanda, porque para el vecino país la primera es externa y la segunda interna, aseguró la investigadora universitaria Silvia Vélez.

 

Al dictar la conferencia El narcotráfico y su impacto en la relación bilateral, la integrante del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), consideró que si el gobierno de EU ataca la demanda interna provocaría problemas políticos serios, pero si lucha contra la oferta le ocasiona dificultades a México.

 

En esta política importan los procesos, no los resultados. Se debe analizar la cantidad de droga que se trafica y el número de consumidores, sobre todo en México, pues en algunos rubros se ha duplicado. Este ha sido su gran fracaso.

 

Vélez abundó que por ello se considera el consumo de drogas como un enigma policíaco y no de salud, privilegia el castigo, minimiza la prevención y el tratamiento, y provoca una gran cantidad de encarcelamientos.

 

Resaltó que en EU hay mayor interés en el problema y en sus posibilidades de uso político, económico o geo-estratégico, al provocar una dependencia económica, sujeta a voluntades gubernamentales.

 

Reconoció que en este problema no hay cifras duras en cuanto a cultivos y procesamientos, transporte, precios al mayoreo y al menudeo, superficie sembrada y número de laboratorios, pues todos esos indicadores son dudosos.

 

Estados Unidos es el mayor consumidor de marihuana, de opiáceos y cocaína. Se calcula que cada año mueren unos 20 mil estadounidenses por este problema, cifra menor a la cantidad de decesos por tabaco (400 mil) y alcohol (100 mil).

 

Respecto de los costos económicos, refirió que mientras en 1985 EU gastaba 44 mil millones de dólares, en el 2002 destinaban 143.4 mil millones de dólares. Ello comprende el financiamiento de acciones policíacas, judiciales, encarcelamientos, enfermedades directas (por adicción, muerte, suicidio, sobredosis) o indirectas (Sida, hepatitis, cáncer, tuberculosis), así como pérdidas por ausencia del trabajo.

 

En 1997 había en aquel país un millón 800 mil personas encarceladas, hoy son dos millones cien mil. De ellos, 30 por ciento son negros, 14 por ciento hispanos y el resto blancos. Siendo que, por ejemplo, los negros constituyen alrededor del 11 por ciento de la población total.

 

En la Casa de las Humanidades, la investigadora del CISAN comentó que no hay relación visible entre las acciones antidrogas y el objetivo de terminar con el narcotráfico, pues de otra forma ya se hubiera eliminado. México no es el único país que decomisa, erradica y extradita, sino prácticamente toda América Latina.

 

Estas políticas antidrogas, dijo, “están muy descoordinadas porque cada quién hace lo que puede y cuando puede. Hay grandes rivalidades entre las agencias y las policías, tanto nacionales como internacionales”.

 

Asimismo, el intercambio de información entre las naciones es insuficiente. Hay presiones políticas cíclicas hacia México, y en tiempos electorales estadounidenses adoptan posturas más estrictas en contra de nuestro país.

 

Sin embargo, tales políticas son irrelevantes con Canadá. Hasta hace algunos años, por ejemplo, sólo 6 por ciento de la Border Patrol se concentraba en la frontera con ese país, y 94 por ciento en la línea divisoria entre México y Estados Unidos.

 

Por el área de Vancouver comenzó a introducirse heroína y encontraron la forma de producir marihuana de excelente calidad. La mejor que se produce en México tiene cerca de 6 por ciento de concentración de alcaloides, mientras la de Canadá, trabajada con medios hidropónicos, bajo techo, en sótanos o al aire libre, posee entre 24 y 26 por ciento de alcaloides.

 

Dijo que como resultado, las drogas hoy, por su variedad, número y volumen están cada vez más disponibles, son más baratas y puras, lo cual provoca un enorme daño personal, económico y social, e incrementa la violencia, el crimen y la corrupción.

 

Silvia Vélez señaló que así como la marihuana actual no es como la del pasado, pues tiene mayor concentración de alcaloide con lo que asegura su adicción, las drogas sintéticas están hechas sin suficientes conocimientos químicos, y en ocasiones provocan la muerte.

 

 

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Pies de Foto

 

Foto 1

 

La política internacional antidrogas siempre ha sido dominada por los criterios de Estados Unidos (EU). Es decir, se pone exagerado énfasis en el control de la oferta y es muy negligente con la demanda, porque la primera es externa y la segunda interna, aseguró Silvia Vélez, del CISAN.

 

Foto 2

 

Silvia Vélez, del CISAN, indicó que si el gobierno de EU ataca la demanda interna provocaría problemas políticos serios, pero si lucha contra la oferta le ocasiona dificultades a México; en esta política importan los procesos, no los resultados.