06:00 hrs. Enero 3 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-003

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de foto al final del boletín

AÚN NO SE TIENE LA CULTURA DE DONACIÓN DE ÓRGANOS:  LUIS TEHERÁN

 

·        El inmunólogo de la UNAM señaló que anualmente debían cambiarse 850 corazones; en la actualidad sólo se reponen 15

·        Igual sucede con otros órganos: se trasplantan mil 481 riñones, pero se requieren cuatro mil 900. La demanda de córnea es de diez mil por año y la oferta es de apenas dos mil

 

En México anualmente se necesita realizar 850 transplantes de corazón y sólo se llevan a cabo 15, en tanto que de hígado se requieren dos mil 200, de los cuales se consiguen únicamente 29, porque la donación de órganos tiene gran rezago debido a la falta de sensibilidad, conciencia y cultura al respecto, a pesar de que en el país se hacen trasplantes desde hace 50 años.

 

En el caso de los riñones, la demanda es de cuatro mil 900 y se cambian mil 481. Son necesarias diez mil córneas por año y se consiguen apenas dos mil, señaló el inmunólogo de la UNAM y ex coordinador del Centro Nacional de Trasplantes, Luis Teherán, quien encabezó al grupo de especialistas que preparó la Ley General de Salud en esta materia.

 

De acuerdo con indicadores sobre defunciones de la Secretaría de Salud y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), cada año mueren 70 mil personas por enfermedades del corazón, 50 mil del hígado y siete mil de riñón. Este registro muestra claramente la necesidad de establecer programas más efectivos de donación altruista de órganos.

Luis Teherán agregó que más del 80 por ciento de los pacientes que han recibido un nuevo riñón “tienen tres años de sobrevida; sin embargo, el 70 por ciento alcanza el lustro y quien libra estos porcentajes tiene un largo porvenir”.

 

El promedio de años que puede vivirse tras un cambio de hígado, pulmón o corazón, realmente es mayor que el registrado hasta hace una década, señaló el especialista.

 

Recordó que el número de trasplantes de córnea y riñón realizados en México hasta el 2000 –desde que iniciaron en 1963–, es de poco más de ocho mil en ambos casos. Asimismo, agregó, la mayor parte de estas operaciones se hacen en el Instituto Mexicano del Seguro Social y el resto en la Secretaría de Salud (en los institutos nacionales de Nutrición, Cardiología y Enfermedades Respiratorias).

 

La seguridad social realiza prácticamente el 80 por ciento de estas cirugías en el país, debido fundamentalmente a los inmuno­–supresores, que generan una reacción adversa cuando el sistema inmunológico no reconoce al nuevo organismo, precisó Luis Teherán.

 

Advirtió que “el acceso a un trasplante no es barato, requiere de una gran cantidad de dinero para mantener la terapia inmunosupresora, y esto deja fuera a la gente de escasos recursos. El seguro popular no contempla estas intervenciones. A mí me preocuparía que, en un momento dado, los pobres participen como donadores, y los ricos sean los receptores. Eso sería terrible”.

 

El también encargado de la Sección de Trasplantes en la Clínica Londres y el Hospital Infantil, explicó que una operación de este tipo involucra la transferencia de órganos, tejido o células de una parte del cuerpo a otra en el mismo individuo, o bien de una persona a otra.

 

Es importante considerar que los órganos y tejidos deben estar vivos y continuar así hasta su remoción. En el caso del material óseo implantado, por lo general ya está muerto, y únicamente se coloca un caparazón calcáreo de lo que fue hueso, porque ya no lleva ninguna célula viva.

 

En el caso de la sustitución de piel –uno de los tejidos más antihigiénicos del organismo– se requiere un cultivo de células procedentes del mismo cuerpo en donde se aplicará, para no producir rechazo. En este caso, el injerto funciona “como apósito biológico donde está la lesión y termina convirtiéndose en tejido propio”, explicó el investigador universitario.

 

Finalmente, aseveró que la donación es una cuestión cultural: “No entiendo por qué nos ponemos tan quisquillosos cuando se nos piden los órganos para una causa benéfica, como salvar vidas”, concluyó.

 

 

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Foto 1

En México se trasplantan cada año cerca de mil 481 riñones, cuando se requieren hasta cuatro mil 900, y la demanda de córnea es de diez mil por año, cuando su oferta se reduce a dos mil, indicó el inmunólogo universitario Luis Teherán.

 

Foto 2

Luis Teherán, inmunólogo de la UNAM, lamentó que la donación en el país tenga grandes rezagos porque no hay sensibilidad, conciencia, ni cultura en esta materia.

 

Foto 3

Las sobrevidas en los trasplantes de hígado, pulmón y corazón son mayores que las registradas hace una década y han mejorado notablemente, señaló el especialista en inmunología de trasplantes, Luis Teherán.