06:00 hrs. Enero 2 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-002

Ciudad Universitaria

 

 

POSIBLE RELACIÓN ENTRE EL SIDA Y LA PRESENCIA DE INFECCIONES MICÓTICAS

 

·        Enrique Salas, académico de la FES Cuautitlán, explicó que enfermos de Sida presentan contaminación oral, epidemia esofágica, y en la piel

·        Hay unas 200 variedades de hongos capaces de ocasionar malestares en los seres humanos, algunas son tan pequeñas que resultan invisibles al ojo humano

 

En los últimos años se ha identificado una relación estrecha entre el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) y la presencia de infecciones producidas por ciertos hongos (micosis), pues diversos pacientes presentan contaminación oral en porcentajes que van del 40 al 90 por ciento; epidemia esofágica en 50 por ciento, y en la piel de un 20 a un 90 por ciento, aseveró Enrique Salas Téllez.

 

El académico de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC), explicó que alrededor de 200 variedades de hongos son capaces de ocasionar malestares en los seres humanos; algunas son tan pequeñas que resultan invisibles al ojo humano. Se localizan en las heces animales, en la tierra, en plantas enfermas y en las cortezas de ciertos árboles; las personas pueden infectarse incluso al respirar estos organismos.

 

Asimismo, pueden penetrar en el cuerpo a través de heridas sobre la piel, quemaduras, catéteres o durante cirugías. Otras especies viven en la piel humana, dentro de la boca, los intestinos, la vagina y el ano.

 

Salas Téllez aclaró que, incluso, pueden ocasionar una enfermedad grave cuando el sistema inmunológico está debilitado, como en el caso de los pacientes con Sida, a quienes pueden diseminárseles por todo el cuerpo, infectan hígado, bazo y pulmones, pues al ser partículas pequeñas entran al organismo mediante la respiración.

 

Comentó que la micosis oral es común entre las personas con VIH. Se le conoce como afta oral, afecta la boca y la garganta y se manifiesta en forma de manchas blancas o rojizas sobre las encías y las membranas internas de la cavidad bucal. Esta afta puede convertirse en una enfermedad severa cuando ataca la garganta, pues impide el consumo de alimentos en los pacientes.

 

También, los hongos afectan al esófago y al intestino y es, con frecuencia, una extensión de las lesiones bucales, pues ya existe la destrucción de la membrana mucosa y el contorno esofágico, presenta rasgado y produce náuseas, vómitos y hemorragias gastrointestinales.

 

Añadió que la criptococosis, ocasionada por el hongo Cryptococcus neoformans, es un padecimiento común en todo el mundo. Se localiza en las heces de pájaros, en la corteza de árboles y en la tierra. La criptococosis es grave y puede ocasionar la muerte en personas con Sida.

 

En ese caso, agregó el académico universitario, el hongo infecta los pulmones y se propaga por todo el cuerpo. Puede provocar incluso infección de las membranas que rodean el cerebro o meningitis.

 

Los síntomas incluyen dolores de cabeza, mareos, náuseas, fatiga y problemas con la vista. Cuando éste infecta los pulmones puede ocasionar fiebres, sudores nocturnos, tos severa y dificultad para respirar.

 

Enrique Salas dijo que de acuerdo con el Programa Conjunto de las Naciones Unidas dedicado al VIH/Sida, hasta el 2001 se registraban cinco millones de nuevos casos de infección y tres millones de muertes ocasionadas por este virus.

 

 

En nuestro país, los registros médicos sobre las diferentes infestaciones por hongos son escasos y dependen de estudios realizados por expertos de diversas instituciones de salud y educativas. La literatura especializada, recopilada por la Revista Iberoamericana de Micología, reporta en la década de los noventa los análisis de diversos pacientes con padecimientos superficiales, en donde se encontró una recurrente afectación de las uñas de pies y manos (onicomicosis), además de tiñas de cabeza, cuerpo, ingle, manos y uñas.

 

Sin embargo, se ha realizado una amplia investigación en torno a la micología médica, pues anteriormente eran enfermedades a las que no se les prestaba la debida importancia; en la actualidad los investigadores se preguntan por qué y cómo afectan los hongos a los pacientes con Sida.

 

 

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