06:00 hrs. Diciembre 24 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-966

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

LOS PROBLEMAS DE SALUD BUCAL TIENEN ALTO IMPACTO SOCIAL: JAVIER DE LA FUENTE

 

·        Estos padecimientos pueden afectar en el rendimiento escolar, el desempeño laboral y modificar aspectos psicológicos, señaló el secretario académico de la FO de la UNAM

·        Tienen repercusión importante en la calidad de vida de las personas, sin alcanzar consecuencias mayores, sostuvo

·        Consumir menos azúcar refinada evita caries y alteraciones en los tejidos que sostienen a los dientes

 

Los problemas de salud bucal pueden afectar en el rendimiento escolar, el desempeño laboral y en aspectos psicológicos como la autoestima y la seguridad para relacionarse con otras personas, expresó Javier de la Fuente Hernández, secretario académico de la Facultad de Odontología (FO) de la UNAM.

 

Se trata, destacó, de una repercusión que va más allá de las consecuencias de padecimientos periodontales, la falta de piezas dentales o la mala posición de las mismas.

 

Recordó que en muchas ocasiones los adultos mayores se esconden para comer porque la dentadura no les queda bien y se les cae, o por el color y la forma de la misma, abundó.

 

Además, puntualizó, el presentar demasiados problemas en la boca repercute en otras áreas de la salud, pues hay microorganismos y bacterias oportunistas en todo el cuerpo, incluso se han reportado casos de reumatismo y arritmias vinculadas al desaseo dental.

No obstante, aunque estas alteraciones tienen un efecto importante en la calidad de vida de las personas, no tienen consecuencias mayores, sostuvo el especialista en educación para la salud.

 

El académico de la FO mencionó que “hay controversias referentes a la necesidad de acudir cada seis meses al dentista para tener una salud bucal aceptable; sin embargo, existen medidas con las cuales es posible evitar padecimientos como las caries o alteraciones en los tejidos que soportan los dientes”.

 

Una de ellas, señaló, es la disminución en la ingesta de azúcar refinada. Los mexicanos llegan a consumir alrededor de 40 a 50 kilogramos de este endulzante al año, cuando la Organización Mundial de la Salud aconseja no exceder los 16 a 18 kilos.

 

En un estudio hecho en la Facultad de Odontología para saber cuáles son las fuentes de consumo de edulcorantes en los adolescentes, comentó, se observó que, en promedio, alrededor del 40 por ciento de ellos toman más de dos refrescos al día. Si se considera que cada una de estas bebidas contiene aproximadamente seis cucharadas de dulce, estamos hablando de una dieta alta de carbohidratos, refirió.

 

Otra medidas para mantener una boca sana es el uso de un cepillado adecuado e hilo dental; así como no fumar ni ingerir bebidas alcohólicas en exceso. Estas son formas sencillas de higiene, para evitar las visitas al odontólogo, sostuvo.

 

No se trata de prohibir los alimentos, sino de inculcar en la población la noción de que el autocuidado y el cambio de hábitos pueden ser más exitosos que las visitas al especialista, indicó.

 

Sólo ciertos grupos de alto riesgo requieren de una vigilancia mucho más cercana, pero en términos generales, con una visita al año es suficiente, siempre y cuando las personas tengan o modifiquen sus hábitos de limpieza y cuidado de la dentadura.

 

Las  personas que requieren mayor cuidado, abundó, son quienes tienen factores de predisposición en términos del pH de su boca o de tipo genético; pacientes que toman medicinas constantemente, están sometidos a procesos de quimioterapia o con alguna enfermedad crónico-degenerativa, como la diabetes.

 

De acuerdo con el grupo social al que se pertenece existen grandes diferencias en cuanto al tipo de padecimientos dentales, pero los más frecuentes son la caries, las afecciones en los tejidos bucales y los dientes en mala posición.

 

Estas afecciones se dan por falta de acceso a los servicios de salud, el consumo de ciertos alimentos, la higiene y el nivel escolar de las personas. En ese sentido, es difícil hablar de un patrón social en términos de salud bucal, puntualizó.

 

Por ejemplo, explicó, en la Facultad tenemos un programa con los mazahuas y se puede decir que para muchos de ellos ésta fue su primera experiencia con un dentista. “En su mayoría son adultos que nunca habían utilizado un cepillo de dientes, y si bien no tenían tantos problemas de caries, sí había otros de tipo periodontal”.

 

Cifras del Sistema Nacional de Salud (SNS) revelan que durante el 2001 se registraron 12 millones 248 mil 452 consultas odontológicas en el país, mientras que los sistemas privados brindaron 247 mil 565 consultas en el mismo lapso.

 

De los 142 mil 765 médicos que conforman el SNS, 8 mil 973 son dentistas, mientras que los sistemas privados tienen registrados a 696 especialistas en este campo. Cabe mencionar que la mayor parte de los odontólogos en los sistemas públicos de salud, se concentran en la Secretaría de Salud (5 mil 161 ortodoncistas), Instituto Mexicano del Seguro Social (mil 817) e Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (765 profesionales).

 

Nuestra función, destacó Javier de la Fuente, no es sólo impartir clases, sino hacer investigación en áreas como epidemiología, biología molecular, fisiología, salud pública y materiales relacionados.

 

Asimismo, expresó, tratamos de inculcarle a los alumnos una visión diferente sobre cómo acercarse a los médicos y dar solución de los problemas en esta área.

 

En las clínicas, indicó, buscamos que nuestros pacientes asuman una función de responsabilidad en cuanto al cuidado de su salud mediante la práctica de conductas más sanas.

Además, se debe considerar que para gran parte de la población el cuidado de su boca no es prioritario; por ello, es necesario crear mecanismos de prevención que les permitan tener mayores posibilidades de estar sanos, concluyó.

 

 

 

 

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PIES DE FOTO

 

 

FOTO 1

Los problemas de salud bucal afectan al individuo en cuestiones como la elección de los alimentos o la posibilidad de descansar, afirmó Javier de la Fuente, secretario académico de la FO de la UNAM.

 

FOTO 2

México es un país cuyos habitantes llegan a consumir alrededor de 40 a 50 kilogramos de azúcar al año, afirmó Javier de la Fuente, académico de la FO de la UNAM.