Boletín UNAM-DGCS-963
Ciudad Universitaria
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final del boletín
EL ASMA TIENE FACTORES HEREDITARIOS: JAVIER GÓMEZ VERA
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Este padecimiento se caracteriza por la
inflamación crónica del aparato respiratorio
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El académico de la FM advirtió que si esta
enfermedad no es tratada a tiempo, puede complicarse y provocar la muerte. En
todo el mundo fallecen 180 mil personas al año, refirió
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Su tratamiento se basa en tres pilares: el
farmacológico, la educación y el control del medio ambiente; en algunos casos,
es necesaria también la inmunoterapia
El asma es la enfermedad
crónica más frecuente entre los niños. Se estima que en todo el mundo, el 80
por ciento de los afectados –de 100 millones a 150 millones de personas al año
2000, según cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)– presentó
síntomas antes de los cinco años de edad, afirmó Javier Gómez Vera, académico
de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Explicó que este padecimiento
se caracteriza por la inflamación crónica del aparato respiratorio, lo cual
ocasiona bronco espasmos, tos, silbidos en el pecho –conocidos como
sibilancias– y dificultad para respirar.
De hecho, subrayó el
alergólogo –quien ha realizado diversos estudios en el Distrito Federal,
Guadalajara, Villahermosa y Monterrey para identificar la prevalencia
nacional–, si esta enfermedad no es tratada a tiempo puede complicarse y
provocar la muerte. Según la misma OMS, cada año mueren 180 mil personas por
complicaciones asmáticas.
Se han reconocido diversos
factores desencadenantes, entre los que se encuentran: antecedentes genéticos y
familiares, trastornos de género, atopia, dieta, medio ambiente, infecciones
respiratorias y contaminación atmosférica.
En el caso de los antecedentes
hereditarios, se estima que si los padres presentan asma, sus hijos tienen entre 70 y 80 por ciento de
probabilidades de padecerla, destacó el médico adscrito al servicio de Alergia
e Inmunología del Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos”, del Instituto
de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Indicó que la mayoría de los
enfermos alérgicos tiene antecedentes familiares, que se transmiten por
generaciones; a este fenómeno se le conoce como atopia. El asma alérgica se
desarrolla en personas genéticamente predispuestas.
En los menores este
padecimiento se presenta con mayor frecuencia entre varones y quizá pueda
atribuirse a diferencias anatómicas, pues sus bronquios son más pequeños y, por
lo mismo, fácilmente reducibles.
Los trastornos por la dieta
pueden remitirse al amamantamiento, pues el consenso actual coincide en que
esta práctica evita o retrasa la aparición de esta afectación. De igual forma
se afirma, aunque sin comprobación, que el consumo de magnesio y sodio entre
los adultos desencadena las crisis.
Otro factor es el medio
ambiente, sobre todo dentro de los hogares. Las personas predispuestas deben
evitar la acumulación de polvo, ácaros y hongos producidos por humedad, de lo
contrario, la inflamación puede presentarse en forma temprana, abundó Gómez
Vera.
En ocasiones, las infecciones
virales o bacterianas del árbol respiratorio son condicionantes, aunque en este
caso se trata de asma no alérgica, la cual también sobreviene en personas que
trabajan en condiciones específicas, en lugares insalubres o expuestas a
ciertas sustancias.
El diagnóstico del asma es
clínico. Con un expediente médico completo y una exploración física adecuada,
es posible realizarlo de forma acertada hasta en el 95 por ciento de los casos.
Sin embargo, antes debe tomarse una radiografía para descartar la existencia de
otros padecimientos, como ganglios paratraquiales, tuberculosis, cuerpos
extraños, bronqueolitis o neumonía.
En general, aseguró, su
tratamiento es sencillo –sobre todo si se considera que, en la mayoría de los
casos, la molestia va de leve a moderada– y se divide en tres grandes pilares:
el farmacológico, la educación y el control del medio ambiente; en algunos
casos es necesaria también la inmunoterapia.
La utilización de medicamentos
está encaminada a disminuir el control de la inflamación del bronquio. Desde
hace 30 o 40 años los esteroides inhalados están disponibles en el mercado.
Ellos han mejorado la calidad de vida de los pacientes.
También se utilizan
broncodilatadores, cuya función es abrir la vía respiratoria relajando el
músculo bronquial; esto disminuye los broncoespasmos en el caso de una crisis.
Otra parte del tratamiento
reside en la educación sobre el uso adecuado de esas sustancias y el control
ambiental. “Si tomamos en cuenta que el asma alérgica se presenta hasta en el
70 por ciento de los pacientes, el control domiciliario es importante”.
Además de evitar la
acumulación de polvo, hongos y ácaros en las casas, debe combatirse a la fauna
nociva, como las cucarachas, pues se ha demostrado –en países como India y
México– que estos insectos forman parte de los alérgenos intra domiciliarios.
“Evitar este factor ayuda a reducir el número de crisis en el paciente; algunos
autores dicen que hasta en un 30 por ciento”, advirtió.
No obstante, recordó que el
asma no se cura, sólo se controla. Su atención se considera adecuada “cuando el
paciente tiene el menor número de crisis posibles en un año; estamos hablando
de dos cuando mucho y que no llegue a hospitalizarse”.
Finalmente, reconoció que
aunque el costo del tratamiento es elevado, se cuenta con personal
especializado para brindar tratamiento a los afectados, concluyó.
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PIES DE FOTO
FOTO 1
El asma es la
enfermedad crónica más frecuente entre los niños. Se estima que en todo el
mundo, el 80 por ciento de los afectados –de 100 a 150 millones de personas en
el año 2000– presentó síntomas antes de los cinco años de edad, afirmó Javier
Gómez Vera, profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM.
FOTO 2
Según la
Organización Mundial de la Salud, cada año mueren 180 mil personas en todo el
mundo por complicaciones asmáticas, señala el profesor universitario Javier
Gómez Vera.