Boletín UNAM-DGCS-960
Ciudad Universitaria
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final del boletín
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Necesario mayor control de la AFORES, que
manejan 31 millones de cuentas individuales y suman mil 383 millones de pesos,
indicó el economista de la UNAM, Leonardo Lomelí
Es necesaria una reforma al
sistema de pensiones para lograr mayores rendimientos y control sobre las doce
Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES), las cuales manejan 31
millones de cuentas individuales por un monto de mil 383 millones de pesos,
afirmó el profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, Leonardo Lomelí
Vanegas.
El experto manifestó que este
tema es prioritario y, de no revisarse, podría generar una crisis compleja en
el país durante los próximos años.
Detalló que el sistema actual
es resultado de una modificación legislativa aprobada en 1995, que entró en
vigor en 1997, mediante la cual se creó un sistema de ahorro para cada
trabajador.
Sin embargo, opinó que no se
evaluaron diversos aspectos que podrían impedir el cumplimiento de las metas
trazadas, como son incrementar la disponibilidad de recursos para el desarrollo
nacional y ofrecer rendimientos suficientes.
Los cálculos revelan que con
las utilidades actuales de las AFORES, no se podrán cubrir montos suficientes
para garantizar el pago equivalente a un salario mínimo al momento del retiro,
por lo que el Estado deberá cubrir el faltante, y ello implica un costo fiscal.
Recordó que uno de los
contenidos centrales de la reforma es que al momento de jubilarse, cada sujeto
pueda disponer de sus recursos, con la opción de comprar a las compañías
aseguradoras una pensión vitalicia que les garantice un ingreso mensual.
“El problema es que si el
capital que una persona haya logrado acumular en su cuenta de ahorro para el retiro no le alcanza para
adquirir esa renta vitalicia, el gobierno tendrá que pagar la diferencia. Por
eso es importante buscar la manera de ofrecer mayores rendimientos”, explicó.
Lomelí Vanegas consideró
viable que se permita la inversión de estos cuantiosos montos en proyectos
productivos de mediano y largo plazo, que podrían surgir de la Comisión Federal
de Electricidad, de Petróleos Mexicanos, aeropuertos o carreteras. En
contraste, consideró riesgoso autorizar a las Administradoras a invertir en la bolsa o fuera del país.
Abundó que actualmente, todos
los cotizantes poseen una cuenta propia y están inscritos en una AFORE, y estas
últimas invierten los recursos en las
opciones que les están permitidas por la Comisión Nacional del Sistema de
Ahorro para el Retiro (CONSAR), la autoridad que las regula.
Dichas posibilidades se
circunscriben especialmente a documentos gubernamentales, como los CETES y
otros bonos gubernamentales, que ofrecen tasas superiores a la inflación,
precisó.
Sin embargo, estas compañías
han solicitado que se les permita utilizar el dinero en el extranjero para
lograr mayores ganancias, lo que indica que los mercados financieros mexicanos
no han sabido aprovechar la oportunidad para arraigar estos recursos.
“Lo cierto es que el problema
es grave. Estamos hablando de millones de trabajadores que pueden tener
problemas en su vejez si las Afores no les ofrecen un rendimiento adecuado”,
insistió.
Recordó que en el anterior
sistema, los empleados cotizaban en una sola cuenta, bajo un sistema conocido
como de reparto. Es decir, los que estaban en activo pagaban una contribución,
con la cual se otorgaban las pensiones a los retirados.
Sin embargo, agregó, dicho esquema es viable
financieramente mientras exista una vasta población en activo y creciente, pero
en todos los países del mundo se registra una transición demográfica, donde se
incrementan el número de personas en edad de cesantía.
Ejemplificó que en otras
naciones, donde funcionan esquemas
similares, hay una mayor participación de quienes aportan y de los empresarios
en la supervisión de dicho esquema.
En el caso concreto de México,
explicó, este modelo entró en crisis cuando se detuvo el crecimiento del empleo
formal de la economía en los años ochenta. El número de afiliados dejó de
incrementarse, al tiempo que aumentó el número de jubilados en relación con los
que se mantenían activos.
El especialista concluyó que actualmente los pensionados
suman 1.7 millones, que se sumarán a los que cesen sus actividades en los
próximos 25 años.
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PIES DE FOTO
Foto 1
De no revisarse
el tema de las pensiones en México, podría generarse una crisis compleja en el
país, aseguró el economista universitario Leonardo Lomelí.
Foto 2
Leonardo Lomelí,
profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, afirmó que deben buscarse
esquemas para incrementar los rendimientos de las Afores.