Boletín UNAM-DGCS-940
Ciudad Universitaria
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SE HA PERDIDO LA PLANEACIÓN URBANA EN MÉXICO
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Ésta sirve al gobierno para coordinar la acción urbana, señaló Roberto
Eibenschutz, de la UAM Xochimilco
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Sergio Flores González, investigador de El Colegio de Tlaxcala, dijo que
el reto es atender los efectos derivados de los cambios estructurales en su crecimiento
económico, en la evolución de su población y en su perfil territorial
La planeación urbana y regional pretende
ordenar el territorio; buscar que cada actividad se ubique en el lugar
adecuado, sin embargo ésta no ha podido aplicarse debido a la indiferencia del
gobierno, señaló Roberto Eibenschutz, de la Universidad Autónoma Metropolitana
(UAM) Xochimilco.
Destacó que se ha perdido la planeación,
requisito fundamental para garantizar el proceso de análisis anterior a la toma
de decisiones adecuadas, la cual permite prevenir futuros problemas.
La planeación sirve al gobierno para coordinar
la acción pública con el fin de coordinar esfuerzos para el desarrollo, por lo
tanto, afirmó, estos modelos buscaban la equidad, la identidad de la población,
acceso generalizado a los servicios y equilibrio entre las distintas regiones.
Además buscan que se relacionen con el
territorio, la sustentabilidad y la mejora de su bienestar, indicó en su
ponencia ¿Hay un nuevo paradigma de la planeación del desarrollo urbano
regional?, realizada en la Sala Ricardo Torres Gaitán, de la Torre II de
Humanidades.
Los nuevos paradigmas, dijo, se vinculan con la
eficiencia, el triunfo personal, una oferta discrecional de servicios, la
orientación para la promoción del consumo, la libre competencia en el
territorio, la maximización de las ganancias y la desregulación. Es decir,
estos paradigmas exigen un “gobierno facilitador”, para que la iniciativa
privada pueda desarrollarse y resolver los problemas del consumo.
Sin embargo, estos paradigmas se ven limitados
ante situaciones que impiden la operación de la planeación; ello debe
resolverse antes de hacer sofisticadas modificaciones técnicas, apuntó.
Entre sus limitaciones se cuentan la
inexistencia de un marco jurídico adecuado, sus múltiples contradicciones;
además, los municipios encargados de la planeación urbana no cuentan con los
recursos necesarios, ni con capacitación u organización para enfrentar esta
responsabilidad.
En su oportunidad, Sergio Flores González,
investigador de El Colegio de Tlaxcala, señaló que la República Mexicana ha
tenido acelerados cambios reflejados en la creciente presencia de nuevos fenómenos
urbano-regionales. Por ello el reto de atender los efectos derivados de los
cambios estructurales en su crecimiento económico, en la evolución de su
población y en su perfil territorial.
Informó que entre 1950 y 1995 el proceso de
urbanización en el país fue continuo, acelerado y concentrador. En estas
décadas las principales zonas metropolitanas del país no dejaron de crecer y
sus tasas promedio de crecimiento, en general, fueron elevadas.
A las zonas metropolitanas tradicionales hay
que agregar el surgimiento de nuevas zonas, como resultado de una evolución
histórica y elevada concentración económico-demográfica, aseguró en su ponencia
La megalópolis de la Región Centro de México, cambios en el periodo 1970-2000.
En el análisis por entidad federativa, se
observó en la región centro del país una gran concentración de población, lo
que implica un enorme reto en la política pública para la dotación de vivienda,
servicios públicos, infraestructura urbano-regional, generación de empleos,
seguridad pública, deterioro ambiental y sustentabilidad del desarrollo.
De acuerdo con el investigador, la región
centro del país –conformada por el Distrito Federal, el Estado de México y los
estados de Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala– concentra cerca del
34 por ciento de la población total nacional y es posible que en 20 años ese
porcentaje aumente de forma considerable.
Desde inicios de la década de los
noventa, diversos especialistas advirtieron sobre la aparición de una
megalópolis en la región centro del país, conformada por las zonas
metropolitanas de la Ciudad de México-Toluca, Puebla-Tlaxcala,
Cuernavaca-Cuautla, y el eje Querétaro-San Juan del Río-Tula, precisó.
Este proceso de continua evolución es el
resultado de varios siglos de expansión urbana y muestra la existencia de
grandes fuerzas económicas que promueven la elevada concentración poblacional,
concluyó.
Las ponencias realizadas en esta mesa se
llevaron a cabo en el marco del XIII Seminario de Economía Urbana y Regional,
2003: Impactos Territoriales del Libre Comercio.
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PIES DE FOTO
FOTO 1
La planeación
urbana y regional pretende ordenar el territorio; buscar que cada actividad se
ubique en el lugar adecuado, señaló en la UNAM el profesor Roberto Eibenschutz.
FOTO 2
Sergio Flores
González, investigador de El Colegio de Tlaxcala, señaló en la UNAM que los
acelerados cambios sociales se reflejan en la creciente presencia de nuevos
fenómenos urbano-regionales.