06:00 hrs. Diciembre 1 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-906

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

 

ESTUDIAN EN LA UNAM VEHÍCULO HÍBRIDO, PARA DETERMINAR SU VIABILIDAD EN EL DF

 

·        Los universitarios determinarán el costo-beneficio de un auto que funciona mediante dos motores, uno eléctrico y otro de combustión interna

·        Verifican si se pudiese sustituir a los automóviles particulares e incluso a los taxis con este tipo de vehículos

 

El Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) y la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM realizan pruebas con un vehículo híbrido que funciona mediante dos motores: uno eléctrico y otro de combustión interna, para determinar su viabilidad de operación en la Ciudad de México.

 

Aron Jazcilevich, investigador del CCA, dio a conocer que, en colaboración con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Instituto Nacional de Ecología y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, investigan la relación costo-beneficio de esta proyecto que implica innovación tecnológica.

 

“No sólo nos interesa la fase experimental, sino evaluar desde un punto de vista de costo y beneficio social la introducción de este tipo de tecnología en el área metropolitana de la Ciudad de México”, refirió.

 

Es necesario evaluarlo desde diferentes aspectos, para saber si se podrían sustituir a los automóviles particulares e incluso a los taxis con este tipo de vehículos. Ese será el resultado final del proyecto.

 

Jazcilevich dijo que a nuestro país llegaron diez unidades Prius Hybrid, de la marca Toyota, para someterse a los estudios respectivos. Este modelo ya se comercializan en Estados Unidos y Japón, y en Europa está por salir a la venta. Debido al Tratado de Libre Comercio de América del Norte en unos años o meses podrían llegar a suelo mexicano, de acuerdo con la oferta y la demanda. Su costo aproximado es de 20 mil dólares.

 

Explicó que la fuerza motriz del vehículo es proporcionada por un motor eléctrico y otro de combustión interna. El eléctrico adquiere potencia de una batería, que a su vez es recargada por el de combustión interna.

 

Este carro tiene una autonomía de más de 500 kilómetros. Es decir, una persona puede viajar esa distancia sin cargar gasolina, porque el motor de combustión interna hace un bajo gasto de combustible y, cuando es necesario, el eléctrico proporciona la fuerza automotriz.

 

Tiene un consumo de 25 kilómetros por litro de gasolina. Un poco más del doble del rendimiento de una unidad económica en condiciones normales. Al tener mayor rendimiento también disminuye de manera considerable las emisiones contaminantes, parte fundamental del estudio.

 

Además, el motor de combustión interna tiene la tarea de recargar la batería y cuenta con una amplia autonomía, lo que refrenda su carácter híbrido.

 

Comentó que el CCA tiene modelos computacionales capaces de reproducir el fenómeno de la contaminación ambiental en el Valle de México. “Los datos que obtengamos serán usados en la fase de modelación. Además, esta tecnología estará en el contexto de la Ciudad de México para el año 2020. “Todo eso nos dará una idea de cuál será el costo y cuál el beneficio”.

 

Informó también que la vida de su batería alcanza, al utilizarse de forma adecuada, más de 300 mil kilómetros: la duración total del vehículo.

 

Cuando el auto está parado el motor de combustión interna se apaga, y la batería alimenta el aire acondicionado, la radio y las luces, por lo que no gasta combustible; ello lo convierte en un gran ahorrador, sobre todo en las condiciones de manejo prevalecientes en la capital de la república.

 

Por su parte, Michael Grutter de la Mora, investigador del mismo Centro, dijo que otro aspecto fundamental del proyecto es caracterizar los gases criterio, es decir, los que se miden de manera rutinaria en verificentros o a niveles ambientales por el gobierno de la Ciudad.

 

Para ello se extrae una muestra de aire del escape y se introduce en una celda de 10 litros. Ello permite un análisis detallado y se detecta de inmediato la abundancia de cualquier sustancia volátil. Este procedimiento se realiza casi de manera automática. Primero se definen los perfiles a monitorear y después las propiedades de la medición, como temperatura y presión.

 

Se mide el bióxido y monóxido de carbono, óxido nítrico, amoniaco, formaldehído, metano, acetileno y etano, entre otros, que se pueden identificar sin mucho esfuerzo. Posteriormente se apreciarán los compuestos más específicos como ciertos aromáticos, algunos componentes de la gasolina y otros compuestos poco comunes en las emisiones.

 

Grutter de la Mora aclaró que se realizan pruebas bajo condiciones de manejo reales de esta urbe y luego de cómo se emiten los compuestos a la atmósfera, dependiendo del funcionamiento del motor y del filtro catalítico. Por ejemplo, las mayores emisiones se dan cuando se enciende el motor en frío y se van reduciendo conforme se va calentando el filtro catalítico. Después se generan de otro tipo.

 

Más tarde se le comparará con otra unidad de la misma categoría. Sin embargo, no se trata de obtener una caracterización de las emisiones de la flota en general que circula por la Zona Metropolitana.

 

Informó que mientras los contaminantes de los vehículos convencionales son fáciles de encontrar, en éste no lo ha sido tanto. El reto es ver hasta dónde es posible determinar los compuestos emitidos por las nuevas tecnologías.

Consideró que este vehículo híbrido es una buena alternativa para el Distrito Federal, pues es atractivo desde el punto de vista ecológico y autónomo. En cuanto a las emisiones, “queremos ver cuántas unidades se deben reemplazar en la flota para que haya un cambio en la calidad del aire”.

 

A este respecto, Rogelio González Oropeza, responsable del Laboratorio de Control de Emisiones de la FI, dijo que además se valora el impacto ambiental por el uso de combustibles alternativos y se proporcionan otros servicios, como evaluaciones de aditivos y de dispositivos para disminuir la polución, entre otras.

 

Por último, Irma Rosas, coordinadora del Programa Universitario del Medio Ambiente, comentó que junto con Semarnat “estamos estructurando un plan nacional de adquisiciones ambientales, en donde se valoran y certifican todos los productos nocivos en grado menor que se expelen al ambiente”.

 

Informó que en los próximos meses elaborarán un manual de buenos hábitos, en donde los ciudadanos y los especialistas en la innovación y la evaluación tecnológica “lograremos armar un plan importante para el país. Se trata ya no de restaurar de forma periódica, sino de ir reduciendo productos que dañan la atmósfera”.

 

En el proyecto también participan Rodrigo Rincón, Miguel Huerta, Sergio Villanueva y Faustino Reyes Villegas, con apoyo de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico.

 

 

 

---o0o---

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PIES DE FOTO

 

FOTO 1

 

El Centro de Ciencias de la Atmósfera y la Facultad de Ingeniería de la UNAM realizan pruebas con un vehículo híbrido que funciona mediante dos motores: uno eléctrico y otro de combustión interna, para determinar su viabilidad de operación en la Ciudad de México.

 

 

FOTO 2

 

Un equipo de universitarios busca obtener el costo-beneficio de un auto híbrido que utiliza gasolina y electricidad, para determinar si pudiese sustituir a los automóviles particulares e incluso a los taxis.