14:30 hrs. Noviembre 26 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-894

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

LA CONSTITUCIÓN DETIENE  LA PRIVATIZACIÓN DEL SECTOR ENERGÉTICO: SAXE-FERNÁNDEZ

 

·        De darse, ocasionaría una crisis política, económica, social y de seguridad similar a la que se dio en Argentina, opinó el integrante del CEIICH

·        Sarahí Angeles, del IIEc, consideró que la política de fast track para completar el proceso de privatización que aplica el gobierno se debe a las presiones de EU

·        Los ingresos fiscales del petróleo mantienen el pago del servicio de la deuda externa mexicana, señaló Eric Toussaint

·        No se puede nacionalizar la generación de la electricidad, opinó Antonio Gershenson

 

Si se hacen a un lado los obstáculos constitucionales formales que aún persisten, la privatización del sector energético tendría consecuencias devastadoras para el país, aseguró John Saxe-Fernández, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.

 

Explicó que los ingresos que obtiene Petróleos Mexicanos y los pagos que realiza al fisco, la convierten en la primer fuente de financiamiento del presupuesto federal, así como en la más importante entrada de divisas no condicionadas del país, y no se comparan con lo que representaría la venta de esa empresa paraestatal.

 

Al participar en la mesa redonda Recursos Naturales y Energía, dentro del Seminario Internacional Imperialismo, mundialización y desarrollo, advirtió que de privatizarse este sector se daría una crisis total, política, económica, social y de seguridad, similar a la que se dio en Argentina, “lo cual estaría muy próximo en el horizonte nacional”.

 

Señaló que si Pemex fuera vendida en 150 mil millones de dólares, la inversión provendría de diversas empresas, con la mínima expectativa de ganancias del 20 por ciento, y la economía nacional sería “ordeñada en una magnitud de 30 mil millones de dólares anuales”.

 

Por ello, sostuvo que llevar el sector energético al piso de remates ya de manera abierta es, de facto, la privatización en Petróleos Mexicanos y en la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Ello se debe al interés geoestratégico de las empresas norteamericanas en el petróleo mexicano, el cual está afectado de manera directa por el decreto expropiatorio de 1938.

 

El interés del empresariado estadounidense en los hidrocarburos nacionales se ha acentuado con el tiempo, sobre todo con el agotamiento de sus reservas de petróleo convencional. En 1973 hubo un embargo petrolero que causó un trauma estratégico para EU, ya que siendo un exportador del recurso, para ese año importaba ya el 25 por ciento del que consumía.

 

Al tomar la palabra, Sarahí Angeles, del Instituto de Investigaciones Económicas,  consideró que la política de fast track de privatización se debe a las presiones norteamericanas y en particular a las del grupo petrolero militar que representa el gobierno de George W. Bush, para pasar el dominio de los energéticos a corporaciones de ese país.

 

Sostuvo que el sector energético en nuestro país se encuentra en una situación vulnerable, pues las políticas seguidas desde la incorporación de México al modelo neoliberal han llevado a un debilitamiento del sector.

 

La economista universitaria dijo que la globalización y los cambios registrados en el uso de combustibles, la llamada “tercera revolución tecnológica”, las transnacionales petroleras y el predominio de EU, han impedido el paso a un nuevo modelo energético.

A su vez, el politólogo Eric Toussaint, presidente del Comité para la Anulación de la Deuda Externa del Tercer Mundo, comentó que mientras México tenga ingresos fiscales a través del petróleo puede mantener sus pagos por el servicio de la deuda externa. Sin embargo, cualquier desestabilización podría provocar una crisis de pagos.

 

Recalcó que las naciones de América Latina no deben esperar otra crisis de pagos para volver a emprender la lucha para la condonación de la deuda externa: “Tal transferencia es suficientemente nefasta para las economías y los pueblos de la región”, aseveró.

 

Toussaint recordó que Estados Unidos atravesó una crisis en los años 2001 y 2002, y hoy parece que quiere hacer pagar a las demás naciones las políticas para sanear su economía y consolidarla.

 

La crisis ha supuesto la pérdida de los valores de Wall Street en casi el 50 por ciento, situación que implica la bancarrota para empresas importantes de esa nación y una situación en la que casi la totalidad de las corporaciones están al borde del colapso debido a su alto nivel de endeudamiento.

 

En su oportunidad, Antonio Gershenson, director de Alumbrado Público del Distrito Federal, señaló que la generación de electricidad no se puede nacionalizar. Desde hace varios años más del 90 por ciento de la nueva capacidad instalada del país ha sido a través de empresas privadas que le venden energía a la CFE, lo cual provoca una situación conflictiva en varios sentidos.

 

“Desde el punto de vista de la Constitución Política no se cumple lo que en ella se establece y, por otro lado, no hubo inconformidades ni el inicio de procesos legales para que tal situación se derogara antes de que prescribiera el derecho de hacerlo”.

 

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

El investigador universitario John Saxe-Fernández opinó que si Pemex fuera vendida en unos 150 mil millones de dólares, la economía nacional sería “ordeñada en una magnitud de 30 mil millones de dólares anuales”.

 

 

Foto 2

 

Sarahí Ángeles, del Instituto de Investigaciones Económicas, señaló que el sector energético en nuestro país se encuentra en una situación vulnerable, pues las políticas seguidas desde la incorporación de México al modelo neoliberal han llevado a un debilitamiento del mismo.

 

 

Foto 3

 

Mientras México mantenga ingresos fiscales a través del petróleo podrá sostener sus pagos por el servicio de la deuda externa. Sin embargo, cualquier desestabilización provocaría una crisis de pagos, comentó Eric Toussaint, presidente del Comité para la Anulación de la Deuda Externa del Tercer Mundo.

 

 

Foto 4

 

Al participar en la mesa redonda Recursos Naturales y Energía, organizada por el CEIICH, Antonio Gershenson, director de Alumbrado Público del Distrito Federal, dijo que la generación de electricidad no se puede nacionalizar.