Boletín UNAM-DGCS-887
Antigua Escuela de Medicina
DE LA FUENTE, POR UNA UNAM MÁS ACADÉMICA, MÁS RIGUROSA Y SIN BARRERAS ECONÓMICAS
·
Protestó el rector para un segundo periodo
al frente de la Universidad Nacional
·
Una universidad de un país con desarrollo
desigual y que exige justicia no puede ser conformista ni pasiva, subrayó
· Señaló que del trabajo académico, cotidiano, en aulas, laboratorios, espacios culturales, emana la autoridad moral de la Universidad
· El Congreso no es un fin en sí mismo, sino un proceso para lograr las reformas
Creo firmemente en una
Universidad académica, aseveró hoy Juan Ramón de la Fuente, al asumir la
rectoría de la UNAM para un segundo periodo, y se manifestó por alcanzar una
institución cada vez más académica, más rigurosa y de mejor calidad en todas
las áreas que abarca y en los servicios que ofrece.
Creo también, insistió el
rector, en una universidad profundamente comprometida con México. Creo en la
universidad pública, sin barreras económicas, sin distinción de credos, ni de
etnias ni de clases. En una universidad que eduque a los jóvenes para ser
libres, autónomos, que los constituya en sujetos éticos, capaces de asimilar y
digerir todo el orden cultural y moral en el que los conocimientos adquiridos
en ella tengan pertinencia y sentido.
De la Fuente dijo que una
universidad así, en un país con un desarrollo desigual, no puede ser
conformista; que una universidad así, en un país que exige justicia, no puede
ser pasiva, y que una universidad así, en un país independiente, no puede ser
sumisa. Tiene que defender lo que cree, tiene que insistir en los valores y en
las posibilidades que emanan del espíritu.
Ante el pleno del Consejo
Universitario, de la Junta de Gobierno, de ex rectores, de miembros de la comunidad,
así como de autoridades federales y locales, reunidos todos en la Antigua
Escuela de Medicina, señaló: “Siempre he sostenido que el trabajo académico que
se realiza sigilosamente todos los días en las aulas, en los laboratorios, en
los seminarios, en los simposia, en los congresos, en las publicaciones y en
los trabajos de campo es no sólo nuestra razón de ser sino la fuente de la cual
emana nuestra autoridad moral, que es la única de la que disponemos”.
Afirmó que el Congreso sigue
vigente en el ánimo de la comunidad, del rector y del Consejo Universitario,
pero aclaró que debe entenderse al Congreso no como un fin en sí mismo, sino
como un proceso para alcanzar acuerdos que permitan que las reformas se
instrumenten legal y legítimamente. “El
Consejo Universitario deberá convocar, y en su momento sancionar, las
propuestas acordadas. El Consejo –puntualizó—
es el único que tiene atribuciones para llevar a cabo un proceso de esa
naturaleza”.
El rector precisó que hay
otras acciones y programas que habrán de contribuir a las reformas y
transformaciones de la Universidad que recaen en otros ámbitos, no menos
sensibles, pero con dinámicas distintas.
Indicó que buscará abrir
espacios que den mayor participación a la comunidad; lograr una administración
más eficaz que sirva de apoyo a la academia y que gestione los recursos
necesarios para que las actividades propias de la Universidad puedan seguirse
desarrollando en ambiente de libertad y de tranquilidad.
Asimismo, destacó que pondrá
énfasis en la transparencia y en el manejo escrupuloso del gasto; que impulsará
el posgrado; que con el apoyo de Fundación UNAM avanzará en el Programa de
Becas para estudiantes de escasos recursos y alto rendimiento académico, y
continuará desarrollando las tecnologías de punta para fortalecer la enseñanza
en el bachillerato y las licenciaturas, además de la educación en línea y a
distancia.
De la Fuente anunció que en
breve convocará al Consejo Universitario para definir las estrategias que
permitirán avanzar en las reformas pendientes; dijo que el trabajo de las
comisiones del propio Consejo ha generado verdadero derroche de ideas, y señaló
que “el reto radica en poder instrumentarlas de manera democrática,
participativa, inteligente y
constructiva”.
Las áreas que dependen de la
Rectoría, apuntó, serán sometidas a análisis riguroso, no para crecer, pero sí
para lograr mejor coordinación entre ellas, y sostuvo que se pondrá en marcha
la descentralización administrativa.
En su mensaje, pronunciado
momentos después de que el presidente de la Junta de Gobierno, Álvaro Matute,
le tomó la protesta y le colocó la venera de rector, De la Fuente refrendó su
convicción de que el bachillerato es inseparable de la Universidad; dijo que la
investigación seguirá siendo una de sus principales prioridades, en particular
las ciencias básicas, las ciencias sociales y las humanidades; habló de la
necesidad de crear más carreras novedosas, y externó su preocupación por “la
sensible disminución” del presupuesto del Conacyt para el ejercicio del año
próximo.
Respecto a la estrechez del
presupuesto, el rector dijo que nunca ha estado en el ánimo polemizar por el
hecho mismo de hacerlo, pero subrayó que “no cejaremos en esgrimir nuestras
razones y seguiré defendiendo el derecho que tenemos, ganado a pulso por
nuestros investigadores, para que los poderes públicos destinen a la ciencia
los recursos que ésta requiere no sólo para subsistir, sino para crecer”.
El rector De la Fuente dijo
estar cierto de que pese a todas las limitaciones económicas y con todos los
problemas que inevitablemente debe afrontar una universidad con las
características y el tamaño de la UNAM, ésta “ha cumplido con su país. La
Universidad Nacional –enfatizó— sigue
siendo ese gran centro generador de ideas y encarna el proyecto cultural más
vivo y vasto que se haya generado en México”.
Al referirse brevemente a sus
primeros cuatro años de gestión, Juan Ramón de la Fuente aseveró que la
Universidad mostró una vez más su enorme vitalidad, su vigencia y su capacidad
para resolver problemas y graves conflictos, y resaltó que ahora la institución
ha recuperado su prestigio y su autoridad moral.
Indicó que en el camino se
optó por el difícil y a veces lento recorrido que implica la construcción de
consensos, como corresponde a una comunidad plural, crítica, creativa y, a
veces, disímbola, pero se manifestó por ver hacia delante. “Lo que importa, en
todo caso, es seguir avanzando a ritmo creciente y con decisión mayor”.
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