Boletín UNAM-DGCS-877
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
ÉTICA Y MEDICINA
DEBEN CONTEMPLAR CONJUNTAMENTE CLONACIÓN Y REPERCUSIONES DE LA TERAPIA GÉNICA
·
La superación del reduccionismo es uno de
los retos a vencer: indicó Luis Felipe
Abreu Hernández, coordinador del Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias
Médicas, Odontológicas y de la Salud de la UNAM
· Con los avances de la medicina y el advenimiento de nuevas tecnologías se enfrentan dilemas relacionados con la atención médica, explicó Francisco Moreno
Evitar el reduccionismo y
desarrollar pensamientos más complejos en torno a los aspectos fundamentales de
la genómica evitará caer en la inconsciencia, razón por la cual todos lo
análisis al respecto deben involucrar a la ética y la medicina, afirmó Luis
Felipe Abreu Hernández, coordinador del Programa de Maestría y Doctorado en
Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud de la UNAM.
Preguntas tales como si es
válida la clonación con fines terapéuticos, o si la ingeniería de tejidos a
partir de células madre es correcta, o cuáles pueden ser las repercusiones de
la terapia génica sobre la sociedad del futuro, deben revisarse también desde
el aspecto ético, destacó.
Para ello, debe quedar claro
que uno de los retos fundamentales sobre ética y medicina es el desarrollo de
un pensamiento complejo y la superación del reduccionismo. “Quien obvia un
análisis riguroso y es incapaz de mirar la complejidad de ese tipo de problemas
–dijo–, termina por caer en la inconsciencia”.
A fin de resolver esa disyuntiva,
precisó, se deben abordar por lo menos cuatro ejes distintivos del problema. El
primero, el sustento biomédico, implica la comprensión de los mecanismos y
procesos biológicos involucrados en el hecho real o potencial. “El apremio para
discutir sobre la clonación –enfatizó– proviene de la existencia de la técnica
biológica capaz de materializarla”.
Segundo, el contexto social,
donde también influyen los aspectos económico, sociológico, político y
psicológico entre otros, afirmó en el Simposio Dilemas de los comités de
bioética, efectuado en la Facultad de Medicina de esta casa de estudios.
En tercer lugar, prosiguió, la
ética propiamente dicha debe verificar lo correcto o incorrecto de nuestras
acciones con la intención de preservar nuestra esencia humana, agregó en el
Auditorio Fernando Ocaranza.
Como cuarto y último eje,
deben considerarse los derechos humanos y las cuestiones jurídicas involucradas
en el problema. Así, por ejemplo, el aborto es un hecho real o potencial porque
existen los recursos quirúrgicos y farmacológicos para inducirlo. También está
condicionado por situaciones económicas como la miseria, o la escolaridad y el
acceso a los servicios reproductivos. Además, tener un hijo fuera del
matrimonio puede ser considerado un estigma y ejercer una presión considerable
para inducir el aborto entre las mujeres; las creencias religiosas pueden
repercutir también en la decisión.
Asimismo, se puede abordar
esta cuestión desde el punto de vista filosófico y preguntarnos cuándo se
inicia la existencia de la persona humana, si el embrión lo es o no, si aquélla
principia con la concepción o posteriormente, y si su eventual destrucción
afecta a nuestra especie y nos aleja del bien.
Finalmente se debe evaluar si
al impedir o favorecer el aborto violenta los derechos humanos de alguna
persona; también debe valorarse la legalidad o ilegalidad jurídica del acto.
A su vez, Francisco Moreno,
coordinador del Comité de Bioética y director de Especialidades Médicas del
Hospital General de México, dependiente de la Secretaría de Salud, indicó que
con los avances de la medicina y el advenimiento de nuevas tecnologías el
hombre actual enfrenta dilemas relacionados con la atención médica, mismos que
pueden ser agrupados en cinco puntos.
El primero se refiere a la
relación médico-paciente. Esta, confirmó, se encuentra en proceso de transición
y sigue siendo compleja, porque es inherentemente conflictiva “al estarse
continuamente confrontando dos realidades y dos interpretaciones”.
Otro punto importante es su
construcción social; es decir, en ella influye con la misma importancia la
enfermedad y sus manifestaciones, la escolaridad, origen, clase social,
religión, creencias y costumbres, la capacidad económica, el acceso a la
información, los encuentros previos con médicos o instituciones de salud, entre
otros.
En segundo lugar, los cambios
en la transición epidemiológica. Actualmente la atención de enfermedades
crónico degenerativas y de alta prevalencia como la diabetes mellitus o
hipertensión arterial, traen aparejado una mayor sobrevida de la mayor parte de
los pacientes, pero con otros problemas, como la presencia de insuficiencia
renal crónica, que en etapa terminal implica altos costos hospitalarios, graves
limitaciones y desventajas físicas al paciente, pobre calidad de vida y
malestar moral en el ámbito familiar.
Tercero, los aspectos
específicos del actuar médico. No debemos perder de vista que el principio
ético de los médicos radica en la responsabilidad de defender el bien mayor: la
vida misma; en segundo lugar, conservar el órgano y, en tercero, preservar la
función.
Otro aspecto relacionado es
mantener la confidencialidad y el secreto profesional de los médicos para con
el paciente, condición vulnerada al ser libremente comentados fuera del
expediente clínico.
Cuarto, la legislación médica y las responsabilidades
profesionales de los trabajadores de la salud. Son muchos los asuntos por
atender al respecto, y las instancias académicas médicas deben participar
activamente en la definición de responsabilidades institucionales, públicas y
privadas en aspectos como la interrupción del embarazo producto de violación,
de tanatología, clonación y el genoma humano.
Finalmente, la participación
de los medios de comunicación. En este sentido, Francisco Moreno destacó que es
impostergable llevar a cabo acciones donde aquéllos participen en acciones
propositivas, de difusión en la prevención y cuidados de la salud. Asimismo,
ayudar a entender los principios éticos de la práctica médica, ciencia que, al
no ser exacta, corre el riesgo de una serie de complicaciones, no
intencionadas.
---oOo---
Foto 1
Luis Felipe Abreu, coordinador del
Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas, Odontológicas y de la
Salud de la UNAM, opinó que uno de los retos fundamentales sobre ética y
medicina es el desarrollo de un pensamiento complejo y la superación del
reduccionismo.
Foto 2
Especialistas de la UNAM y de otras instituciones participaron en el Simposio Dilemas de los comités de bioética, efectuado en la Facultad de Medicina de esta casa de estudios.